Jon Ansotegi es uno de los jugadores con mayor trayectoria como txuri-urdin en la actual plantilla, así el experimentado central las ha visto venir de todos los colores, viviendo desde el descenso a la disputa de la Champions League.

Y si el equipo ha tenido muchos altibajos durante su estancia, en el aspecto personal la situación tampoco ha sido fácil, teniendo que hacerse un hueco en el equipo a base de trabajo diario y buenas actuaciones. Son varias las ocasiones en las que ha estado cuestionado y hasta cierto punto desautorizado por algunos entrenadores, pero este hecho nunca le ha quitado las ganas y la ilusión por seguir trabajando desde cada uno de los estatus que ha tenido, aspecto por el que se ha ganado el respeto de una grada, que aunque es crítica con él y con todo el equipo, nunca tendrá ninguna queja de Jon como profesional.

Perfil de jugador interesante

Con una altura de 1,92 metros y una envergadura fuerte, es un perfil de jugador interesante, ya que pese a no ser muy rápido, su labor defensiva por alto puede ser inmejorable si el equipo se enfrenta a conjuntos con delanteros también corpulentos. Este hecho, ha sido aprovechado por los diferentes entrenadores que han pasado por la Real quienes le han alineado para dificultar la opción contraria del balón por alto.

Otro punto llamativo y que es explotado en cada córner que saca el equipo, es el poderío en el remate ofensivo de ambos centrales, ya que son buenos cabeceadores que entran desde segunda línea y con quienes  la defensa rival no cuenta, apareciendo así una situación de superioridad que en varias ocasiones ha acabado en gol.

Siempre ha estado ahí

Además de la faceta deportiva, Ansotegi es de ese tipo de jugadores que hacen grande a un equipo y que muestran personificados los valores del club. Un aspecto que hay que agradecer es su profesionalidad también para con la prensa y la afición, siendo realista y crítico en todas las situaciones sin tratar de maquillar nada cuando las cosas han estado mal y con los pies en el suelo cuando otros han querido volar demasiado alto.  

Aunque el club no siempre le ha tratado como debiera, teniéndose que trabajar cada año de contrato más que otros, es de esos jugadores que un equipo de primer nivel debe tener. Pues no solo hace bien las cosas en el ámbito deportivo, sino que también tiene fuerza en el vestuario en el que da una estabilidad que es muy difícil de pagar.

Es por todo esto por lo que merece lucir el brazalete de capitán en el equipo donde siempre ha jugado y el cual es y será la prioridad en su carrera profesional.

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Sobre el autor
Alberto Martínez García
Amante del fúbol, los coches y la naturaleza. Orgulloso txuri-urdin en una tierra adversa como es Madrid.