El 3 de junio de 2013 Philippe Montanier anunciaba que abandonaba San Sebastián, dejando el banquillo de la Real Sociedad huérfano durante días. Tras conseguir convertir las críticas en elogios, el técnico francés terminó la temporada 2012/2013 con una idea en su cabeza, no volver a pasar por esa experiencia. La oferta del Stade Rennais le ofrecía todo cuanto deseaba, un proyecto a medio largo plazo y tiempo, mucho tiempo para poder trabajar cómodo y poder madurar un sistema de juego sin jugarse el puesto cada jornada. Mientras tanto en San Sebastián comenzaba la búsqueda de un nuevo entrenador.

Año I

Pepe Mel o Laurent Blanc fueron los nombres que sonaron más fuerte vinculados a la Real Sociedad. Dos entrenadores contrastados y con experiencia. Ninguno fichó por la Real Sociedad. El elegido fue Jagoba Arrasate bajo la bandera del continuismo del modelo de Montanier, el segundo entrenador a las órdenes del técnico francés sería el nuevo encargado de llevar a la Real a Europa. La noticia no fue bien recibida por los aficionados, la Real podía volver a la máxima competición europea y sería un técnico desconocido el que llevase las riendas del equipo pro Europa. De Jagoba se decía que tenía buena relación con el vestuario y que comulgaba con las ideas de Montanier… No había mucho más que decir. La Real consiguió clasificarse para la fase de grupos de la Champions League tras derrotar al Lyon a doble partido con exhibición de Vela, Griezmann y Seferovic. Parecía que todo seguía tal y como habría sido con Montanier. Llegaron los partidos de competición Europea y comenzó la caída libre del equipo. El balance final: 1 punto en 9 partidos y la Real fuera de la Champions dejando atrás un balance de malos resultados en Liga y lesiones musculares, fruto de la acumulación de partidos.

La Real fue incapaz de ganar un partido en Champions . Fuente: EFE

A partir de ahí la Real comenzó a remontar el vuelo en el campeonato doméstico. Griezmann y Vela formaron una sociedad letal que alcanzó sus mejores registros la pasada temporada. Goles y asistencias. El poderío ofensivo de la Real avasallaba a sus rivales en la liga doméstica con solo estos dos jugadores, los goles y los resultados enmascaraban la ausencia de algo imprescindible en un equipo que aspira a estar en los primeros puestos del campeonato: un entrenador. Planteamientos extraños, falta de reacción, decisiones erróneas, no saber llevar a determinados jugadores… son algunas de las características de Arrasate en su primera temporada en la Real. La Copa del Rey fue un bálsamo para el equipo, las semifinales frente al FC Barcelona dejaron buen sabor de boca pese a la eliminación. Aún se sigue rumiando en Anoeta aquel fallo de Gorka Elustondo. A partir de ahí el equipo se desinfló y empezó a perder fuelle hasta caer a la 7ª posición. El empuje de Athletic Villarreal y Sevilla pudo con el conjunto donostiarra y condenó al equipo de Arrasate a jugar una ronda extra para clasificarse para la Europa League.

Año II

La salida de Griezmann y Bravo, dos pilares fundamentales en la Real, así como la marcha de Seferovic y José Enrique dejaron a la Real con un equipo necesitado de relevos de garantías. Yuri, Finnbogason y Rulli llegaron para recomponer la plantilla. Tres relevos para cuatro bajas, así es, fallan las matemáticas.

Finnbogason en su presentación como jugador de la Real Sociedad. Fuente: Real Sociedad

Ni la calidad de los relevos es la misma que la de aquellos que dejaron el equipo, ni el entrenador ha sabido hacer uso de ellos. Finnbogason, el fichaje más ilusionante de esta temporada, apenas ha jugado un partido como titular, pese a no desentonar cuando ha dispuesto de minutos. Rulli, lesionado o no, parece condenado al banquillo en favor de Zubikarai y Yuri no goza de la continuidad que quizás le ayudase a recuperar su mejor nivel. La pretemporada comenzó de forma atípica, Jagoba decidió cambiar el sistema, el famoso ‘rombo de la posesión’ no cosechó otro resultado más allá que derrotas y decepciones. A este sistema tan inusual hay que añadir una serie de decisiones extrañas, entre las que destaca la reconversión de Gorka Elustondo en el central que quizás se debía haber fichado en el mercado estival. Así como el castigo interminable al que parece estar sometido Rubén Pardo, un jugador que en condiciones normales debería ser titular.

La eliminación temprana de la Europa League no ayudó a Jagoba. Un desconocido Krasnodar terminaba con las aspiraciones del conjunto txuri urdin, el objetivo más ilusionante de la temporada volaba de buenas a primeras. El panorama se antojaba tétrico. Sin embargo una victoria en liga frente al Real Madrid insufló algo de vida al espíritu de Jagoba, en un partido en el que los jugadores optaron por gestionar por su cuenta ante un rival que dejó escapar un partido que ganaba por dos goles de diferencia.

Granero y Jagoba. Fuente: Real Sociedad
Granero y Jagoba. Fuente: RealSociedad

Sin Griezmann y Claudio Bravo la Real no podía tapar las carencias del equipo sin un entrenador a la altura de la necesidad. Desde aquella victoria la Real no volvió a conocer la victoria, 6 puntos de 27 posibles, un balance paupérrimo que hacía prever lo que parece un secreto a voces. Jagoba Arrasate no seguirá al frente de la Real Sociedad. Pepe Mel, Thomas Tuchel o Juande Ramos son las tres opciones que sobrevuelan Anoeta a la espera de que se decida el futuro del técnico de Berriatúa. Temporada y poco más de dos meses después llega el momento de plantearse si Jagoba debió ser el elegido para acometer los objetivos que tenía por delante la Real, más aún cuando hay que volver a la lista de candidatos que se apartó cuando Montanier dejó el club.