Que el dominio en el centro del campo es esencial para la consecución de un resultado positivo en un partido es innegable y que la Real Sociedad ha probado mil y una formas de estructurar esa línea en el terreno de juego también.

No hay una fórmula mágica y lo probable es que lo que funciona en un partido requiera cambios a la hora de enfrentarse a un nuevo rival. En ese sentido, de manera discreta, Rubén Pardo ha demostrado ser uno de los jugadores más versátiles de la plantilla realista.

La competencia para ocupar el centro del campo en la Real es amplia y el resultado obtenido por el club donostiarra hasta ahora, irregular. Sobre el riojano siempre han caido las críticas y las responsabilidades: "no está preparado", "le faltan minutos", "se le nota nervioso"... Y quizás haya sido cierto, pero un partido lo juegan once y sin la colaboración de todos las cosas nunca salen.

Han sido exagerados los errores que se le han atribuido a Pardo y es justo decir que el centrocampista txuriurdin no ha sido reconocido como se merece en la Real. No me refiero a club ni compañeros; me refiero a prensa y afición. Los motivos de  esto no los vamos a analizar, ya que con seguridad el propio jugador es consciente de estos comentarios y sabe como enfrentarse a ellos; pero es de justicia hacer un breve resumen de las últimas actuaciones de Rubén Pardo en el conjunto txuriurdin.

Los datos

- Es el jugador que más asistencias de gol ha hecho en lo que llevamos de temporada. No es el jugador que más minutos ha tenido; pero si lo que cuenta son los resultados y para ganar hacen falta goles, desde luego que el número de asistencias aportadas por un jugador son importantes.

- La presión a la que somete a los jugadores rivales y el número de balones recuperados permite que el equipo rival no llegue al área realista tanto como quisiera.

- Sus centros son milimétricos. Cierto es que en ocasiones se le van los balones, pero hay que intentarlo y terminar las jugadas. La mayoría de las ocasiones su concentración en el terreno de juego le permite saber donde se encuentran sus compañeros y ajustar al máximo sus centros y pases.

- Su actitud dentro y fuera del terreno de juego es un plus. Aporta calma, serenidad y saber estar. 

- Nunca ha transmitido una queja y eso que ha tenido motivos para hacerlo. Ha sumado varios partidos consecutivos demostrando tener un buen nivel y pese a ello, en ocasiones no ha logado la titularidad. Supongo que habrá cosas que no comprenda y que haya hablado con quien haya tenido que hablar, pero su capacidad para asumir este tipo de decisiones demuestran que ante todo es un profesional que conoce su profesión.

- Cada vez que se sienta en rueda de prensa reconoce errores, si los ha habido, aprecia la capacidad de mejora y transmite compromiso y seriedad con el club.

El riojano está en uno de los mejores momentos de su carrera deportiva. Su trabajo en el campo es de los que no se aprecia, pero ha resultado vital en los últimos encuentros de la Real. Dejar que siga creciendo y que lo siga haciendo en un club en el que se sienta valorado y reconocido; será lo mejor para la Real.