No se puede decir que a las jugadoras de la Real Sociedad no les vaya la marcha. Incluso parece que se sienten cómodas en situaciones en las que la adrenalina fluye de forma incontrolada, en las que los sentidos se ponen al límite y buscan a través del empuje, la fuerza y la necesidad la superación de situaciones adversas.

Son auténticas supervivientes, aquellas que con casi todo perdido se lanzan a tumba abierta en busca de un resquicio por el cual encontrar la luz y lograr algo positivo. Seguro que no es algo provocado, ni tan siquiera deseado y que ellas mismas quisieran solventar los partidos mucho antes, pero esta temporada, han paseado más de una vez en el filo de la navaja. Lo hicieron el pasado fin de semana ante el Sant Gabriel, encuentro en el que consiguieron los tres puntos en los tres últimos minutos de partido, y lo volvieron a hacer este domingo ante el Cajasol de Huelva, partido correspondiente a la vigésimo tercera jornada en el que remontaron dos goles y lograron un punto muy valioso.

(Imagen: Huelvaya.es)

Primera parte de color blanquiazul

Como privilegio del equipo local, el Cajasol de Huelva fue quien vistió el domingo de blanquiazul ante la Real Sociedad; rayas como las de las camisetas de las donostiarras, de naranja, que fueron las protagonistas de los primeros cuarenta y cinco minutos de partido. Suyo fue el centro del campo y suyas fueron la mayoría de ocasiones de gol de esta primera mitad. Fruto de tal dominio llegaron los dos goles de las locales, minutos 24 y 44, materializados por Cristina Martín-Prieto y Anita Hernández.

En la primera mitad, la Real Sociedad no fue capaz de hacerse con el dominio del centro del campo

Fue casi un monólogo donde ni Marina Agoües ni Itxaso Uriarte tuvieron ni la oportunidad ni la capacidad de tomar las manijas del partido y se limitaron, como el resto de jugadoras del equipo, a intentar sacar el balón jugado y cortar todas las acometidas de las onubenses. Fue un dominio real aunque un poco descafeinado dado que las locales tampoco llegaban a las inmediaciones del área de la Real con jugadas trenzadas y elaboradas. Era un continuo bombardeo de balones como el que propició el primer gol del Cajasol; una falta casi en el centro del campo que llegó bombeado a las inmediaciones de Mariasun, quien falló en la salida y peinó Cristina Martín-Prieto al fondo de las mallas. Un grave error del cual Mariasun no solo se recompuso sino que la hizo crecerse para realizar muy buenas intervenciones que salvaron el empate.

El segundo gol de las locales al filo del final del primer tiempo pudo haber hecho mucho daño a las jugadoras de la Real Sociedad aunque fieles al espíritu que están mostrando toda la temporada, las txuriurdin se hicieron grandes en la adversidad y fue cuando ofrecieron la mejor versión del equipo en Huelva. El segundo gol de las locales, minuto 44 de partido, llegó por el carril izquierdo del ataque local cuando Virgy, tras caracolear y superar a Marina Agoües, puso un centro al área (el enésimo balón colgado al área de la Real Sociedad) y fue rematado por Anita al palo. El posterior rechace le volvió a llegar a la atacante onubense que, sin oposición, no tuvo más que empujar el balón al fondo de las mallas.

Cambio de cara y remontada

Mucho trabajo fue el que tuvo Unai Gazpio en vestuarios, trabajo que al final del partido fue acertado tras ver el resultado y la remontada de la Real Sociedad. Una remontada que comenzó a cimentarse con el dominio que las blanquiazules comenzaron a tener en la medular. Paradójicamente, a pesar de este dominio, tanto del centro del campo como del balón, fue el Cajasol el que tuvo la primera ocasión y la posibilidad de hacer el tercer y definitivo gol, pero el exceso de agua en el área txuriurdin por el accionamiento accidental del sistema de riego del campo, hizo que Martín-Prieto resbalara cuando estaba a punto de fusilar a Mariasun. Las donostiarras salvaron una bola de break que podía haber sido definitiva, y aprovecharon que seguían vivas en el partido para tirar hacia adelante.

El Cajasol pudo haber dejado el encuentro sentenciado pero sus errores los pagó con el empate de la Real Sociedad

Esta presión fue de menos a más cuando Idoia Agirre, quien llevaba cinco minutos en el terreno de juego, acortó distancias en el marcador. La delantera de la Real aprovechó en boca de gol una buena jugada de Nahikari García y su posterior servicio para empujar el balón a la red y conseguir el 2-1. Este tanto encendió la llama de la esperanza entre las txuriurdin que olieron a sangre y se tiraron a tumba abierta sobre la portería del Cajasol de Huelva.

A partir de ahí el encuentro tuvo un único color, en este caso el naranja de las chicas de la Real Sociedad. La más activa de todas ellas fue Sandra Ramajo que protagonizó varios disparos y remates de cabeza que bien pudieron haber costado algún gol a las locales pero que desbarataron no sin problemas entre la guardameta y las defensoras onubenses.

En uno de los únicos arreones de las locales, la Real Sociedad pudo haber pagado muy caro el desembarco en el área rival y dejar desguarnecida su defensa, pero Andrea no tuvo ni la tranquilidad ni el acierto necesario para culminar un pase perfecto de Emma Márquez. La delantera andaluza, con todo a su favor y libre de marca, disparó flojo desde la frontal del área cuando pudo haber encarado a Mariasun y lograr el tercer gol.

Itxaso Uriarte puso el colofón a la gran remontada y consiguió que la Real lograra un punto que puede ser muy importante

La tranquilidad de ir por delante en el marcador hicieron que los lamentos de jugadoras y público por la ocasión perdida no fueran demasiado ostentosos aunque tan solo un minuto después se convirtieron en lamentos descarnados, cuando la Real Sociedad por mediación de Itxaso Uriarte consiguió el gol que daba el empate y culminaba la remontada de las txuriurdin. La centrocampista donostiarra tuvo una pizca de suerte al envenenarse un balón centrado desde la derecha y engañar a la guardameta pero el balón encontró la red, que era lo que realmente importaba a las blanquiazules.

Poco se jugó a partir de ese momento. La propia Itxaso Uriarte estuvo algunos minutos caída en el césped a consecuencia de un encontronazo que no tuvo mayores consecuencias y, un minuto más tarde, el partido expiró sin que se moviera más el marcador.

Un punto muy importante que no hace dar un paso de gigante pero que ayuda a mantener el undécimo puesto de la clasificación y sirve como otro golpe de ánimo para que las jugadoras de la Real Sociedad puedan afrontar la recta final de la temporada con mayor optimismo. El próximo escollo lo tendrán en Zubieta, en el encuentro que las enfrentará al Rayo Vallecano.

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