Humberto Segundo Osorio Botello (24-6-1988, Valledupar, Colombia), es el quinto refuerzo del conjunto blanquivioleta tras la contratación de Bergdich, Alcatraz, Mariño y Heinz. Su fichaje ha estado revestido de una enrevesada historia propia de una telenovela latinoamericana. Amor, odio, dinero, mentiras, furtivos viajes y, como no, un final feliz.

Humberto Osorio, el más deseado

El Real Valladolid, escenificando a ese apuesto galán, intentaba, mediante multitud de ofertas, conquistar a esa dama virtuosa que, en este caso, era Osorio. La serenata tenía su obertura allá por el 7 Julio, unas fechas en las que, posiblemente, debido al calor de la ciudad, se hablaban de disparatadas cifras de seis ceros que para el Madrid o el Barcelona sería calderilla pero en cambio, para un equipo en concurso de acreedores, supondría hacer un esfuerzo económico inimaginable.

El paso de los días y las semanas traían consigo nuevas noticias sobre el colombiano. ¡Humberto ya está en Valladolid!, ¡Osorio se hace esperar!, ¡Las negociaciones se truncan! Una intemerata de titulares que más que aclarar a los aficionados, confundían.

El interés era palpable y su fichaje parecía al caer pero ese esperado momento no llegaba. Empezaban a llegar noticias sobre la propiedad del jugador, un galimatías de números y porcentajes que acababan por aburrir al aficionado estándar del Real Valladolid. El fichaje del vallenato ya no era viable porque clubes de Argentina, Colombia y México pusieron ofertas de gran magnitud sobre la mesa, obviamente inasumibles para los albivioletas.

Fue entonces, a pocos días de iniciar el culebrón del verano, cuando el propio Humberto incendiaba las rotativas de la ciudad: “Me siento motivado por mi llegada al fútbol europeo, este era un sueño que quería cumplir hace tiempo, la idea es mantener a este equipo en la primera categoría de la Liga española. Además me siento feliz porque va a estar un costeño acompañándome allá”. Unas incendiarias declaraciones que ponían en el punto de mira a una directiva que desmentía interés alguno en el delantero.

Las negociaciones parecieron enfriarse y el ex del Real Valladolid y actual goleador del Panathinaikos, Toché, se perfilaba como segunda opción si finalmente el cafetero no llegaba. Paralelamente, Barmettler fichó por el Valladolid, los amistosos de pretemporada iban sobre ruedas y otro delantero llamaba tímidamente a la puerta de la franquicia pucelana, Jacob Mulenga.

Un mes después del comienzo de la historia interminable, se anunciaba que Humberto Osorio viajaba definitivamente a España. El trayecto, que pareció durar una eternidad, finalizó con una reunión entre el jugador, sus representantes, el presidente del Valladolid, Carlos Suárez y el delegado, Paco Santamaría en un conocido hotel.

Un par de días después todo llegó a su fin. El colombiano ya era nuevo jugador de los de Juan Ignacio Martínez y completaba así la posición de delantero centro. Javi Guerra y Manucho tendrían que luchar mucho para quitar la titularidad al ansiado fichaje del verano.

Trayectoria

Tiene una larga trayectoria para solo tener 25 años, un trotaequipos más que un trotamundos, siendo indispensable en cada uno de los clubes por los que ha pasado.

Colombia y Venezuela le proyectaron al mundo del fútbol profesional. América de Cali le descubrió, aunque en su primer año allí, más que éxito consiguió una cesión al Estudiantes de Mérida donde ya se puede afirmar con rotundidad que triunfó.

De vuelta en el América de Cali, sus números fueron muy notables, sin embargo, ni siquiera estuvo un año allí ya que el Atlético Bucaramanga se adelantó en las negociaciones y acabó por conseguir sus servicios. Este efímero galáctico dijo adiós también al equipo de Bernardo Redín y el buscavidas tuvo que volver a las andadas, motivado por sus agentes y representantes, quienes parecen mirar más por el dinero que por la felicidad de su representado. Su destino se ligó a tan solo doscientos kilómetros al norte de Bucaramanga, en Cúcuta, dónde no mostró su mejor versión. Estadísticas de BotelloOtra vez, el jugador de las mil caras volvía a buscar suerte en otra parte, ésta vez fue Perú quién le acogió.

El Inti Gas, equipo recién creado en la ciudad de Ayacucho, reclutó al joven Humberto para hacer realidad un prematuro proyecto de equipo que a día de hoy tiene bastantes adeptos. Hizo un año magnífico pero como no, la historia se repetía nuevamente y el colombiano, lejos de echar raíces en algún equipo, tuvo que hacer de tripas corazón y seguir buscando.

Esta vez en su patria chica encontró una nueva oportunidad. Uno de los clubes más punteros de Colombia, el Millonarios, apostaba por él. Lo hizo realmente bien y esperaba renovar con los de Bogotá pero las condiciones impuestas por sus agentes, representantes y sucedáneos no convencieron al equipo del que Osorio se enamoró.

Fuera de sus fronteras, el San Martín de San Juan se interesó en él. Un club de la Segunda División argentina sin mucho cartel. Cuajó otro buen año y por eso mismo, la necesidad de crecer le llevó a buscar nuevas metas, por lo que su siguiente casa ya no sería en América, sino en Europa, jugaría en la mejor liga del mundo y en un equipo que pese a no tener una boyante economía, despliega un fútbol que seduce e invita a ser aplaudido.

Estilo de juego

Es un delantero que, salvando las distancias, se asemeja a Javi Guerra. Tiene gran movilidad y tiende a la asociación y a la creación de jugadas. Tiene una gran técnica, mucha calidad y un buen disparo, buen posicionamiento en el campo, siempre está en el lugar adecuado para llevar el balón al fondo de las mallas. Ha dejado una gran huella en Colombia y en Argentina, de hecho, ya ha debutado con la selección absoluta de José Pekerman y en las inferiores de la cafetera.

Pese a que su estilo de juego es parecido al del malagueño, el que tiene más papeletas para salir del club es el angoleño Manucho, que debido a su astronómica ficha y dado el resultado que ha dado desde que vino al Pucela se le estaría buscando una salida al igual que ha ocurrido con Alberto Bueno.

La historia de un culebrón con más tirón que la de Bale y salvando ciertos matices, muy parecida. El jugador, a modo de chivo expiatorio anhela marcharse a otro equipo, pero es condenado por los que mandan, que, guiados por la codicia echan a perder el potencial de un futbolista que en vez de seguir creciendo, se estanca.

Ficha Técnica
Nombre Humberto Segundo Osorio Botello
Demarcación Delantero
Lugar y fecha de nacimiento Valledupar (Colombia), 24-6-1988
Altura y peso 1,78 m - 78 kg
Temporadas en el Real Valladolid 0
Partidos con el Real Valladolid 1
Debut 7-8-2013, Cagliari 0 - 0 Real Valladolid

Foto: facebook.com
Estadísticas cortesía de: wikipedia