El barón Pierre de Coubertin definió el espíritu olímpico con la expresión Citius, Altius, Fortius (más alto, más fuerte, más rápido) en la inauguración de los primeros Juegos modernos celebrados en Atenas en 1896. Años más tarde, Alemania lo utilizó como lema de los Juegos organizados en Munich en 1972 y, los teutones, desde entonces, parece que además de hacer suyos tales valores, los han incorporado a su propio ADN.

Antes de que el pasado año Barcelona y Real Madrid sufrieran en propias carnes esta realidad, un histórico jugador inglés, Gary Lineker (exjugador del Barcelona) ya había acuñado una expresión que definía a la perfección la capacidad de los alemanes, su fútbol y su carácter: "El fútbol es un juego simple: 22 hombres corren detrás de un balón durante 90 minutos y, al final, los alemanes siempre ganan". Evidentemente, Lineker se refería a la selección alemana que obtuvo tantos éxitos en aquella época pero, actualmente, se podría extender a los clubes de fútbol que participan en competiciones europeas.

Bayer Leverkusen, tercero en discordia

El mundo futbolístico descubrió el pasado año el potencial del fútbol alemán después de que Bayern München y Borussia Dortmund jugaran la final de la máxima competición europea tras eliminar a los máximos favoritos que eran Barcelona y Real Madrid. Es ahí donde la mayoría de los aficionados se dieron cuenta del potencial de una liga que, sin tanta fama, se situaba en la élite mundial por méritos propios. Esa misma liga que este año ha incorporado a un tercer conjunto, el Bayer Leverkusen, el cual se enfrentará esta noche a la Real Sociedad.

Una Real Sociedad que deberá ser tan alta, tan fuerte y tan rápida como lo son los jugadores que tendrá enfrente para lograr algo positivo. Una Real solidaria en el esfuerzo, afinada como una orquesta y capaz de ganar en virtudes a su adversario. Once guerreros teutones, de los cuales siete superan el 1,90 de estatura y son capaces de jugar muy bien al fútbol.

La Real Sociedad debe creer, creer en sus posibilidades, puesto que esta actitud será la que limite o potencie las aptitudes de sus futbolistas, que las tienen y muchas.

Antoine Griezmann y Seferovic apuntan al once inicial

Jagoba Arrasate y sus jugadores ya han entrenado en el BayArena de Leverkusen, el equipo habrá analizado a su rival y ya sabrá lo que se va a encontrar. No será el Shakhtar, un equipo con oficio que espera la debilidad de su contrincante para asestarle la puntilla; el Bayer Leverkusen es un conjunto que practica un fútbol en el que juega y deja jugar y esa puede ser su mayor fortaleza pero también su gran debilidad.

Y la Real Sociedad ya ha demostrado en muchas ocasiones que ante rivales que respetan su juego, en partidos abiertos donde gana el que mejor juega y existen espacios, tiene muchas cosas que decir. Real Betis, Real Madrid, Barcelona, Valencia, Olympique de Lyon… han sufrido en propias carnes las transiciones de los txuriurdin.

Y en esta tesitura parece que Griezmann, recuperado de sus pequeñas molestias, Vela, Seferovic, y Chory Castro pueden aportar mucho. Su rapidez y su visión pueden ser fundamentales para lograr algo positivo siempre que recuperen el olfato goleador perdido en los últimos encuentros. El resto de los gladiadores que salten al BayArena ya lo saben: Citius, altius, fortius. No hay más que recordar la receta que según el mejor centrocampista de la historia txuriurdin, Jesús Mari Zamora, utilizaron en aquella histórica semifinal contra el Hamburgo: Creer, creer y creer.

De ello depende el futuro de la Real Sociedad en la Champions League pero también de lo que ocurra en el otro partido del mismo grupo que enfrentarán a Manchester United y Shakthar Donets. Ambos conjuntos, con una victoria cada uno de ellos, se puede perfilar esta noche como el equipo a batir siempre y cuando no haya un reparto de puntos. Eso lo sabremos a partir de las 23:00 horas.

Posibles alineaciones