Con la marcha de Asier Illarramendi del conjunto txuri-urdin, los donostiarras han perdido algo más que a un jugador. Era el cerebro, el mariscal del centro del campo, ordenaba, robaba y jugaba. Ocupaba espacios, y llegaba a cualquier rincón del terreno de juego. No era de extrañar que en los partidos importantes acabase exhausto. Pero todo eso ya es historia. Y a la Real no le queda otra que mirar hacia adelante.

Hacia adelante, con lo que tiene. Que no es poco. La salida del de Mutriku ha provocado que una gran parte de la afición haya caído en una inmensa tristeza, que poco o nada parece podría olvidar. Pero para ello la Real tiene una solución. Otro joven, Rubén Pardo, que está llamado a coger las riendas de una Real europea. Fuera ya Montanier, que aún no le veía en el aspecto físico preparado para combatir con las "miuras" de la Primera División, podría recibir la batuta, algo que tanto desean en las gradas de Anoeta.

El riojano es el diamante en bruto que queda pendiente por pulir en el primer equipo. Todavía no ha gozado de la suficiente confianza de un técnico para verle demostrar todo su potencial. Pero puede que todo eso cambie en la temporada 13/14. Aun sin ser de las mismas características que Illarramendi, el de Rincón del Soto no destaca tanto por su faceta defensiva, pero sí posee un fabuloso sentido del juego, que junto con su toque al balón –sus pases en largo milimétricos, ya han dejado con la boca abierta a más de uno- podrían cubrir el hueco del guipuzcoano. Sus cualidades son perfectas para el juego de la Real. Tiene la calma y el cerebro en la elaboración, y la precisión de los pases para montar un rápido contraataque.  Solo necesita confianza.

Confianza y aprender. Y para ambas cosas lo que debe hacer es jugar. Con tan solo 20 años podría considerarse injusto echarle el equipo a la espalda, pero con compañeros como Prieto o Vela todo se haría más fácil. No hay que olvidar que Illarra no ha brillado hasta alcanzar los 23 años, y llevaba dos con el primer equipo. Por lo que tampoco habría que pedirle resultados desde el primer momento, pero sí minutos.

Con algo más de 32 millones en el banco, la entidad realista se debate entre fichar o no a un sustituto de Asier. Aperribay es consciente de que no va a encontrar nada como el nuevo madridista en el mercado, y quizás se cuestione que la solución se encuentre en casa. Donde ha estado siempre. Aunque la gran exigencia de participar en tres competiciones en la próxima campaña lleva a que se esté buscando algún recambio de garantías para sobrellevar la fatiga. Actualmente en la plantilla, Markel, Elustondo, Zurutuza, Ros y Pardo son los futbolistas que más se acercan a la posición que se ha quedado huérfana. Aunque sea el último el preferido por la afición. El rey ha muerto, ¡viva el rey!