En Anoeta ha sobrevolado esta tarde el mal del colista. Esa enfermedad que, si se te mete en el cuerpo te atenaza, te encoge las piernas y, por encima de todo, te congela las ideas.
 
Ese es el principal mal que sufre El Real Betis Balompié, un equipo que en la primera parte, aún jugando sin demasiada ambición, ha atenazado a la Real Sociedad. El equipo de Garrido estaba tan bien plantado en el campo, que nadie en Anoeta se explicaba por qué los andaluces no iban a por el partido. Y eso que ha sido la Real Sociedad la primera en marcar.
 

Comienzo fulgurante

Los donostiarras han salido muy activos desde el primer minuto y en el cuatro, ya se habían adelantado en el marcador. Es la Real que conocemos, la que no carbura, la que va a empujones, pero tal es su pegada que en algún arreón característico de sus hombres más habilidosos consigue un gol. Y ese gol, por fin, ha llegado de la mano de Imanol Agirretxe. El de Usurbil en un movimiento característico que no se le veía desde la campaña pasada, ha roto la línea visitante y ante la salida del portero ha ejecuta a la perfección una vaselina consiguiendo el primer gol del partido.
 
Pero nada ha cambiado, el Betis ha seguido con la posesión del balón ante una Real Sociedad rota en el centro del campo. Markel Bergara y Rubén Pardo han tenido que cerrar tantos huecos que no daban abasto, los defensas han corrido tanto que no han hecho más que abrir boquetes de agua en el centro de la defensa. Pero inexplicablemente, los verdiblancos no han hecho amago de buscar la portería de Bravo. Ha sido como si no quisieran ganar el partido.
 
Ni con la comparecencia del entrenador bético se ha podido explicar la actitud del Real Betis, pero todos sabemos que es el mal que afecta a todo colista, ese miedo a perder pero casi más a ganar. Aún casi no buscándolo, se han encontrado con el empate, en una jugada que han repetido una y mil veces durante el primer tiempo: entrar desde las bandas, romper por el centro de la defensa y disparar a portería. Jorge Molina ha sido el autor del gol visitante.
 
El partido se ha ido cargando y se ha enrarecido de tal forma que hasta el ambiente se ha enfriado. El público callaba, los jugadores locales no encontraban el sitio y el Betis, el Betis, seguía sin querer llegar hasta la portería defendida por Bravo.
 

Cambio de tercio en la segunda mitad

Según ha explicado Jagoba Arrasate en la comparecencia ante los medios de comunicación, La Real Sociedad ha corregido las posiciones de los delanteros y medias puntas para readecuar la presión a los jugadores del Betis y recuperar el protagonismo, principalmente, de Rubén Pardo. 
 
El Betis ha sido un equipo derrotado en Anoeta
Con el de Rincón de Soto más activo, haciendo circular más y mejor el balón, la Real Sociedad ha dado un giro de 180 grados. Ha sido como comenzar de nuevo el encuentro, nada tenía que ver la primera parte ni la segunda. La Real Sociedad se ha convertido en ese conjunto letal de la pasada campaña y el Betis, incluso con el 1-1 en el marcador, inexplicablemente, ha dado por perdido el partido.
 
Han comenzado a llover ocasiones para los donostiarras una detrás de otra. Agirretxe, Griezmann, Carlos Vela, Xabi Prieto… la lista de jugadores que han podido hacer un gol es tan larga como futbolistas ha alineado hoy Jagoba Arrasate.
 
Y por extraño que parezca, ese gol necesario para romper el partido ha venido de un no habitual en las alineaciones de la Real Sociedad, lo ha conseguido Ansotegi, de cabeza, a la salida de un corner. El de Berriatua, ha superado a la defensa bética y ha conseguido su segundo gol de la temporada, ambos logrados con la cabeza.
 

Falta de orgullo visitante

Si con un empate en el marcador el Betis jamás ha pensado en la victoria, tras perder el control del centro del campo y estar nuevamente por detrás en el luminoso, ha bajado tanto los brazos que se ha mascado una humillación histórica.
 
El propio Garrido ha achacado a sus jugadores la falta de actitud y de orgullo para intentar no perder por tantos goles, “debemos aprender que es mejor perder 4-2 que 5-1, principalmente por nuestros seguidores y nuestra autoestima”.
 
Pero la Real Sociedad no estaba para ser benévola, y menos algunos de sus jugadores que tenían que saldar algunas cuentas con sus aficionados. Y uno de ellos era Imanol Agirretxe, el de Usurbil ha peleado con tanta fe un balón en el centro del campo que ha provocado un contraataque tan rápido como letal. Ha cedido a Carlos Vela y el centro de este ha sido rematado al fondo de las mallas por Antoine Griezmann. Un gol más para la cuenta particular del francés.
 
No ha terminado ahí la exhibición de Agirretxe. El de Usurbil, que no había conseguido ni un solo gol en toda la temporada ha logrado el segundo de su cuenta particular y el cuarto para su equipo tras rematar de zurda un servicio de Rubén Pardo.
 
El gol que cerraba la cuenta de los donostiarras ha vuelto a llegar desde la banda de José Ángel, incansable esta tarde, quien ha centrado para que Xabi Prieto, en el segundo palo, haya mandado el balón al fondo de la red.
 

La hora de los reconocimientos

Jagoba Arrasate, conocedor de las relaciones entre público y jugadores, ha querido crear un espacio de convivencia con los cambios realizados. Un pequeño homenaje para los jugadores que han realizado un gran segundo tiempo y han posibilitado una nueva victoria para la Real Sociedad. En orden de sustitución, han sido reconocidos con una gran salva de aplausos, Agirretxe, Rubén Pardo y Antoine Griezmann.
 
Tampoco ha dado tiempo para más, solo para ver la frustración de algunos jugadores del Betis que, inexplicablemente, vuelven a Sevilla con una manita que tampoco les hace mucho daño en la clasificación pero si, y mucho, en la moral que parecía estaban recuperando con la llegada de Garrido.
 
Veremos que ocurre de aquí a final de temporada pero hoy Anoeta, ha visto a un colista atípico, que sabe jugar a fútbol, que ha maniatado a la Real Sociedad en la primera parte, que tiene llegada pero que vive atenazada por el miedo. Y ese miedo, de no superarlo, les puede llevar a segunda división.