Diego Costa jugó en el Real Valladolid en la temporada del penúltimo descenso. El aficionado pucelano, que tuvo en el '22' al máximo goleador de ese curso, ha recibido con alegría la noticia de que a Zorrilla llegarán unos 200.000 euros desde Stamford Bridge, toda vez que la FIFA determina, en su principio de solidaridad, que "si un jugador profesional es transferido antes del vencimiento de su contrato, el club o los clubes que contribuyeron a su educación y formación recibirán una parte de la indemnización pagada al club anterior (contribución de solidaridad)".  

La dura temporada tanto en el ámbito deportivo como en el económico que está al llegar en Valladolid hace que cualquier pellizco económico sea bienvenido, ya que el bajón de categoría repercute soberanamente en los ingresos televisivos, pilar principal de la economía de un club, junto al proveniente de los abonados. El porcentaje exacto es del 0,5% del total del traspaso, que parece una minucia pero en el caso de clubes tan humildes como el pucelano, no es desdeñable.

Otros casos en los que el Pucela obtuvo ganancias gracias a esta norma de la FIFA fue en el caso de la llegada de Heinze al Real Madrid, pues el zaguero argentino había estado años atrás en las filas blanquivioletas. De este modo, con la llegada de Diego Costa a orillas del Támesis los despachos de Zorrilla tienen un pequeño aumento en sus presupuestos en el inicio de la 'era Rubi', cuya buena gestión es clave para el regreso a Primera, ya que no serán pocas las llegadas a la capital castellana ante la restructuración de la plantilla que se avecina.