El club realista, mediante una cena el pasado sábado, homenajeo a cinco trabajadores que tras muchos años de servicio se despiden de la entidad txuri-urdin. En dicha cena no estuvo Miguel Lizarribar, Litxi como es conocido, debido a que no pudo asistir.

Además de miembros de la directiva de la Real, a la cena acudieron varios empleados del club estuvieron presentes para homenajear a los que hasta entonces habían sido sus compañeros en una velada donde se recordó con mucho cariño el paso de todos ellos por el club txuri-urdin.

Iñaki Anza

“Antes el club era una familia pequeña y ahora es una gran familia”

Iñaki Anza, ya jubilado desde el año pasado, trabajó durante 44 años en la Real como masajista empezando su labor con tan sólo 17 años y junto a su padre en el departamento médico del club.  El propio Iñaki Anza declaró para el medio oficial del que la Real “antes el club era una familia pequeña y ahora es una gran familia”.

En la misma línea declaró lo siguiente: “El vestuario siempre ha sido ejemplar, el equipo siempre ha sido una cuadrilla”. De todos los años en los que el masajista ha estado en la Real, su recuerdo más feliz es el de Gijón. “El momento de máxima alegría fue en Gijón, el aita también estaba allí, para todos nosotros fueron unos momentos inolvidables”.

Fernando González

Fernando González, conocido por todos como Kako, entró a trabajar en el club txuri urdin cuando tenía 27 años. Su primera función fue la del mantenimiento del campo y, años después, se encargó del almacén y del material.

“Durante veinte años me he encargado de la ropa de la Real, desde alevines hasta el primer equipo”

Quiso aprovechar la ocasión para repasar su carrera en la Real. “Durante veinte años me he encargado de la ropa de la Real, desde alevines hasta el primer equipo, pasando por todas las secciones”. Como es lógico tras tantos años, atesora muchas anécdotas. “Me acuerdo de que el mismo día que la Real estaba jugando en Gijón, el Sanse estaba jugando en Atotxa. Estábamos todos los empleados pendientes del resultado del primer equipo. Recuerdo aquel momento como si hubiese sido ayer”.

Ya jubilado, Kako reconoció que se siente “como si estuviese de vacaciones”, pero aseguró que “va a echar de menos todo, sobre todo la pretemporada, con todo el tema de la ropa”. 

Miguel Lizarribar

Litxi, se despidió del club después de trabajar 44 años en la Real Sociedad. A lo largo de su etapa profesional, desempeñó numerosas funciones y es por ello que tuvo dificultad para alguna de ellas. “No puedo elegir una en concreto, todas me han llenado, cada momento tenía su punto”.

Empezó a trabajar en la Real como entrenador de alevines, más tarde pasó a ser ojeador y después delegado de equipo, desempeñando labores adinistrativas estos últimos años en Zubieta. Si bien no pudo destacar una labor, si que supo decir que es lo que más echará de menos. “La gente, sin duda. Todos los compañeros de Zubieta y del Comité de empresa del que he sido parte estos últimos ocho años”. 

Patxi Illarramendi

Patxi Illarramendi ha trabajó durante 27 años en la Real. El ahora ex entrenador realista afirmó recordar como si fuera ayer la llamada de Expósito ofreciéndole trabajar como entrenador. “No lo dudé y enseguida le dije que sí”.

Primero trabajó con jugadores de categoría infantil, y después con alevines hasta hace cuatro años. Además de entrenador, Patxi Illarramendi ha sido ojeador de jugadores de diferentes categorías. Para él lo más gratificante de su trabajo fue “el ver a los alevines que empezaron con él llegar al primer equipo”.

“Estoy mentalizado para la jubilación”

Por último, reconoció que a pesar de que ya está preparado para su nueva etapa, no sabe cómo se sentirá cuando comience la temporada. “Estoy mentalizado para la jubilación, aunque cuando empiece la temporada y vaya a ver partidos sin obligación, no sé cómo lo llevaré”. 

Alberto Uranga

“Me hizo mucha ilusión entrar a trabajar en el club, he sido realista siempre”

El último de los cinco homenajeados, y no por ello el menos importante es Alberto Uranga, que se jubila tras 44 años de servicio colaborando en el área de mantenimiento del campo. De todos estos años, Uranga destacó lo siguiente: “Me hizo mucha ilusión entrar a trabajar en el club, he sido realista siempre”

Gran seguidor del club txuri-urdin, declaró que desde que empezó a trabajar en la Real declaró que “se habrá perdido cinco partidos contados de la Real por trabajo”. Durante su etapa laboral, y al igual que sus compañeros, atesorá muchas anécdotas y recuerdos, destacando sobre todo el ascenso y los títulos.

Por último, quiso destacar también que es lo que más echará de menos de su paso por el club. “Todos los compañeros y la Real Sociedad, ha sido mi segunda familia. Dejar Anoeta me va a costar mucho”. 

Los cinco empleados se despidieron del club de la mejor forma posible, arropados por sus compañeros y vistiendo la camiseta txuri-urdin. El mejor adiós para toda una vida en la Real. El club realista aprovechó en su página web para agradecer su paso por el club a la par que destacar que para ellos seguirán siendo parte de la gran familia de la Real Sociedad.