Echar la vista atrás dos decenios y mirar el marco blanquivioleta es ver a un ángel de la guarda que defendió los colores del Real Valladolid durante nada más y nada menos que siete años.

Y es que cuando los aficionados del club pucelano preparaban sus mochilas y atuendos para subir a Zorrilla en día de partido, lo hacían con una tranquilidad supina sabedores de que la portería albivioleta estaba bien protegida por César Sánchez.

Sus inicios y temporadas con el Real Valladolid

Cacereño de nacimiento pero vallisoletano de adopción, el guardameta recaló en las categorías inferiores del Pucela muy pronto, procedente del Plasencia. Con 21 años debutó, fue un 24 de mayo de 1992, aunque no guarda un grato recuerdo de aquel día ya que recibió seis goles en un 0-6 del Barça en Zorrilla. Fue el comienzo de una larga historia en el club de la capital del Pisuerga.

Año tras año, César crecía, se hacía grande en una portería siempre caliente. Hábil con los pies, seguro en las salidas y en los balones por alto, el portero extremeño daba una seguridad de vital importancia para que su equipo consiguiera la salvación e incluso metas más altas durante los años en los que él defendió, de manera indiscutible el marco pucelano.

Con él bajo los palos, y jugadores de la talla del croata Peternac, Benjamín Zarandona, o Víctor y liderados por Vicente Cantatore desde el banquillo, el cuadro pucelano logró conseguir una plaza para disputar la Copa de la UEFA en la temporada 96-97 y para adquirir el calificativo de Europucela.

César está en la historia del club pucelano ya que ostenta el honor de ser el portero que más tiempo ha permanecido imbatido en 1ª División dentro del club, con 555 minutos sin encajar un gol, sumados desde el minuto 85 de la jornada 33ª de la Liga 97/98, hasta el minuto 10 de la jornada 2ª de la Liga 98/99. En esa racha, también batió el récord de minutos sin encajar un gol en una misma temporada: 455 minutos.

Su progresión le llevó al Real Madrid

El crecimiento abismal del extremeño en la entidad vallisoletana le llevó en 1999 a fichar por el Real Madrid. Entre 2000 y 2002, Vicente del Bosque, actual seleccionador español decidió darle la titularidad en detrimento de Iker Casillas. En la final de Champions de Glasgow, aquella recordada por el inolvidable gol de Zidane, el cacereño tuvo que ser sustituido por lesión por Iker que acabó cuajando unos minutos finales sensacionales y dando la novena al equipo blanco. A partir de este momento César solo disputaría de forma continua partidos de Copa del Rey.

Sus grandes citas fueron la disputa de dos finales de Copa del Rey, títulos que el Real Madrid no pudo ganar. A pesar de ello consiguió títulos tanto a nivel nacional como internacional (2 Ligas Españolas, 1 Liga de Campeones, 1 Copa Intercontinental, 2 Supercopas de España, 1 Supercopa de Europa)

Zaragoza-Tottenham-Valencia y su adiós en Villarreal

En 2005 y tras su estancia en el Madrid, César recaló en el Real Zaragoza manteniéndose como portero titular durante los tres años de carrera en el club maño (2005-2008).

Ese año, el guardameta extremeño decidió cambiar de aires para fichar por los Spurs para jugar 30 partidos con el Tottenham.

Sin embargo, el ex guardameta del Valladolid regresará a España un año más tarde, en 2009 para fichar por el Valencia para suplir al lesionado Renan Brito. Tras el gran nivel mostrado, el conjunto valencianista decidirá renovarle un año más para acabar un año después en otro equipo de la Comunidad Valenciana como el Villarreal, equipo en el que logrará el record de ser el primer portero en la historia de la Liga Española que disputa un partido oficial con más de 40 años.

A pesar de haber pasado por muchos clubes César lo tiene claro "Fue una etapa de mi vida inolvidable, y al Valladolid siempre lo llevo en mi corazón. Es un club que me ha dado todo, la ciudad que me lo dio todo y sólo tengo palabras de agradecimiento para todo lo que significa la ciudad de Valladolid". Y es que en el conjunto pucelano firmó seguramente las 7 campañas más importantes de su carrera deportiva a la hora de coger experiencia y dar el gran salto.