Jokin Aperribay, presidente con el 97% del apoyo de los accionistas

Jokin Aperribay podrá seguir trabajando con tranquilidad en la consolidación de la institución así como en el proyecto deportivo que comenzó en su mandato allá por el año 2008. Él y su equipo sacaron a la Real Sociedad del abismo en el que se encontraba por aquellas fechas y los accionistas no se olvidan del gran trabajo realizado, respaldando su gestión casi de forma unánime.

Jokin Aperribay desgranó en su intervención los 6 puntos que para su directiva han primado y seguirán siendo claves en el camino de la actual Real Sociedad: Una Real más fuerte en lo institucional, con mayor ambición deportiva (ser un asiduo de las competiciones europeas), que haga de Anoeta el pilar para el crecimiento deportivo y social, con estabilidad social y económica, con visión territorial y actuando como referente de toda Gipuzkoa y determinante. Claves que según él han llevado a la Real Sociedad a la regeneración institucional y deportiva.

Un presidente que pasará a la historia de la Real Sociedad

Tras lo acontecido ayer en el Velódromo Antonio Elorza de Donostia, Jokin Aperribay se puede convertir en uno de los presidentes que más tiempo ha estado en el cargo. El actual máximo mandatario, de cumplirse lo decidido ayer en asamblea y no mediar ninguna moción de censura que lo desbanque del cargo, llegará en el sillón presidencial hasta 2018. 10 años ininterrumpidos con los que supera a presidentes que marcaron una época en el club txuri-urdin.

El más longevo de todos los presidentes que ha tenido la Real Sociedad ha sido el desaparecido José Luís Orbegozo quien se mantuvo en el cargo durante 16 años consecutivos. Fue él quien vivió las mieles del triunfo con la consecución de las dos ligas que adornan las vitrinas de la Real Sociedad pero, así mismo, fue quien vio descomponerse el club en los albores de la fractura que hoy día preside el fútbol español.

En su despedida del cargo, aún con el dulce sabor de la victoria y el recuerdo reciente de las Copas que levantó su equipo, dejó una sentencia que desgraciadamente casi ha estado a punto de cumplirse: "Dejo un club herido de muerte", señaló en 1983, porque entendía que los cambios que se atisbaban en el fútbol (elevados después a la enésima potencia) iban en detrimento de los clubes pequeños, más soportados por la fe que por las obras.

La Real Sociedad, por entonces, se encontraba acosaba por la fuga de cerebros, la interminable retahíla de fichajes de sus mejores futbolistas por clubes cercanos (el Athletic) o lejanos (el Barça). Ahí Orbegozo entendió que aquello iba a ser demasiado para la Real, casi obligada, empujada a inmiscuirse en un mercado que en cierto modo podía pudrir sus raíces.

Tras las dudas planteadas y el cansancio acumulado, incluso, para poder presentarse a la reelección, no sabemos si Aperribay podrá llegar a mantenerse tantos años en el cargo como el histórico dirigente. No obstante, el empresario de Deba, de cumplirse el mandato, será el segundo presidente que más años vaya a estar en el sillón presidencial.

Esperemos que estos años sirvan para poder llevar a cabo las propuestas que ayer lanzó en la asamblea y la Real Sociedad continúe por la senda de la estabilidad, del camino que llevó a los blanquiazules a la salvación deportiva e institucional: apuesta por la cantera y equilibrio económico.