Minutos antes de saltar al terreno de juego del Bernabeu, cuando los responsables de prensa distribuyeron los onces iniciales de cada equipo, los aficionados de la Real Sociedad ya conocían que Jagoba Arrasate había organizado un equipo titular de contención en el centro del campo con la intención de salir al contragolpe en rápidas transiciones. 
 
El doble pivote compuesto por Markel Bergara y Gorka Elustondo estaba dispuesto a contener las acometidas del Real Madrid pero, para ello, necesitaban de la solidaridad del resto de sus compañeros, más si cabe, cuando iban a jugar con las líneas tan adelantadas y presionando la salida del balón. El objetivo de Arrasate era que la pelota no pasara por el centro del campo blanco con comodidad y que Xabi Alonso, hoy titular en el conjunto madrileño, no fuera el motor del Real Madrid.
 
Pero la pizarra ha durado lo que los jugadores del Real Madrid han tardado en entender cual era la situación. Ayudados por la inmensa calidad que atesoran, el planteamiento de Jagoba Arrasate ha saltado hecho añicos cuando Cristiano Ronaldo ha entendido que la Real Sociedad era demasiado vulnerable por las bandas
 

Un castigo a la altura de su juego

La humillación que sufrieron los jugadores de la Real Sociedad en el Nou Camp frente al Barcelona no parece que haya hecho escarmentar a los donostiarras porque si no, no se entiende que en los primeros 45 minutos deambularan por el campo cual “Santa Compaña, estando lo suficiente para justificar que se celebrara un partido de fútbol pero sin resistir las acometidas de un Real Madrid que ha firmado la mejor primera parte de toda la temporada. Lo que no sabremos es si esta mejoría ha venido porque Ancelotti ha jugado bien sus bazas o porque la Real Sociedad no ha sido rival en ningún momento.
 
Descaro y competitividad eran los ingredientes que necesitaban los jugadores para hacer frente al Real Madrid, y como la calidad se les presupone, la afición esperaba que los txuriurdin dieran la cara en el Bernabeu. Pero lo que se vio en el terreno de juego no fue atrevimiento, sino temeridad; no fue valentía sino suicidio. 
 
Un suicidio que ha comenzado cuando, tanto José Ángel como Carlos Martínez, han buscado más el centro de la defensa achicando los espacios sobre la portería de Bravo e intentando juntarse lo más posible. En ese momento han cedido las bandas para que los blancos hayan jugado a placer. Las diagonales de Xabi Alonso, Modric e incluso Benzema han hecho trizas las intenciones de Arrasate y no ha sido más que la crónica de una muerte anunciada. Es así como ha llegado el primer gol blanco como mil y una jugadas de gran peligro, que de haber acertado los jugadores del Madrid y no estar tan inspirado un Claudio Bravo que a pesar de encajar 5 goles ha sido de los mejores del encuentro, estaríamos hablando de una goleada escandalosa.
 
Corría el minuto 12 cuando Benzema tras dejarse caer a la banda defendida por Carlos Martínez ha realizado un desplazamiento perfecto que ha habilitado a Cristiano Ronaldo para que empalmara un balón que ha rebasado, y casi atravesado, la portería del guardameta chileno. Ahí ha terminado el encuentro.
 
Los jugadores de la Real Sociedad cuando lo lógico hubiera sido estirarse, abrirse, buscar el empate, se han achicado, encogido y retrasado. Y el vendaval blanco, liderado por Cristiano Ronaldo y acompañado por Modric, Benzema, que ha hecho el segundo gol a pase del luso y Khedira, dueño y señor del centro del campo, han destrozado a los donostiarras endosándoles un severo correctivo. Ver a los jugadores donostiarras absolutamente desdibujados, irreconocibles y vulgares moverse por el campo ha dolido y mucho a los aficionados txuriurdin.
 
El festival de goles del Real Madrid en la primera mitad ha sido culminado por Cristiano Ronaldo, tras transformar un penalti por manos de Markel Bergara, y  Khedira, que ha recogido el balón al borde del área, ante la pasividad de la defensa y sólo, no ha tenido más que fusilar a Claudio Bravo. Que el árbitro haya pitado el final de la primera ha sido lo más positivo que le ha podido pasar a la Real Sociedad en la primera parte.
 

Arrasate recompone el equipo

Hubiera sido una gran falta de respeto a los aficionados de la Real Sociedad que Jagoba Arrasate no intentara cambiar, aunque sea por decoro, la imagen que su equipo estaba dando y se ha visto obligado a realizar dos cambios. Ha quitado a Seferovic y Elustondo y ha dado entrada a De la Bella y Zurutuza. 
 
Esto le ha ayudado a recomponer no solo la defensa sino también el centro del campo y la línea de atacantes. Sin un 9 puro, con Griezmann en labores de presión y como referencia en ataque, la Real Sociedad ha mejorada. Pero en este caso, al igual que en la mejoría del Real Madrid, nos quedará la duda de si ha sido porque la Real así lo ha querido o por que el Real Madrid ha bajado el ritmo para no hacer sangre de un conjunto que ya había mordido el polvo durante 45 minutos.
 
Esta variación táctica ha servido para que los balones hayan circulado con mayor rapidez y los jugadores de la Real Sociedad hayan tenido mayores espacios para conducir y buscar esas diagonales a la espalda de los defensores que la pasada temporada ejecutaban a las mi maravillas. 
 
Así es como ha llegado el gol de los txuriurdin, con un esplendido pase de Carlos Vela a Antoine Griezmann que con una espectacular vaselina ha batido a Diego López dejando constancia de la calidad que atesora. Minutos más tarde, Cristiano Ronaldo, en un lanzamiento de falta imposible de ejecutar mejor, ha batido a Claudio Bravo consiguiendo el tercer gol en su cuenta particular y el quinto para su equipo.
 
Antoine Griezmann ha demostrado hoy en el Bernabeu que es el único jugador con el carácter necesario para no arrugarse frente a ningún rival. Siempre da la cara, siempre es vertical y siempre intenta generar algo positivo para el equipo. A veces lo conseguirá, otras no, pero nadie podrá decir que no lo ha intentado. De otros muchos, ni hoy ni el día del Camp Nou, se puede decir lo mismo.