Al final no pudo ser y el milagro no se consumó a orillas del Pisuerga. El conjunto pucelano vuelve a la categoría de plata del fútbol español tan solo dos años después de conseguir el ascenso y sobre la entidad albivioleta se acercan las sombras de un futuro incierto para un conjunto con serios problemas económicos.

Ni una victoria que diera las mínimas posibilidades

Con una afición entregada a la causa, y que llenó el José Zorrilla, el Real Valladolid afrontaba el partido de ayer ante el Granada de Lucas Alcaraz con la necesidad imperiosa de lograr los tres puntos para contar con el mínimo resquicio que le abriera las tímidas posibilidades de salvación de las que disponía.

Y la verdad es que durante los primeros 45 minutos del partido, el conjunto de Juan Ignacio Martínez fue superior al cuadro nazarí, y Javi Guerra, que se despedía ayer de la afición vallisoletana, dispuso de dos ocasiones claras para abrir el marcador.

Sin embargo y en uno de los principales problemas de los que ha adolecido el conjunto, ayer local, a lo largo de toda la temporada, se volvieron a hacer patentes en el minuto 43 del primer acto, cuando un fallo de concentración en una jugada de estrategia facilitó el tanto que sirvió al conjunto nazarí para certificar su salvación.

En la segunda parte ni con 3 puntas (Javi Guerra, Osorio y Manucho) dio la sensación el Pucela de poder remontar el partido y certificó las malas vibraciones que el domingo pasado se trajo del Benito Villamarín.

Juan Ignacio Martínez no seguirá

Precisamente y como decía en rueda de prensa postpartido el, hasta el 30 de junio, entrenador blanquivioleta, fue en Sevilla y ante el Betis, donde se consumó prácticamente el 75% del descenso de su equipo. Un Juan Ignacio Martínez que en la sala de prensa no quiso dar pistas sobre cual va a ser su futuro pero que sabe que no será en el banquillo pucelano la temporada que viene porque como aseguró ayer el propio Presidente de la entidad blanquivioleta en varios medios de comunicación, el preparador alicantino no seguirá.

Es cierto que el contrato que el ex del Levante tenía le unía 3 temporadas al Real Valladolid, pero en el mismo se estipulaba que en caso de descenso, ambas partes llegarían a un acuerdo para tomar caminos bien distintos. Ahora empiezan ya a sonar nombres como el de Eusebio o Mendilibar, que parece ser el preferido por la afición pucelana.

Toca levantarse

Con un panorama en lo que a lo económico (con el concurso de acreedores aún sobrevolando) y lo deportivo (jugadores claves como Javi Guerra, Rossi, Víctor Pérez acaban contrato) se refiere, muy negro, el conjunto de la ciudad castellano-leonesa ha de pensar muy y mucho, y sobre todo con cabeza fría, cual va a ser el futuro del club.

Carlos Suárez, señalado por la afición, y que acumula a sus espaldas 3 descensos en apenas 10 años tiene que tomar decisiones firmes, meticulosas y, sobre todo, acertadas para que el Real Valladolid vuelva a estar donde se merece, la Primera División del fútbol español.

Porque como el propio Presidente ha dicho, dos años en la categoría de plata son inviables económicamente para el club, toca levantarse de la caída, aprender de los errores del pasado y hacer un equipo fuerte para el año que viene que vuelva a motivar y enganchar a una afición que es la que más sufre por este varapalo vestido en forma de descenso. Toca volver pronto al lugar que el Real Valladolid se merece.

Fotografías: www.marca.com; www.teinteresa.es