El próximo rival de la Real Sociedad será el equipo dirigido por Paco Jémez, que se juega la vida en Anoeta. Con 35 puntos y en el puesto 17 se encuentra con los mismos puntos que el Sporting y Getafe, que están en posiciones de descenso. Para ello, los rayistas buscarán los tres puntos que certifiquen su estancia un año más en Primera, y depender de ellos mismos para no pensar en otros resultados a falta de una jornada.

El Rayo Vallecano es un equipo que no rinde en Anoeta, porque de las últimas 19 visitas solo ha ganado en tres ocasiones y ha perdido en 12 de ellas, con cuatro empates.  Paco Jémez ha vaticinado el encuentro como un partido complicado, donde se enfrentará a un rival que quiere dejar un buen sabor de boca a los aficionados, tras ser el último partido en casa de la temporada. A todo esto, el entrenador rayista no ha querido opinar acerca de los rumores que le sitúan en el Valencia CF la próxima temporada, y sólo piensa en dejar un año más al Rayo donde merece que es la Liga BBVA.

Por otra parte, las bajas de la Real Sociedad para el partido y la falta de objetivos a falta de dos jornadas para el cierre del campeonato, denota una cierta facilidad para el Rayo. Sin embargo, los directivos y el cuerpo técnico rayista, no quieren que los jugadores se confíen y deben luchar y demostrar que deben seguir una temporada más en la élite del fútbol español. 

Estilo definido y personalidad

El Rayo Vallecano es un equipo que apuesta por un fútbol de toque a espensas del rival al que se enfrenta, y un equipo pegajoso que no se da por rendido. Destaca la presión y jugadores veloces como Bebe, Embarba y delanteros con olfato goleador como Javi Guerra, Manucho o Miku. El sistema táctico que suele utilizar Jémez es el de uno-cuatro-cuatro-dos con dos delanteros y cuatro centrocampistas para controlar la zona del mediocampo para adelante o por el contrario un uno-cuatro-tres-tres con extremos para tratar de complicar la vida al rival. La lesión de Baena provoca que Paco deba introducir a Jozabed en el doble pivote o de interior y introduzca a Trashorras como la pieza más defensiva del engranaje. La última prueba del técnico es el de incorporar a un defensa como Diego Llorente en el centro y colocar a Crespo de central, para equilibrar esa zona del campo. Sin lugar a dudas, el Rayo es un equipo que si tiene que morir muere en el intento y siempre deja marcada su huella allá donde va.