El Real Valladolid afronta este miércoles un partido muy complicado en lo que se refiere a sus opciones de sumar algo valioso para seguir teniendo opciones de permanecer en la máxima categoría del deporte rey a nivel nacional, debido a que deberá enfrentarse a orillas del Pisuerga contra un Real Madrid que todavía tiene opciones de alzarse con el título liguero. Es cierto que los castellanos vienen de ganar por la mínima el pasado sábado al RCD Espanyol, además de que los blancos cedieron un empate en el Santiago Bernabéu ante el Valencia CF, pero a priori las sensaciones que despierta este duelo son muy favorables para los intereses del bando merengue.

Aun así, en tierras pucelanas no se pierde la esperanza de tumbar de nuevo en la presente temporada a uno de los colosos del fútbol en España. Cabe recordar que hace un par de meses los blanquivioletas lograron un triunfo histórico al derrotar por un tanto a cero al FC Barcelona, por lo que la moral sigue por las nubes en el vestuario de los de Juan Ignacio Martínez para encarar con ilusión y optimismo la contienda frente a los madridistas. El conjunto castellano es muy consciente de que necesita ganar dos de los tres encuentros que tiene por delante para lograr el premio de la salvación, así que intentará puntuar delante de su parroquia contra los madrileños pero sabiendo que su verdadero objetivo tiene que ser salir victorioso de sus pruebas ante Betis y Granada.

Haciendo un repaso a los antecedentes entre Pucela y Real Madrid en el José Zorrilla, hay que señalar que se han visto las caras en un total de 48 ocasiones, las cuales se han saldado con un balance de 13 triunfos albivioletas (27%), 21 de los blancos (44%) y 14 envites terminaron con tablas en el marcador tras la disputa de los 90 minutos (29%). Por precisar un poco más, conviene indicar que 41 de esos 48 partidos corresponden al campeonato doméstico, mientras que los siete restantes tuvieron lugar en la celebración de alguna de las rondas eliminatorias de la Copa del Rey. Es evidente que sobre el papel los pupilos de Carlo Ancelotti parten con ventaja antes de que arranque el choque, aunque lo que es innegable es que los vallisoletanos se dejarán el alma en el terreno de juego con el objetivo de dar una grata sorpresa a todos sus aficionados.

La primera vez que los dos equipos midieron sus fuerzas en la capital de Castilla fue en la campaña 1948/1949, concretamente en la decimonovena jornada del torneo de la regularidad. Fue una batalla muy vistosa que no dejó indiferente a ningún amante del balompié, especialmente porque hubo continuas idas y vueltas que pudieron decantar la balanza hacia cualquier lado. Pero el cuadro local, dirigido por aquella época por Helenio Herrera, se impuso por dos tantos a cero merced a las dianas transformadas por Mario y Peralta en tres minutos mágicos que hicieron temblar hasta los cimientos del estadio con motivo de la satisfacción que produjo en la hinchada pucelana.

La primera vez que los dos equipos midieron sus fuerzas en la capital de Castilla fue en la campaña 1948/1949

El conjunto madridista tomaría buena nota de este enfrentamiento para no repetir los mismos errores en el siguiente curso futbolístico, además de tratar de contener las embestidas de los castellanos que tanto daño les había hecho a lo largo de todo el duelo. Así fue como se presentarían los visitantes en el mismo escenario justo un año después, con las pilas totalmente cargadas y la entereza necesaria para hacer frente a un rival que no le iba a poner las cosas nada sencillas. Pero los de Chamartín salieron en tromba y se impusieron con un contundente 1-4, un marcador que para nada afectó al rendimiento de los blanquivioletas al concluir el curso en la novena posición de la tabla. Barinaga por partida doble, Pahiño y Navarro fueron los goleadores madridistas, mientras que Higinio se encargó de salvar el honor vallisoletano en aquel fatídico partido.

Uno de los encuentros más igualados que se recuerdan entre ambos fue el que se jugó en la temporada 1984/1985, cuando los blancos visitaban el feudo albivioleta en la vigesimoctava cita del campeonato doméstico. Ricardo Gallego aventajaba a los merengues a falta de un cuarto de hora para que el colegiado decretara el final del choque, pero Jorge Alonso no estaba dispuesto a permitir que los tres puntos volaran de Valladolid a Madrid e igualó el compromiso en el tramo definitivo al convertir con precisión un lanzamiento desde los 11 metros. Fue un empate que no convenció por completo a ninguno de los dos, si bien es cierto que el resultado que lució el electrónico al terminar la contienda reflejaba la justicia que se había contemplado sobre el césped.

La última victoria hasta la fecha del Real Valladolid contra su adversario del miércoles se produjo en la campaña 2008/2009, un curso que fue algo convulso para los blancos y en el que se tuvieron que conformar con el segundo puesto en la clasificación por detrás del Barça entrenado por aquel entonces por Pep Guardiola. Fabián Canobbio se convirtió en el héroe de los pucelanos aquella noche al ser el elegido para batir con un tremendo zurdazo la estirada de Iker Casillas, convirtiendo de esta manera una auténtica obra de arte que permitió a los castellanos derrocar a los madridistas por 1-0 en la undécima jornada de la Liga BBVA y causó furor entre los asistentes al José Zorrilla.

El precedente más reciente entre pucelanos y merengues en la ciudad que vio nacer a Miguel Delibes ocurrió en el decimoquinto envite de la competición en la temporada anterior, llegando el Real Madrid de José Mourinho en un momento bastante complicado después de haber sufrido varios reveses lejos de su fortín como ocurriera en el Coliseum Alfonso Pérez, el Ramón Sánchez Pizjuán o el Benito Villamarín. Por su parte, los hombres dirigidos por Miroslav Djukic recibían los elogios de la prensa nacional por la bella propuesta futbolística que planteaban cada vez que se enfundaban la casaca blanquivioleta, algo que provocaba una enorme gratitud entre los seguidores del club presidido por Carlos Suárez. Manucho volvió a rugir con dos tremendos zarpazos, pero un tanto de Benzema y las dos dianas de un inconmensurable Mesut Özil dejaron sin botín alguno a un Pucela que mereció mucho más en dicho partido.

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