El culebrón del verano llega a su fin, Asier Illarramendi regresa a la Real Sociedad tras fracasar en su aventura como jugador del Real Madrid. Ya sea por falta de oportunidades o porque su nivel no ha sido el esperado, el caso es que Illarramendi ha regresado a la Real Sociedad. 

La afición no perdona

Pese a que el regreso del centrocampista de Mutriku se antojaba necesario para completar la plantilla de la Real Sociedad, la afición no olvida que Illarra se marchó en un momento poco adecuado para los intereses de la Real, justo cuando el cuadro txuriurdin afrontaba su temporada más ilusionante en los últimos años al clasificarse para la UEFA Champions League.

Su marcha supuso un enorme revés para la real, que no supo reponer su baja en el centro del campo, y malogrando una plantilla y una idea de juego que en la temporada pasada había llevado a la Real Sociedad a un nivel de juego y competición muy por encima de lo acontecido en los últimos años. La exigencia será máxima. La afición no olvida. De su rendimiento en esta temporada se podrá dilucidar si la operación ha sido del todo satisfactoria para la Real, o si el club de Donosti ha recuperado a un jugador peor que el que vendió en su día al Real Madrid. 

Su llegada debería aportar fluidez en el juego

La ‘reincorporación’ de Illarra aportará a la Real Sociedad la fluidez de juego tan necesaria en el centro del campo. David Moyes contará con el hijo pródigo y la piedra angular sobre la que se edificó el proyecto de Monatnier.

Lo lógico sería pensar que Illarra formará pareja con Rubén Pardo en el centro del campo y que el perjudicado será Esteban Granero, pese a que el jugador txuriurdin fue del agrado de David Moyes la pasada temporada. Sin embargo, ‘El Pirata’ no ha terminado de hacer fluir el juego de la manera adecuada para conseguir que la idea de juego del técnico escocés termine de funcionar.

La aportación de Illarra deberá mejorar la aportación del jugador madrileño, y conseguir llevar el equilibrio a la escuadra donostiarra. Algo que no es tarea fácil, si tenemos en cuenta que será el cuarto inquilino en el centro del campo que ha pasado por esa posición, tras Bergara, Elustondo y posiblemente Granero.