El Real Valladolid afronta la recta final de la temporada con la intención de recompensar la fidelidad de su hinchada con una serie de partidos que marcarán el destino de muchos de los integrantes del plantel pucelano el próximo año, puesto que su continuidad dependerá en gran medida de si los castellanos consiguen mantenerse un curso más en la categoría de oro del deporte rey a nivel nacional. Una de las figuras en las que la mayor parte de las miradas están puestas es la de Juan Ignacio Martínez, un entrenador que cuenta con una gran reputación en el panorama futbolístico con motivo de su trayectoria en el Levante UD pero cuyo prestigio ha perdido algo de fuelle en su periplo a orillas del Pisuerga.

Aun así, hay que destacar que el técnico alicantino ha sido capaz de llegar a las últimas cinco citas de la competición por encima de los puestos de descenso, justamente un punto por encima del Getafe de Cosmin Contra, el equipo que ahora mismo se encuentra en decimoctava posición de la tabla del campeonato doméstico. Muchos son los conjuntos que se encuentran lidiando con la posibilidad de marcharse al infierno de la Segunda División, siendo el Betis el club que parece contar con casi todas las papeletas para militar la próxima campaña en la Liga Adelante. Almería, Geta, Pucela, Osasuna o Elche parece que serán los que deberán pelear hasta el final para eludir las otras dos plazas que llevan directamente a la categoría de plata del fútbol en España, lo que sin duda va a garantizar grandes dosis de emoción y de intriga hasta la prueba definitiva de la presente temporada.

Como dice el Cholo Simeone, una vez que el argentino ha cambiado su discurso, se trata de ir "final a final". Y eso es algo que el entrenador de los castellanos se tiene que grabar a fuego en su mente para lograr el ansiado premio de la permanencia, una cuestión que supondría una bocanada de aire fresco para una entidad que ha estado todo el curso bailando continuamente con las posiciones más comprometidas de la clasificación. Otros bandos como el Granada, el Rayo Vallecano, el Málaga o el Celta de Vigo dan la impresión de partir con una ligera ventaja con respecto a los blanquivioletas y al resto de los equipos mencionados con anterioridad. De hecho, el próximo choque de los pucelanos será precisamente en Balaídos frente al cuadro celeste, por lo que se espera que al menos se pueda sumar un punto en dicha contienda para no perder el tren de la salvación.

Aunque en este sentido conviene destacar una cifra que no es precisamente alentadora en lo que se refiere a los intereses de los albivioletas. Juan Ignacio únicamente ha sido capaz de salir vencedor en ocho de las últimas 50 jornadas que ha disputado en la Liga BBVA, un dato que refleja las preocupantes complicaciones que debe superar el anterior míster granota si desea dejar a los vallisoletanos en el lugar que desean. 17 de esos partidos los dirigió desde el banquillo del Levante, los cuales se decantaron con un balance de dos triunfos, siete empates y ocho derrotas. Pese a ello, no tuvo problemas para que los de azul y grana prosiguieran en Primera e incluso llegaran a participar en la campaña 2012/2013 en la Europa League, un torneo del que fueron apeados en la prórroga por el Rubin Kazan, verdugo del que fuera el campeón de la pasada edición de la segunda competición de clubes más importante del viejo continente: el Atlético de Madrid.

En cuanto a su bagaje en la capital de Castilla, hay que decir que sus números tampoco están siendo mucho mejores de lo que fueron sus últimos resultados con el plantel levantinista. 33 son los compromisos que ha vivido el alicantino como entrenador del Pucela, en los que tan sólo ha salido vencedor en seis de ellos, firmando tablas en el electrónico en un total de 14 encuentros y contemplando cómo su adversario se llevaba el botín de los tres puntos en los 13 duelos restantes. Es evidente que no son unas estadísticas que inviten en demasía al optimismo, pero está claro que la mayor posibilidad de los blanquivioletas de continuar en el sitio que merecen es garantizar la unión de jugadores, cuerpo técnico, directiva y afición para remar todos juntos en la misma dirección.

33 son los compromisos que ha vivido el alicantino como entrenador del Pucela

Después de la derrota en San Sebastián contra la Real Sociedad, tres son los partidos consecutivos que encadenan los vallisoletanos sin conocer la derrota. Además, en estos tres enfrentamientos han conseguido dejar su portería a cero, algo de lo que tiene buena parte de la culpa el portero que ha hecho olvidar la extraña decisión del técnico de condenar a Diego Mariño al ostracismo, especialmente valorando el tema de que estaba siendo uno de los componentes de la plantilla mejor valorados a lo largo del actual curso. El responsable de estas meritorias actuaciones tanto individuales como colectivas es Jaime Jiménez, un hombre que ha sabido asumir que un muchacho estaba mejor preparado que él para ser el guardameta titular y al que ahora le ha llegado su oportunidad. Una ocasión que no está desaprovechando en absoluto, dado que está haciendo gala de sus múltiples cualidades bajo los palos y de la experiencia que ha ido acumulando durante su completa carrera como profesional.

También hay que mencionar que dos son las jornadas seguidas que lleva el Real Valladolid sin ver portería y, por ende, sin obtener la victoria. Una vez que Manucho perforó la red del Almería en el José Zorrilla a los cinco minutos de la confrontación, una batalla que se decantó por 1-0 del lado de los locales, son 265 los minutos que acumula el conjunto pucelano sin transformar una diana. La falta de acierto de cara al gol de los castellanos se puede evidenciar en el dato de que su máximo artillero en lo que va de campeonato doméstico, Javi Guerra, tan sólo ha podido marcar dos tantos en lo que se ha celebrado de segunda vuelta. 13 son los goles que acumula en los 33 envites disputados, si bien es cierto que ha perdido mucho protagonismo y trascendencia en comparación con el tramo inicial de la temporada.

Cinco con los choques que los pucelanos tienen por delante. Cinco finales en las que deberán dar hasta su último aliento con la intención de mantenerse en Primera División, un sueño que ha podido resultar casi imposible en ciertos momentos pero que a día de hoy es una auténtica realidad. Tres de esos partidos serán en el feudo castellano, siendo dos de ellos ante rivales directos como el Espanyol o el Granada, que es posible que lleguen con los deberes hechos a semejantes duelos. El otro oponente que tendrá que visitar el fortín albivioleta será el Real Madrid. Si se pudo tumbar al FC Barcelona hace poco más de un mes, ¿por qué no creer en que hay posibilidades de repetir esa gesta contra los merengues?

Los dos encuentros que los de Juan Ignacio Martínez afrontarán lejos de sus dominios tendrán lugar en territorio gallego (Celta) y andaluz (Betis), por lo que a priori es un calendario apretado pero en el que se espera sumar la mitad de los puntos para certificar la permanencia y permitir que la parroquia pucelana vuelva a tener una gran razón para sonreír. El entrenador blanquivioleta se encuentra en una posición que no resulta para nada sencilla de asimilar, aunque no cabe duda de que empeño, sacrificio, esfuerzo y constancia no le van a faltar con la finalidad de lograr el objetivo que lleva persiguiendo desde que fuera presentado en sociedad como nuevo preparador del bando vallisoletano. Así que conviene esperar para comprobar si el alicantino da con la fórmula adecuada para solventar esta difícil misión, en la que llegará a acariciar el cielo con sus propias manos o se verá en la obligación de asumir su responsabilidad en el hipotético caso de que su camino termine convirtiéndose en un fracaso.