Hubo que esperar, pero llegó el día. El Real Valladolid saltará este lunes, desde las 22:00 horas, al césped de Balaídos para retomar su labor, la búsqueda de un preciado tesoro, codiciado por cualquier pirata de aguas del mar Caribe, la preciada permanencia en Primera División. Complicada emprenda, dados los resultados que han obtenido los rivales en esta carrera, que ya han disputado sus encuentros, situándose el conjunto pucelano en decimonovena posición, o lo que es lo mismo, penúltimo por delante del ya sentenciado Betis.

Con 32 puntos, los de Juan Ignacio se encuentran a una victoria de Getafe y Osasuna, conjuntos que marcan la línea de permanencia y a cuatro del Elche, equipo que por su calendario, es un serio candidato a estar en la pomada hasta el final. Con esto, y dos partidos menos, el cuadro albivioleta afrontará el choque ante el Celta, con el saber de los resultados de sus rivales pero también la presión de tener que ganar, dado que de no hacerlo, afrontaría cuatro partidos, uno de ellos ante el Real Madrid, con la cuerda temblando.

Bien diferentes están las cosas en el equipo gallego, que tras su victoria ante Almería selló su permanencia de manera virtual, dado que salvo hecatombe, los aficionados a la Liga BBVA podrán volver a ver, un año más, al vistoso combinado de Luis Enrique. Con 40 puntos en su casillero, se sitúa siete por encima del descenso, con tan solo doce, contando este encuentro, por disputarse.

Balaídos, tierra maldita

Con la importancia y la necesidad de lograr la victoria, el Real Valladolid arriba a tierras norteñas, lugar poco aciago para el club castellano. Balaídos, en la Primera División española, se ha transformado en un campo inhóspito, lejano e infranqueable para el conjunto pucelano. Desde la campaña 1948/49, primera en la que se vieron las caras, se han enfrentado un total de 27 veces en la categoría de oro, venciendo el Real Valladolid tan solo en tres de ellas.

El Real Valladolid lleva 17 años sin ganar en Balaídos en Primera

Los aficionados más pequeños no recordarán la última victoria de su equipo en Primera, sí en Segunda puesto que unas temporadas atrás el conjunto vallisoletano logró la machada gracias a los tantos de Nauzet y Óscar, dado que fue 17 años atrás, con goles de Harold Lozano y Quevedo. Desde este choque, los pucelanos no han vuelto a regresar a la meseta con los tres puntos bajo el zurrón, ejemplo de ellos es el partido de la temporada pasada, donde el Celta superó a su rival de este lunes por 2-1.

Es más, de las últimas cinco visitas, los blanquivioletas tan solo han conseguido dos puntos, de los 15 posibles que había en juego. Resultados poco halagüeños, y que no suman mucha confianza a los de Juan Ignacio. Como dato para la hemeroteca, las dos victorias restantes en Balaídos se remontan a época en blanco y negro, aquella que recordaran los más mayores y nostálgicos, en 1950 merced a un gol de Aldecoa; y cuarenta y cuatro años después, que se dice rápido.

La seguridad que da tener los deberes hechos

Enfrente espera un Real Club Celta de Vigo con la confianza que imprime haber logrado tu objetivo con cuatro jornadas de antelación. Salvarse sin sufrir, a diferencia del curso pasado, es toda una noticia en Vigo, donde por momentos se llegó a temer lo peor. La victoria ante Almería, dejó a los de Luis Enrique en una cómoda posición, con 40 puntos y la moral reforzada.

Por esta razón, este encuentro no es ‘tan importante’ para un Celta, que a pesar de ello, nadie duda que buscará la victoria. Lo primero, para celebrar la que sería permanencia matemática, y lo segundo, para continuar su reconquista de Balaídos, donde ha tenido sus más y sus menos con su hinchada. Además, vencer a un rival, siempre es bienvenido. Es por ello, que el rival del Real Valladolid no será ninguna perita en dulce, como coloquialmente se suele decir, dado que este tendrá entre ceja y ceja cerrar de manera definitiva algo que ya tiene en su mano.

Al ritmo de Rafinha

A nadie sorprende ya el juego que realiza el Celta de Luis Enrique, cimentado sobre el balón y en el que la portería está entre ceja y ceja, buscándola sin descanso. Jugadores como Augusto, Orellana y Nolito son claras referencias de este estilo, muy parecido al que practicaba el Real Valladolid la temporada pasada, puesto que está ha ido evolucionando según las necesidades. Pero, sobre toda esta cosecha de grandes jugadores, destaca uno por encima de todos: Rafinha. El canterano culé se ha erigido como estrella celtista, portando la magia en sus botas.

Luis Enrique le sitúa en zona de tres cuartos, con libertad plena para moverse sobre el césped, a su gusto, dado que el situarle en una demarcación exacta sería perjudicial para él. Su desborde y elegancia son su bandera, y con ellos elabora jugadas desde múltiples posiciones del campo, con desbordes constantes y pases de enorme visión. Se podría decir que el Celta baila un Valls al ritmo que marca Rafinha, mientras sus compañeros se sitúan alrededor de él, combinando de manera rápida para buscar la puerta contraria con jugadas elaboradas y vistosas.

El Celta perdió el rumbo en el encuentro de la primera vuelta. (Foto: Real Valladolid).

Un jugador que el Real Valladolid deberá atar en corto, complicad atarea debido a su movilidad y velocidad sobre el verde, y que deberán comenzar los mediocentros, ayudados por los centrales, quienes no pueden perderle de vista. El ataque celeste se conforma con dos jugadores abiertos y uno en punta de ataque, generalmente Charles, que aunque no vive su mejor temporada de cara a gol, siempre es un peligro. Junto a él, Nolito, en racha en las últimas jornadas, y con una calidad que no es desconocida. Orellana completa la nómina de atacantes, escurridizos y versátiles que el equipo de Juan Ignacio habrá estudiado con precisión.

Marcar fuera de casa, complicada misión

A la estadística ya citada de dos goles en los últimos cinco encuentros, hay que sumar una más en contra del Real Valladolid. El conjunto de orillas del Pisuerga acumula dos choques lejos de su hogar sin ver puerta, algo que se explica con la actitud defensiva que han adoptado en los últimos encuentros. Desde que se marchasen goleados del Pizjuán, jornada de la que data el último gol de Javi Guerra precisamente, no han vuelto a ver portería, ni en Anoeta ni en El Sadar.

Esto también se puede ver en su disposición sobre el verde, mucho más defensiva fuera de casa que la que sitúa Juan Ignacio en Zorrilla. Algo que puede indicar el cambio de cara que muestra un conjunto que en su estadio siempre quiere llevar la iniciativa, partiendo de la posesión; y que lejos de él se agazapa más atrás para salir a la contra.

El Real Valladolid ha marcado un gol en sus últimas tres salidas

Para más inri, el Real Valladolid tendrá la complicada tarea de dar continuidad a estas ideas, ya sean ofensivas o defensivas, tras 17 días de inactividad, en la que han disputado dos encuentros amistosos, con victoria y derrota, pero con malas sensaciones. Aunque fuesen de este tipo, los pucelanos no mostraron su mejor cara, pareciendo más un entrenamiento que un encuentro de fútbol. Pero, mirando el lado positivo, en estos días los futbolistas albivioletas pueden haber trabajado lo que se está convirtiendo en un talón de Aquiles, marcar goles, dado que el mantener la portería a cero ya se ha logrado, razón de ello son los tres partidos consecutivos sin encajar tanto, un récord tanto personal para Jaime como individual para el Pucela en esta temporada.

Guerra busca recuperar su olfato goleador

El que el Real Valladolid tenga problemas de cara a gol tiene su explicación en un hombre, Javi Guerra. El ariete malagueño no ve puerta desde la visita a Sevilla, en un tanto que no sirvió para nada. Así, tendrá ante el Celta su oportunidad personal de volver a mostrar que la pólvora no está mojada, y qué mejor manera de hacerlo ante el conjunto al que anotó su primer hattrick en Primera División. En el encuentro de la primera vuelta, Guerra convirtió tres tantos en la segunda mitad para dar la victoria a su equipo, ante un Celta desconocido que acusó la expulsión rigurosa de Charles.

Pero el malagueño no estará solo, pues tendrá junto a él sus socios de aquel encuentro. Tanto Peña, lateral zurdo que recorre la banda sin descanso; como Óscar, partirán como titulares, si todo marcha según lo previsto. Y es el salmantino quien debe dar un paso adelante, junto al ‘9’ para reconducir al Real Valladolid al camino del gol, que en las últimas jornadas se resiste sobremanera.

Guerra celebra uno de sus tres goles ante el Celta. (Foto: Real Valladolid).

Juan Ignacio solo piensa en la victoria

En sus ya habituales extensas ruedas de prensa, esta vez emotiva por el fallecimiento de Tito Vilanova, al que se rendirá homenaje momentos antes del encuentro, Juan Ignacio Martínez centró toda su atención en este encuentro, sin pensar en lo hecho por los rivales y sin especular con un posible empate acompañado por victorias posteriores: No se trata del resultado, sino de nosotros. Hay una serie de puntos que no suman los rivales, pero todo pasa por lo que hagamos nosotros. Tenemos en menos de veinte días una maratón de partidos, tenemos que sumar los puntos suficientes para mantener la categoría. Anímicamente sería una lanzadera para el resto, los puntos van a decir de lo que somos capaces”. “Me quedo con el espíritu del equipo en este tiempo que ha transcurrido, hemos descansado el fin de semana pero volvimos a la carga rápidamente con el día a día”, indicó sobre el parón que han tenido.

Su homólogo, Luis Enrique, destacó la necesidad con la que llegará su rival, por lo que deberán estar plenamente concentrados y motivados para poder sumar: "El Valladolid está muy necesitado, será un rival difícil porque tiene la necesidad imperiosa de sumar puntos. Pero a nosotros nos une una ilusión y unas ganas enormes de seguir refrendando que el trabajo a lo largo del año ha sido bueno. Queremos cerrar matemáticamente nuestra permanencia en Primera". "Estamos en la recta final, dando las últimas tres o cuatro zancadas para llegar a la meta. Muchas veces en estos caso es más difícil controlar el exceso de euforia y el exceso de querer hacerlo bien. No hemos especulado nunca y no tiene sentido hacerlo ahora", comentó sobre una posible sobre estimulación.

Sin bajas pucelanas

Juan Ignacio Martínez podrá contar con la totalidad de su plantilla en Vigo, teniendo que haber descartado a varios jugadores (Heinz, Baraja, Sastre y Valdet Rama) por decisión técnica para acudir a tierras gallegas con una lista de 18 hombres, en la que han entrado todos los jugadores que estaban tocados. La convocatoria está formada por: Jaime, Mariño, Rukavina, Peña, Bergdich, Mitrovic, Valiente, Jesús Rueda, Álvaro Rubio, Víctor Pérez, Rossi, Jeffren, Larsson, Omar, Óscar, Osorio, Javi Guerra y Manucho.

Luis Enrique no podrá contar con Welliton, aún convaleciente de su lesión, y ha descartado a Álex López y Costas, recuperados esta semana. Su convocatoria está formada por Yoel, Sergio, Hugo Mallo, Fontás, Aurtenetxe, Íñigo López, Cabral, Jonny, Oubiña, Rafinha, Madinda, Krohn-Delhi, Augusto, Bermejo, Nolito, Orellana, Charles y Santi Mina.

Posibles alineaciones