Tras un paso fugaz por el Real Madrid, Asier Illarramendi regresó a su casa, la Real Sociedad. El donostiarra formado en Zubieta fue fichado por unos 15 millones de euros, tras estar por fuera dos temporadas en el Santiago Bernabéu. Sin tapujos, Asier también piensa que su paso por el Real Madrid fue muy corto, y que no esperaba regresar tan pronto a su exequipo. Regresó siendo un hijo pródigo, y tras varias semanas de trabajo, recuperó el aprecio de la afición txuri-urdin.

El paso de Illarra por el Real Madrid no fue fácil. Desde el principio, le atizaron la responsabilidad de ser el relevo generacional de Xabi Alonso por varias similitudes entre ambos, entre ellas, haber surgido de la Real Sociedad. Además de la expectativa que generó su gran última temporada en la Real, y su gran Mundial Sub-21. Aunque su comienzo no fue malo, el desenlace de su primera temporada en Los Blancos sería la peor. Era de las primeras opciones en el banquillo de Ancelotti para saltar al campo, incluso como titular, y tuvo grandes partidos que hicieron que se ganara el afecto del Bernabéu, que le ovacionó en varias ocasiones.

Disputó los últimos minutos de la final de la Copa del Rey, que el Madrid ganó, y luego vino su regreso a Anoeta, ahora con la camiseta madridista. La que fue su afición, le recibió de la peor manera: con pitos, y cánticos como "Illarra muérete". En aquel partido, tuvo la fortuna, o el infortunio, de marcar el primer gol del partido, lo que desató la ira de la afición txuri-urdin. Esto sin duda, causó un golpe moral en Asier, que días después, disputaría uno de los peores partidos de su carrera: la vuelta en Champions contra el Borussia Dortmund.

Fue titular para este partido, debido a sus buenas actuaciones. Sin embargo, tuvo un pésimo partido, concediendo un gol por un error suyo. Fue sustituido por Casemiro en el entretiempo, y desde ese día, Ancelotti, la afición e Illarramendi, perdieron la confianza en Illarramendi. Sí, perdió confianza en sí mismo. Ancelotti lo anunció como titular para la final de Champions por la suspensión de Xabi, y de imprevisto alineó a Khedira. Otro golpe a la moral del donostiarra. Duró una temporada más en la Casa Blanca, en la cual la falta de confianza del italiano en él, se vio reflejada

Sin embargo, no todo fue malo para él. Tuvo la oportunidad de disfrutar de sus últimos minutos como madridista en pretemporada, y aunque en sus planes no estaban abandonar la disciplina del Real Madrid, el de Mutriku regresaría a casa para tener un segundo comienzo a sus 25 años. El hijo pródigo volvía a Anoeta, y como siempre, estaban los escépticos que lo pitaban por la supuesta traición al escudo realista. Sin embargo, de los que lo pitaban ya no queda si no el recuerdo.

Él mismo lo dijo. "Espero que los pitos se disipen cuando vean que estoy entregando el cien porciento en el campo", dijo Asier tras su primer contacto como nuevo jugador txuri-urdin en la presente temporada. Y así fue, sus deseos se cumplieron. Fue titular pocos días después de su presentación, y pese a estar algo falto de ritmo, se le veían las ganas de volver a su nivel. Jornada tras jornada, ha venido demostrando su talento, siendo siempre de los más destacados de la Real, un equipo que pese a que no ha tenido un buen arranque, poco a poco se le ven destellos de mejoras.

Con Moyes fue el eje del equipo, y con la llegada del nuevo míster, Eusebio Sacristán, nada cambió. Desde su posición de pívot o mediocentro defensivo, lleva los hilos del equipo, y maneja los tiempos. Su aporte al equipo aún no se transforma en goles, puesto que no ha dado su primera asistencia, pero su aporte ofensivo se ve traducido en el campo, con sus pases que rompen líneas y ponen en posiciones favorables a sus compañeros.

Nunca vio como un paso atrás el regresar a la Real, según dijo en rueda de prensa, y quizá eso es la clave de su buen rendimiento. No ve con malos ojos regresar de un equipo como el Real Madrid, que pelea siempre por ganar todos los títulos, a la Real Sociedad, que tiene como meta llegar a Europa League. Trabaja para ayudar a su equipo, más que a su carrera profesional, y eso es lo que hace que sobresalte. En nada cambio Asier en su paso por el Bernabéu, hablando de su personalidad, claramente.

Si hablamos futbolísticamente de Illarra tras su regreso, hay que decir que ahora es un jugador mucho más maduro, y con más recorrido. Le sirvió mucho entrenarse junto a los mejores del mundo. Ya pasó por momentos muy complicados, y prefirió seguir persistiendo a tomar la salida fácil y abandonar. Una Champions League, una Copa del Rey, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes no son cualquier cosa en un palmarés. Si bien, no fue pieza fundamental en la consecución de estos campeonatos del Real Madrid, siempre tuvo minutos en cada una de estas cuatro competiciones

Hoy por hoy, Asier Illarramendi está siendo uno de los mejores mediocentros en la Liga BBVA, pese al mal inicio liguero de la Real. A base de esfuerzo, perseverancia y trabajo, retomó el nivel que lo puso ante los ojos del mundo del fútbol, y ahora con el plus de tener amplia experiencia a sus 25 años, pese que pasó dos años sin tener mucho protagonismo y minutos, que es lo que ahora recuperó en casa, la Real Sociedad.