El Real Valladolid B no pudo aprovechar el pinchazo de su más inmediato perseguidor en la lucha por el liderato del Grupo VIII de Tercera División, y regresará a Valladolid de vacío tras su visita a Becerril. En el Mariano Haro se ponían en liza tres puntos de vital importancia para los locales, que debían sumar si no querían convertir en utopía el ahora sueño por la permanencia en la categoría. Un sueño que rápidamente fue tomando cuerpo, puesto que Melero materializaba una falta directa poco antes de cumplirse el primer cuarto de hora de juego, y que ponía el marcador de cara para los palentinos.

Tras este tanto inicial, el Promesas tuvo sus mejores minutos sobre el césped, buscando cuanto antes el empate. A punto estuvo de lograrlo Rubén Díaz en el minuto 24, pero su disparo se marchó desviado por arriba de la meta de Sevi. No fallaría después el granadino, llegada la media hora de juego, poniendo un empate que hacía justicia a lo visto en el campo del Becerril. No cesaría en su empeño el conjunto de Torres Gómez, que continuaba encarando la portería local y buscando el segundo para dar la vuelta al electrónico.

Pero, en vez de eso, se encontró una primera piedra en el camino que después perjudicaría en exceso al conjunto pucelano. Julio, a poco de finalizar la primera parte, pedía el cambio por lesión, dejando su lugar al guardameta suplente, Facundo. Este, rápidamente haría su primera intervención del encuentro, a un remate de Crespo, completamente solo en un córner botado por Melero y peinado por Dani. Sin más cambios en el choque, el colegiado señaló el final de la primera parte.

Los segundos cuarenta y cinco minutos comenzaron con mayor igualdad, sin grandes oportunidades y con los dos equipos bien plantados sobre el césped. Los técnicos, dieron entrada a diversos jugadores que habían partido desde el banquillo, pero no sería hasta el minuto 73, cuando ocurrió lo peor para los de Torres Gómez. Facundo en una acción desafortunada, arrolló a Merino y vio la cartulina roja. Sin cambios, y sin porteros tras la lesión de Julio, el uruguayo tuvo que ceder sus guantes y camiseta a Jorge Pesca, guardameta de circunstancias para lo que restaba de encuentro.

Pesca ejerció de guardameta para la ocasión. (Foto: FJarenal).

El Becerril ganaba una ocasión de oro para marcar otro gol y llevarse una necesitada victoria, mientras que los albivioletas empezaron a pensar que, según lo sucedido, el empate no era mal botín. Pero como dice la Ley de Murphy, si algo puede ir mal, saldrá mal. A cinco minutos del final, Adrián tuvo que cortar la acción local de manera ilegal, viendo una nueva cartulina roja al ser una ocasión manifiesta de gol. Sin portero, sin defensa y con nueve jugadores, los instantes finales se convertían en una tortura para el equipo del Pisuerga.

Primero fue Merino quien lo intentó, marchándose su disparo desviado. Después Oli, con la misma suerte. El añadido, que marcaba cuatro minutos, espoleaba a la afición local que arropaba a los suyos para lograr tan importante gol. Nuevamente Merino, de los más participativos del Becerril, fue protagonista. Este, logró tan ansiado tanto, pero el colegiado lo anuló por fuera de juego. Y cuando todo parecía decidido, y la hazaña de sobrevivir con nueve jugadores se convertía en realidad, apareció Lomas, que había subido al ataque, para marcar el segundo tras el pase de la muerta y desatar la locura en el Mariano Haro.

Un gol que llegó cuando tan solo restaban segundos para finalizar la prolongación y que sirve al Becerril para situarse a tan solo cuatro puntos del Cristo Atlético, conjunto que marca la permanencia en el Grupo VIII. Por su parte, los de Torres Gómez deberán olvidar tan infortunado encuentro y pensar ya en el choque ante el Racing Lermeño, último clasificado y ya descendido matemáticamente a Regional, conjunto al que se enfrentarán este próximo miércoles, día de la Comunidad, en los Anexos, desde las 12 de la mañana.

VAVEL Logo