La Real Sociedad se presentó en San Mámés sin ningún miedo hacia un rival que ya, la jornada pasada, había logrado certificar matemáticamente la clasificación para la previa de la Champions League. Una Real, que salió como en ella es habitual, aunque esta actitud solo aparezca en los encuentros de Anoeta. Con las líneas adelantadas presionaba a aquellos jugadores encargados de generar el fútbol ofensivo de los rojiblancos y de esta forma, primero Vela y seguidamente Chory Castro crearon las primeras ocasiones de gol del partido.

El Athletic no era capaz de sacar el balón trenzado y tanto Susaeta como Muniain tenían problemas para conectar con Ander Herrera y Mikel Rico y, generar así, alguna ocasión de gol. El empuje inicial de los rojiblancos se vio frenado de este modo por Jagoba Arrasate, acumulando hombres en el centro del campo y atascando el juego entre líneas de los rojiblancos.

Un once inicial lleno de sorpresas

Jagoba Arrasate sorprendió a todos sentando en el banquillo a Griezmann y Agirretxe y situando a Canales, Zurutuza, Xabi Prieto y Markel Bergara ahogando a la zona de creación del conjunto de "Txingurri" Valverde. Además, situó en punta a un Chory Castro que pocas veces había sido titular esta temporada.

La jugada le salió bien al entrenador de Berriatua. Consiguió maniatar al pulmón del Athletic, un Mikel Rico, que a pesar de haber tenido un par de ocasiones en las que pudo mandar el balón al fondo de las mallas, no bregó como en él es habitual. Ander Herrera, por su parte, tampoco podía jugar el balón con comodidad y, en esta situación, el Athletic, comenzaba a hacer aguas.

La Real Sociedad jugaba cómoda, a pesar de los sustos que Muniain daba a Carlos Martínez. La banda derecha del Athletic era la única capaz de profundizar y hacer peligro en la portería de la Real Sociedad Primero Susaeta, posteriormente Toquero, rompieron la ordenada defensa de los donostiarras pero sin poder variar el resultado del marcador.

La Real Sociedad no se amilanaba y cada ocasión local era respondida por los visitantes y vecinos con otra jugada de peligro. En una de ellas, primero Xabi Prieto con un gran remate de cabeza y seguidamente Markel Bergara, con un disparo al palo, pudieron adelantar a los donostiarras pero Iraizoz se encargo de desbaratar el peligro. Así se llegó al final de la primera parte.

Una segunda parte llena de alternativas

Jugadores y entrenadores se conjuraron para que en la segunda mitad no decayera el espectáculo y ambos equipos metieron una marcha más al encuentro. El primero en dar un golpe encima de la mesa fue el equipo de casa. Los rojiblancos, en un saque de banda intrascendente, se encontraron con un balón que salía repelido y trastabillado de los pies de Zurutuza. Este llegó a Muniain y, sin pensárselo dos veces, el joven jugador rojiblanco lanzó un disparo envenenado que tras hacer una parábola se coló por el ángulo izquierdo de Claudio Bravo, quien a pesar de su gran estirada no pudo hacer nada para detener el lanzamiento.

San José pudo hacer penalti a Carlos Vela que el árbitro no vio 

Los de casa abrían el marcador, lo que parecía definitivo para lograr los tres puntos y el primer triunfo en un derbi. Pero la Real Sociedad seguía a lo suyo, buscaba balones largos para Vela y Chory Castro para que sorprendieran en velocidad y, en más de una ocasión, lo hicieron. Carlos Vela ganó más de un mano a mano a Iker San José y creo tanto peligro que en una ocasión, el central del Athletic tuvo que hacerle penalti para detenerlo. El colegiado, no vió la pena máxima y la jugada no pasó a mayores.

Jagoba Arrasate utilizó todos sus recursos para voltear un marcador que no le servía para nada. Sacó del terreno de juego a Canales, algo apagado en el encuentro de San Mamés, a Xabi Prieto y De la Bella, aquejado de una lesión. El lugar del lateral lo ocupó Iñigo Martínez quien, junto a a Agirretxe que sustituyó a Xabi Prieto, fueron claves para lograr el tanto de la igualada. 

Una arrancada de Iñigo, una pared que le sirvió para profundizar por el lateral izquierdo le habilitó para enviar un balón raso a Vela. Éste avanzó por el centro y esperó la arrancada de Agirretxe quien tras recibir el balón regateó a Gorka Iraizoz y mandó el balón al fondo de la portería sin ninguna oposición.

Un gol que ponía nuevamente las tablas en el marcador y que hacía justicia a un encuentro, jugado de poder a poder, con gran deportividad y un ambiente encomiable para un encuentro de este nivel. El próximo año, estos dos conjuntos volverán a Europa por la puerta grande.