Pasar página, esa es una de las consignas que toca repetir como un mantra para olvidar una competición que le está quedando bastante grande a la Real Sociedad. Pasar página y centrarse en la Liga BBVA para volver más pronto que tarde a competiciones europeas.

No es que al entrenador de la Real Sociedad le falte razón, pero hay algo en dicha ecuación que no cuadra, puesto que los errores cometidos tanto en la liga española como en la europea son exactamente los mismos: los fallos de concentración y de contundencia en la línea defensiva. Lo que ocurre que según ante que conjunto se cometan dichos errores, de bulto en muchos casos, la factura a pagar no siempre es la misma.

Celta de Vigo - Shakhtar Donetsk

No hay más que analizar los dos encuentros que la Real Sociedad ha jugado en los últimos días. El pasado sábado, tras haber encajado tres goles ante el Celta de Vigo, gracias a un pletórico Carlos Vela y a una decepcionante segunda parte de los jugadores celtiñas, la Real Sociedad pudo voltear el marcador y llevarse los 3 puntos. Algo impensable, sobre todo cuando en la segunda parte, nada más salir del vestuario, la Real Sociedad encajaba el tercer gol en contra tras un clamoroso fallo del centro de la defensa. Los donostiarras tuvieron los arrestos necesarios para ir a por el partido pero fueron más los errores visitantes que los aciertos de la Real los que propiciaron que los txuri-urdin consiguieran hacer 3 goles en tan solo 30 minutos.

El partido del miércoles fue otro cantar. Jagoba Arrasate afirmó que el lanzamiento al poste de Griezmann les hubiera metido en el partido, podría haber significado el 2-1, aunque hubieran seguido por debajo en el marcador y con la necesidad de lograr otros dos goles para seguir vivos en la competición.

Pero el Shakhtar Donetsk no es el Celta de Vigo y quien pensó que la Real Sociedad, mucho se habló de eso en la previa al partido de Ucrania, iba a resurgir cual Ave fénix y borrar del mapa al equipo de Donetsk, pronto se dio cuenta de que no iba a ser así. No redujeron la diferencia sino que bajaron los brazos, no cerraron su portería sino que abrieron una autopista en el centro del campo que sirvió para recibir una goleada sonrojante.

Europa es otra cosa, es otra competición y si uno, independientemente de la calidad que atesora, no es capaz de pelear cada balón, de dar el 200% de su capacidad está, en términos futbolísticos, muerto. Ahí reside la diferencia entre una competición y otra.