Diego Reyes está en un gran momento. El central mexicano, desde la llegada de Eusebio no estaba contando con todos los minutos que sí que tenía con Moyes. La grada y el banquillo habían sido sus lugares más frecuentes durante estos últimos partidos. Hasta que llegó Cornellá. Todo hacía pensar que apostaría por Xabi Prieto, retrasando la posición de Illarra al pivote, o incluir ahí a Markel Bergara, que estaba a un partido de llegar a los 200. Pero puso a Diego. 

La cosa no pudo ir mejor. El equipo ganó 0-5, el mexicano marcó un gol a la salida de un córner y se mostró bien y seguro en esa nueva demarcación, nueva para él en la Real, pero no en su carrera profesional. 

El siguiente partido de la Real era en casa ante el Granada, penúltimo clasificado y con la necesidad de sumar para llegar al derbi con un buen colchón de puntos y buenas sensaciones. Reyes repitió titularidad pero ya en su puesto habitual, el de central, sustituyendo a Iñigo Martínez, que fue suplente por precaución a una posible quinta amarilla que acarreara suspensión. 

Ante el Granada, Diego Reyes cuajó también un magnífico trabajo sustituyendo a uno de los pilares del equipo como Iñigo. Fue buen al cruce, marcó bien a El-Arabi e hizo buenas coberturas a Yuri, que era el lateral de su perfil. Cuando había que hacer presión al centro del campo, también salía de zona con tal de cumplir con su cometido. 

¿Y ahora qué?

Después de estos dos grandes partidos consecutivos de Diego Reyes llega el derbi ante el Athletic. Por méritos está claro que debería salir de inicio, pero también es cierto que tampoco nadie ha hecho deméritos para salir del once base. Lo que si está claro es que parece que la situación de Reyes ha cambiado en la Real. Ha pasado de ser un jugador que no contaba prácticamente nada, a ser un jugador muy aprovechable para Eusebio.