Carlos Suárez, máximo mandatario del Real Valladolid, compareció ante la prensa para, primeramente, alabar la labor de equipo y afición, y después, explicar lo sucedido con Patrick Ebert: “Hay que felicitar al equipo porque ha hecho un esfuerzo tremendo, no sé la afición se ha reconciliado con el equipo o viceversa. En su momento se criticó la grada animación porque se dijo que era fomentar a los ultras, pero han demostrado que llevan año y medio dándonos la razón por el comportamiento que están teniendo. Hoy ha acabado mejor porque han conseguido que volviera el equipo del vestuario y eso viene bien para recuperar la confianza”.

“Ha vuelto a ser el equipo del año pasado, Ojalá sea la segunda piedrecita que hayamos puesto para volver a ser los mismos y salir de la situación complicada en la que estamos”, continuó.

Pasando al tema que verdaderamente le llevó a hacer declaraciones, explicó que la acción que llevó a cabo Ebert, borrándose del encuentro de hoy, es algo que ya amenazó su representante que harían para forzar así su salida del club albivioleta: “Es el plan B que dijo su representante que iba a aplicar, tiene una oferta. Pero los precios en este Club los pongo yo, no necesito el dinero porque cualquier dinero que entre por cualquier jugador irá para anticipar el pago de la deuda de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria”.

Para Suárez, esto fue una falta de respeto hacia sus compañeros, con los que ha compartido vestuario en el último año y medio: “Creo que se ha equivocado en la forma de hacerlo, a mí a las malas es difícil controlarme. Lo que ha hecho es de mal profesional y mal compañero, al final tendrá que buscarse la vida. Yo le dije a su representante que no necesitamos dinero, necesitamos profesionales que quieran sumar. Se ha equivocado y no lo voy a consentir”.

Ante la cuestión de si significará el final del teutón a orillas del Pisuerga, indicó que Juan Ignacio deberá tomar la palabra, pero que el Club le sancionará inmediatamente: “De juego es una decisión del entrenador, pero creo que él ha decidido cuál va a ser su futuro. De tiempo no sé si se acabará ahora o el 30 de junio. Se abrirá un expediente, va a ser sancionado con una rotundidad bestial. De aquí al final de su contrato espero que se comporte como un profesional. Pero no se irá por un euro menos, un céntimo menos, del precio que le he dicho”.

“No admito chantajes de él  ni de ninguno, aquí sufrimos todos, tenemos que apretar todos los dientes. Estoy harto de su nuevo representante, las cosas han cambiado con él, pero no se hacen así. A partir de ahora las normas son distintas, llevamos dos años y medio sin consentir actos de indisciplina”, afirmó, mostrándose muy crítico con el nuevo agente de Ebert.

Para terminar, indicó que Ebert le comunicó en la mañana de hoy que no estaría ante el Villarreal, alegando problemas mentales personales: “Me ha avisado esta mañana, me ha dicho que su cabeza no estaba para jugar. Él verá, a mí el plan B me da igual, que tenga suerte”.