El Rayo Valecano lleva una racha de dos partidos invicto tras un comienzo un tanto irregular al inicio de liga, con tan solo una victoria en siete jornadas. Lejos queda el “eurorayito” de la Liga pasada debido al carrusel de altas y bajas que ha sufrido el conjunto madrileño, a pesar de ello, el objetivo es el mismo: la salvación.
Con la llegada de Jonathan Viera, el Rayo ha encontrado en él un jugador polivalente, que de momento no ha desplegado todo el fútbol que tiene. Es capaz de jugar tanto de interior como mediapunta, aunque le gusta caer a banda.
Por el conjunto ché ha pasado desapercibido, pero lo que le llevo al Valencia a ficharle fue su calidad y visión de juego con el equipo, demostrado con Las Palmas, donde era el jugador más destacado de la plantilla.
Ahora, el jugador canario ha recalado en el equipo de Paco Jémez, entrenador que le hizo debutar profesionalmente. Maestro y discípulo se han vuelto a reunir para tratar de aupar al Rayo Vallecano a lo más alto.
Su estilo de juego
La posición natural de Jonathan Viera es la delantera, pero con su llegada al conjunto madrileño se ha retrasado hasta el puesto de mediapunta, por delante del doble pivote; su función principal es la de enganchar con el delantero.
El jugador ha madurado con el paso de las temporadas y ya no trata de recrearse en su juego regateando una y otra vez al mismo rival. Ahora juega fácil y sencillo, al beneficio del equipo, aunque eso no le exime de demostrar su calidad con alguna acción individual aislada.
A pesar de ser un jugador creativo, cuando tiene la opción de marcar, no duda en hacer uso de su pierna derecha para empalar el balón y tratar de hacer goles. De todas maneras, sus números como goleador no son muy elevados.
Así es Jonathan Viera, un jugador con el que la zaga pucelana tendrá que tener cuidado.