Una de las cosas más bonitas del fútbol, y que más encandilan a los aficionados es ser un One Club Man, o lo que es lo mismo, jugador de un solo club. No obstante, esto resulta muchas veces muy difícil, ya sea por motivaciones económicas, por ganas de crecer deportivamente, o bien por falta de calidad o adaptación para jugar en un club.
Sin rumbo fijo
Dejando a un lado el tema económico, esto es lo que le ha pasado a Finnbogason, que a sus 27 años ha vestido la camiseta de 7 equipos de 7 ligas y países distintos. Ya sea porque el equipo le quedaba pequeño, o bien porque le quedaba grande, el islandés no ha encontrado su sitio en el mundo futbolístico. Hasta ahora.
Digo hasta ahora, porque como informa el medio local Noticias de Gipuzkoa, Finnbogason habría mostrado su interés de permanecer en el Augsburgo la temporada que viene, a pesar de que el contrato de cesión del jugador al club alemán por parte de la Real Sociedad finaliza al término de esta campaña.
Desde su llegada en el mercado invernal, comenzó la temporada en el Olympiacos sin mucho éxito, el futbolista islandés se ha hecho con la titularidad, y ha anotado cuatro goles muy importantes para ayudar a su equipo en el objetivo de la salvación.
Feliz en Augsburgo
Además de sus decentes registros goleadores, Finnbogason ha demostrado una rápida adaptación a la Bundesliga, y a la vida alemana, aunque en honor a la verdad es algo por lo que el jugador destaca, su voluntad de adaptarse a la vida e idioma de donde juega rápidamente.
En Donosti ya lo demostró, y siguen siendo muy habituales sus muestras de cariño en redes sociales hacia el club realista o los jugadores.
No obstante, y pese a ese cariño, es lógico que Finnbo quiera quedarse en un sitio donde se siente feliz y querido, y en donde además está rindiendo. Por si fuera poco, el jugador ha mostrado su interés en seguir independientemente si el equipo consigue mantener la categoría o no.