Parece un tópico pero es cierto que todas las victorias no son iguales. El premio siempre son los tres puntos, aunque según las circunstancias o urgencias clasificatorias pueden ser salvadoras, balsámicas o, como la conseguida por la Real Sociedad este domingo, el fin de una etapa y el comienzo de tiempos más ambiciosos.

Porque las jugadoras de la Real Sociedad, además de tres puntos, lograron tumbar a uno de los equipos que jamás habían logrado doblegar; ganaron a un equipo que tan solo había caído ante el Athletic Club, y lo hicieron en su feudo, donde más fuertes se sienten las chicas de Laura Torvisco. Pero también lograron, y he aquí el valor añadido de esta victoria, cerrar el funesto comienzo de Liga que las mantuvo en el fondo de la clasificación hasta hace cuatro jornadas y que, con las tres victorias y un empate conseguidos, ya las colocan a tan solo dos puntos de los puestos coperos.

Sensaciones muy positivas

La Real Sociedad había demostrado en los últimos encuentros que la clave de su recuperación se basaba, además de en la capacidad goleadora del ataque txuri-urdin, en el rigor defensivo y la capacidad de concentración de la línea de retaguardia para no cometer errores. Las donostiarras, a pesar de cuajar buenos partidos, con minutos a la altura de las mejores, siempre cometían errores de concentración y colocación que en muchos casos las condenaban a la derrota, pero desde que esos errores se han ido corrigiendo, la Real Sociedad ha conseguido diez puntos de los 12 disputados, en los que han logrado seis goles y han encajado tan solo uno.

La Real Sociedad doblegó a un Rayo que había encadenado tres victorias consecutivas

Y ayer se volvió a ver esa versión de la Real Sociedad frente a una de sus bestias negras de la competición. El Rayo Vallecano, que llegaba a la novena jornada con tres victorias consecutivas y con una sola derrota no pudo con el empuje y buen juego de las guipuzcoanas, ni tampoco con el buen hacer de todo el equipo txuri-urdin cuando tocó pelear y defenderse cuando más empujaban las franjirojas.

Una Real muy ambiciosa

Tan claro lo tenían las jugadoras de Unai Gazpio que desde el pitido inicial quisieron disputar el balón a las locales. Buscaban adelantarse en el marcador cuanto antes y las vallecanas, sin ocasiones para estirar sus líneas, no pudieron más que trabajar, y mucho, en defensa. Las donostiarras, si resquicios para llegar a las inmediaciones de Gómez, intentaban el gol con lanzamientos lejanos como los que ejecutaron Itxaso Uriarte y Cirauqui.

La mala noticia del partido fue la lesión de Cristina Pizarro, quien dejó el campo con visibles dolores en su rodilla

El Rayo Vallecano, por su parte, sin posibilidad de trenzar jugadas para poner en peligro la portería defendida por Cristina Cornejo, intentaba explotar jugadas a balón parado. Varios córner consecutivos llevaron el peligro al área txuri-urdin pero el buen hacer tanto de Cristina como de la defensa realista hicieron que las jugadas finalizaran sin consecuencias.

La situación más triste del encuentro se produjo en el minuto 28 cuando Cristina Pizarro se fue al suelo y la rayista Patri, de forma absolutamente fortuita, cayó sobre la rodilla de la jugadora blanquiazul. Chini con grandes gestos de dolor tuvo que abandonar el terreno de juego y fue sustituida por Leyre Baños. Todavía se desconoce el alcance de la lesión de la jugadora de la Real Sociedad.

En los últimos minutos de la primera parte, cuando los equipos estaban a punto de encaminarse a vestuarios llegó la ocasión más clara para las txuri-urdin. Ane Bergara remató de forma esplendida un córner pero se encontró con la guardameta local que dando muestras de grandes reflejos desvió el balón por encima del larguero. Con el susto en el cuerpo, las rayistas agradecieron que el árbitro del encuentro pitara el final de la primera parte.

La recompensa llegó en la segunda mitad

Visto lo visto en la primera mitad el 0-0 parecía el el resultado más previsible. Las defensas se imponían a las atacantes y de no mediar fallo alguna, nadie parecía estar capacitada para superar en jugada trenzada la última línea.

Ainhoa Vicente logró un gol espectacular tras engatillar un balón en carrera y enviarlo a la escuadra

Pero la insistencia tiene su recompensa y al igual que lo intentó en la primera mitad con lanzamientos de media y larga distancia, el equipo de Unai Gazpio consiguió el tan ansiado gol a tan solo siete minutos de la reanudación del encuentro. Llegó de un espectacular y duro disparo de Ainhoa Vicente tras pase de Leyre Baños. Recibió el balón fuera del área y a pesar de tener la presión de su marcadora, disparó un zurdazo que se coló por la escuadra de Alicia. La guardameta rayista poco pudo hacer para detener el disparo.

La Real Sociedad se adelantaba en el marcador y recibía un gran golpe de moral para afrontar los minutos que restaban hasta el final del encuentro. Tocaba defender la renta conseguida con tanto esfuerzo y que mejor manera de hacerlo que con la misma disciplina que en la primera mitad y sin encerrarse en su propio área.

Es cierto que la posesión del balón pasó a manos de las vallecanas más, quizás, por el empuje que por el buen juego, pero la Real estaba cómoda en el campo y las locales no ofrecían demasiadas sensaciones de peligro. Las dos únicas ocasiones en las que las franjirojas estuvieron a punto de empatar fueron desbaratadas por dos grandes intervenciones de Cristina Cornejo. Una de ellas a disparo a bocajarro de Jade y otra en una jugada embarullada casi en la misma área pequeña.

La Real Sociedad supo aguantar los ataques del Rayo y le valieron tres puntos muy importantes

Eran los últimos esfuerzos de las rayistas para empatar un partido en el que se encontraron con un rival ambicioso, gran nivel defensivo así como acierto rematador. Empeño y presión que no sirvieron para lograr la igualada ante una Real Sociedad que logró ayer una victoria de prestigio, que rompe con las estadísticas y que la colocan mirando hacia los puestos de Copa de la Reina.

La próxima jornada volverá a tener una oportunidad para seguir con la racha de victorias y sumar otros tres puntos frente a uno de los colistas de la categoría, el Santa Teresa, equipo que ha logrado tan solo cuatro puntos (una victoria y un empate) en las diez jornadas disputadas. Ganar sería el refrendo definitivo a que la Real Sociedad, por fin, ha soltado el lastre de las primeras jornadas.