El mago sin conejo y sombrero

La temporada de Óscar González está siendo un camino en cuesta para él, con lesiones físicas, problemas de autoestima y diversos fallos ya sobre el verde. El salmantino, jugador con más calidad de la plantilla, y que ya lo demostró en la campaña pasada, no encuentra su juego; además, en las últimas jornadas, ha errado varias ocasiones claras de gol, a diferencia de lo sucedido en el pasado, cuando era un seguro de cara a puerta. El ‘Mago Óscar’ ha perdido su sombrero y conejo.

El mago sin conejo y sombrero
Óscar se lamenta de la ocasión marrada ante el Rayo. (Foto: Real Valladolid).

Las limitaciones de una plantilla como la del Real Valladolid son evidentes, pero estas no son excusa para no pelear y luchar por un objetivo, la permanencia. Principalmente porque este ya se logró en la temporada pasada, con relativa autosuficiencia, y rayando a un gran nivel futbolístico durante todo el campeonato. Por ello, es el ejemplo perfecto que para jugar a un buen nivel no hacen falta nombres, sino hombres sobre el campo. El conjunto albivioleta tenía a su hombre, su “jugador fútbol”. Óscar González es la manija que mueve al equipo castellano, la calidad en sus botas sirve para hacer jugar a todo un equipo.

Pero, ¿qué pasa cuando este no está? Pues lo visto este año, partidos en los que se perdió ese característico juego de toque, por uno más directo y defensivo; otros en los que el rival y el Real Valladolid parecían jugar a deportes distintos. En definitiva, gran parte de la explicación de este Pucela es la falta de Óscar. El salmantino es ahora un jugador sin confianza, que camina por el campo tratando de dar lo mejor de sí mismo, pero sin lograrlo. Frente al Rayo se pudo ver cómo erraba una de esas ocasiones que antaño definía con brillantez, y como si un vaso se vaciase, su confianza comenzó a marcharse.

Óscar: "Me como mucho la cabeza"

El pasado jueves volvió a tener la oportunidad de regresar, pero no fue así. De nuevo, disparos marrados en clara posición de remate, descontrol en su juego y falto de ideas. Algo que volvió a empeorar sus ánimos, según afirmó en rueda de prensa durante estos últimos días: "Lo que más me duele de las ocasiones falladas es que valen puntos. Me como mucho la cabeza". ‘El Mago’ sigue vivo, pero aletargado, fuera de sí, queriendo regresar con más fuerza que nunca, pero sin el manual para hacerlo. Su sombrero de copa y conejo, han desaparecido con él en su último truco.

Lesiones con consecuencias mentales

Durante varios meses, el salmantino ha estado fuera del equipo por problemas físicos, que se estiraron en exceso por una falta de confianza. Se podría decir, que el mayor impedimento de Óscar para volver a brillas, contando con las lesiones, ha sido él mismo. Y eso es lo que necesita para ser él de nuevo, un gramo de confianza, un solo conato de su calidad. O lo que es lo mismo, un gol, lo más rápido que sea posible, pero sin llegar a la obsesión. El jugador es respaldado por la hinchada, más si cabe después de verle forzar en varios choques para poder estar sobre el verde.

Óscar falló las dos claras oportunidades que tuvo ante el Rayo. (Foto: Real Valladolid).

Ante el Almería tendrá de nuevo la oportunidad de saltar al campo y dar lo mejor de sí mismo, urdiendo de nuevo un truco de magia, portando todos sus efectos personales.Solo con ligero movimiento de varita, preciso y exacto, podrá lograrlo. Su magia ya se ha visto durante momentos puntuales de la temporada, pero es ahora, con todo el pastel por repartir, cuando debe dar un paso al frente, echarse al equipo a la espalda y asociarse con su mejor socio sobre el terreno de juego, Javi Guerra.

Ocho encuentros restan para finalizar la temporada, ocho actuaciones, las más importantes del año, para cerrar el telón por todo lo alto. Óscar estará ahí, solo hace falta que se vista de gala, con su sombrero, capa y carita, y comience a bailar en el césped.Este domingo, a partir de las 12, la primera gran función. ‘El Mago’ se examina, y toda Zorrilla espera el aprobado. Y él, también.