Diego Ifrán vuelve a su país, y lo hace para enrolarse en las filas de Peñarol, del que el propio delantero charrúa ha dicho que llega “al club más grande de Uruguay”. Su retorno a Uruguay llega tras 5 años en España, en donde las lesiones, y la falta de confianza de los entrenadores realistas, han marcado su estancia.

Bien es cierto que en su primer año, el del retorno de la Real a Primera, el jugador de Cerro Chato dispuso de la confianza de su compatriota Martin Lasarte. Para el recuerdo el gol anotado frente al Barcelona aquella temporada, pero no tuvo la misma confianza ni con Montanier, ni con Arrasate, y menos con Moyes, con el que no coincidió, pero que no ha estimado oportuno retener al delantero. En busca de los minutos negados en casa, Ifrán salió cedido en dos ocasiones, con distintas sensaciones.

La primera, en el mercado de invierno de la temporada 2013/2014, fue para vestir la camiseta de un Deportivo de la Coruña que buscaba volver a la Primera División, anotando 4 goles en 11 encuentros, y consiguiendo el ansiado ascenso. Pese a que ambas partes estaban contentas con la otra, y que el propio jugador expresó su deseo de continuar, la pasada campaña llegó la segunda cesión de Ifrán, esta vez al Tenerife.

En el conjunto insular, con el que disputó la temporada completa, el delantero charrúa consiguió sus mejores guarismos, al anotar 11 goles en los 28 partidos que jugó con la camiseta tinerfeña, destapándose como uno de los mejores delanteros de la categoría y, sobre todo, volviendo a recuperar las buenas sensaciones.

22 goles en 96 encuentros ha sido el balance de Ifrán en España

No obstante, sus buenos registros no fueron suficientes ni para la secretaría deportiva, ni para Moyes, que decidieron no hacer efectiva la prolongación de su contrato, provocando la llegada de Ifrán al conjunto aurinegro. En la presentación, además de loar al equipo uruguayo, se mostró muy feliz, afirmando: “Cuando me confirmaron que ya venía a practicar, me sentía como nene chico con juguete nuevo”.