Mal partido ayer de los de Montanier. Las bajas de dos de sus más importantes jugadores, Xabi Prieto e Illarramendi, se tradujeron en un partido sin medio del campo realista. El técnico francés se vio obligado a alinear a Pardo junto con Markel y a Zurutuza de enganche. El de Rincón del Soto no cuajó un buen partido, se espera más de él. Pero no es momento de buscar culpables, ninguno de los once txuri-urdines estuvo fino. La falta de intensidad, tan característica en el juego donostiarra, junto con el poco control en el medio del campo, propició que el Getafe se adueñara del partido.

A toda "Vela"

No comenzó mal el partido para los guipuzcoanos. Vela abriría la "lata" con un perfecto cabezazo (en posición de fuera de juego) tras un magnífico centro con el exterior de Zurutuza. La Real se ponía por delante y todo auguraba un partido cómodo y tranquilo. Y así fue hasta los primeros quince minutos de partido, la Real era dueña del balón y tenía las mejores ocasiones. A punto estuvo Vela de hacer el segundo en un servicio que no encontró rematador en el área pequeña. El mejicano y Griezmann volvían loca a la defensa azulona, pero el segundo no llegó y la Real no encontró el gol de la tranquilidad. Más bien fue al revés. Markel quiso sacar la pelota jugada desde atrás y su pase fue una asistencia de gol al punto de penalti, Pedro León no perdonó, y celebró el gol dirigiéndose hacia la hinchada realista, feo gesto del murciano.

Sin centro del campo

Ahí comenzó la debacle txuri-urdin. Ni Pardo ni Zurutuza olían el esférico y al resto de los jugadores se les veía faltos de intensidad, desganados, a la espera de una genialidad de Vela o Griezmann. Esa parsimonia, envalentonó al Getafe, que comenzó a ver que ese equipo que no perdía desde el día de Reyes frente al Madrid, no era el de otras jornadas. Comenzó a tocar y enlazar jugadas de peligro a través de sus dos mejores jugadores anoche: Pedro León y Diego Castro. Los de Luis García se estaban comiendo a los de Montanier. Robaban todos los balones y combinaban rápidas jugadas por banda. El segundo de los locales estaba más cerca. Así, tras un fuerte disparo desde fuera del área, que a priori no llevaba mucho peligro, Bravo blocaría mal, y el rechace quedó franco en el punto de penalti para que Barrada hiciera el segundo justo antes del descanso. La parroquia txuri-urdin, que ayer "teñía" el Coliseum Alfonso Pérez, confiaba en la remontada de su equipo, pero anoche no tocaba.

El Getafe buscaba el tercero

La segunda parte comenzó igual que había terminado la primera, con un Getafe lanzado al ataque, buscando cerrar el partido con el tercer gol, y una Real sin medio del campo y falto de intensidad. Montanier quitó a Pardo e introdujo al Chory, situando a Griezmann de volante y al uruguayo por la banda izquierda. También introdujo a Ifrán en detrimento de Zurutuza, pero el equipo no encontró esa fluidez que tanto le caracteriza en esta temporada. Solo un centro medido del Chory, que ni Vela ni Agirretxe llegaron “por los pelos”, y un volea de Griezmann que se fue rozando el larguero, llevaron el peligro a la meta de Moya en los minutos finales.

Dos puntos de diferencia frente al Valencia

La Real se mantiene en cuarta posición, aunque la renta con el Valencia ha disminuido a dos puntos. Bien es cierto que los “chés” tienen un calendario un poco más complicado, ya que disputarán tres de los cuatro partidos restantes fuera de Mestalla y contra equipos que se están jugando no descender, y uno último frente al Sevilla, que está luchando por entrar en Europa League. Por su parte la Real juagará el próximo lunes frente al Granada en Anoeta. Más tarde jugará en el Sánchez Pizjuán y cerrará la temporada recibiendo al Madrid en casa y al Deportivo en su feudo.