La Real comenzó el encuentro presionando la salida de balón del Sevilla. Los realistas, conscientes de la importancia del encuentro, salieron decididos desde el principio, manteniendo la clara idea de tener la pelota. A pesar de ello, se encontraron con un Sevilla bien plantado sobre el césped.

Los realistas comenzaron a ubicarse mejor, dejando a un lado la alta presión con la que comenzaron y fue el turno de los de Emery, quienes comenzaron a llegar con más peligro, aprovechando las subidas de Ferreira por la banda derecha. En esas en las que no pasaban grandes cosas en el encuentro, Andreolli tuvo que retirarse del césped tras sufrir una fea caída cuando se disponía a alcanzar el balón. En su lugar ingresó en el terreno de juego Kolodziejczak.

Sin claro dominador en el primer tiempo

El encuentro fue igualándose a medida que pasaban los minutos, y las ocasiones se sucedieron en ambas porterías. El Sevilla dispuso de dos buenas oportunidades rebasado el ecuador del primer tiempo, primero fue José Antonio Reyes, con un zurdazo que salió a escasos centímetros de la portería de Rulli, y poco después, Rami cabeceó con peligro un balón que el guardameta argentino tuvo que palmear a córner.

Canales desplazó su posición más hacia el centro,con la intención de ganar superioridad ante el medio campo rival. El cántabro dispuso de la mejor ocasión de su equipo en la recta final del encuentro, con un latigazo con la izquierda que salió rozando el palo izquierdo de Rico.

El Sevilla comenzó la segunda parte avisando del potencial del que dispone, e Immobile, tras una fantástica dejada de Iborra, tuvo cerca el primer gol del partido. El encuentro no cambió mucho respecto al primer tiempo, los dos equipos mantuvieron su plan inicial, y no hubo un claro dominador. Las ocasiones comenzaron a llegar por ambos lados. Yuri, con un remate de volea desviado avisó a la que sería la parada del partido; Prieto fusiló con la derecha un envío de Yuri, y Rico realizó una sublime parada.

El partido se mantuvo parejo con el paso de los minutos, aunque fueron los hispalenses, los que hasta llegado al ecuador del segundo tiempo, llevaron ligeramente el peso del encuentro. La entrada de un activo Konoplyanka sirvió de revulsivo al buen hacer de Reyes en la primera hora de partido.

Krichowiak, aliado inesperado para la Real 

A pesar de ello, fue a balón parado -una faceta en la que la Real no había tenido mucho éxito- llegando a la media hora del segundo tiempo, cuando la Real comenzó a decantar la balanza a su favor. Un envío desde la derecha de Pardo lo peinó Rami hacia atrás, y Agirretxe, libre de marca, batió con un potente disparo al guardameta Sergio Rico.   

Fue un duro golpe para los de Emery, que lejos de reaccionar, vieron como a los pocos minutos encajaban el segundo gol del encuentro: en una acción similar, tras un balón cabeceado primero por Illarra, y después por Krychowiak, Prieto anotó con un disparo por bajo al guardameta Rico. Fue la puntilla a un Sevilla que se mostró muy sólido en el aspecto defensivo.

Los hispalenses fueron a la desesperada, y Gameiro sustituyó a un Immobile venido a menos en la segunda parte. En una buena acción de Ferreira, Rulli tuvo que sacar el pie derecho para evitar mayores consecuencias. La Real trató de aprovechar los espacios, y el canterano Oyarzabal, incorporado al césped en la segunda parte, pudo batir la portería sevillista en una acción personal, pero Rico detuvo bien el disparo. La Real, aguantando bien la posesión del esférico, durmió por completo el partido ante un impotente Sevilla, agotado por el esfuerzo realizado en los minutos previos.