Dos jugadores para un único puesto puede parecer rutinario, pero lo normal sería que alguno de los dos candidatos se hubiese acabado por imponer sobre el otro, pero para Arrasate no parece existir un delantero centro titular. Las lesiones de Agirretxe e Ifrán en pretemporada obligaban a Jagoba a poner al recién llegado a cargo de la faceta goleadora en los primeros partidos del curso 2013-2014. Fue por ello que Haris Seferovic asumió el rol de ser el delantero centro titular de la Real Sociedad.

La precisión suiza no acaba de carburar 

Llegado a cambio de cerca de 3 millones de euros, la Real se hizo con los servicios del delantero suizo para completar la plantilla, tras la marcha de Joseba Llorente. Tres delanteros: Agirretxe, Seferovic e Ifrán, que deberían disputarse un único puesto en el esquema que ya había dejado prediseñado Montanier la temporada pasada. Sus buenos minutos y su facilidad para ver puerta impresionaron a más de uno, si bien es cierto que su anterior temporada en Italia había sido espectacular en lo que a goles se refiere, ya que en tan sólo 18 partidos consiguió anotar 10 dianas.

Las primeras sensaciones que transmitió Seferovic fueron de entenderse a las mil maravillas con Griezmann y Carlos Vela. Una prioridad para cualquier delantero que aspire a ser titular en el conjunto de San Sebastián. Sus pases, su capacidad de aguantar el balón y de crear espacios para que los dos extremos ganasen su posición se antojó prioritaria para que la Real fuese carburando poco a poco en los primeros compases de pretemporada.

Llegados a la fase final contra el Olympique de Lyon, Seferovic realizó un auténtico partidazo. Asistió, corrió y marcó un auténtico golazo desde 30 metros que fue teledirigido a la escuadra del portero francés. Un gol que demostró potencia, calidad, precisión y confianza. Cualidades necesarias en cualquier killer de área. Se podría haber hablado del gol de la jornada, pero minutos antes, Antoine Griezmann, había anotado el primer tanto con una tijera espectacular, que dio la vuelta al mundo.

"Seferovic se contagiaba del mal estado de forma del equipo"

Llegados a este punto parecía claro que Seferovic sería el delantero de referencia, pero fue entonces cuando los malos resultados comenzaron a llegar. El equipo estaba asfixiado por jugar dos partidos cada semana, la exigencia de la Liga de Campeones se hacía notar en cada partido, y así fue como poco a poco Arrasate empezó a perder la fe en algunos jugadores, entre ellos Seferovic, que se contagiaba del mal estado de forma del equipo.

Los méritos del pasado no pueden valer eternamente

En cuanto a Imanol Agirrexte, Imagol para muchos, parecía tener su puesto asegurado al principio de la pretemporada, pero tras lesionarse de gravedad en el último partido de pretemporada frente al Southampton, su destino parecía estar escrito. La carrera por el ‘9’ que iba a disputar con Seferovic empezaba muy mal para él. Una rotura fibrilar de grado II en el bíceps femoral del muslo derecho era la causante ello.

Sus 14 goles la temporada pasada eran el principal credencial para que Imanol fuese el delantero titular de la Real esta temporada. Montanier terminó muy contento con su rendimiento, y Arrasate, fiel a las enseñanzas y al camino marcado por su predecesor, apostó en un principio por Imanol y su presencia en el once titular habría estado asegurada, de no haberse lesionado.

"Agirretxe es un delantero a la vieja usanza"

Tras regresar de su lesión, Arrasate aprovechó para ir dándole minutos poco a poco en busca de la mejor versión de su delantero. A día de hoy el aficionado txuri urdin sigue esperando esa versión. Pases mal elegidos, fallos incomprensibles de cara a puerta… ninguna opción más allá que la del remate. Agirretxe es un delantero a la vieja usanza, un jugador que vive del gol, un depredador del área, una cualidad necesaria en cualquier delantero centro, pero que a día de hoy no es suficiente para desembarazarse de las defensas rivales.

El mal momento de juego por que pasó el equipo no ayudó a que Imagol recuperase la confianza y el olfato goleador. Fallos como el mano a mano desperdiciado en Valencia o sus repentinas desapariciones durante varios de los partidos en los que fue titular han servido para que el aficionado de la Real se aferre a la idea de que Agirretxe no tiene gol, nada más lejos de la realidad.

La inseguridad de Arrasate no ayuda

Pese a que ambos jugadores no están pasando por su mejor momento de forma, las continuas rotaciones en el once titular no favorecen a ninguno de los dos. Las dudas se acumulan, en la mente de los jugadores planea la idea de que han cometido errores que les ha costado el puesto. Errores que en muchas ocasiones se han generado por la incompetencia del banquillo y el debate absurdo generado en torno a esa posición.