El plan de elaboración de una plantilla competitiva que está llevando a cabo el Valladolid en su empeño por volver a Primera tiene un nuevo protagonista: Samuel Llorca. Tras varios días sonando como futurible para los castellanos, se ha confirmado su llegada a orillas del Pisuerga en forma de cesión por un año, ya que pertenece contractualmente al Celta de Vigo.

Llorca es un central corpulento, pues mide 187 centímetros, y llega a las órdenes de Rubi a fin de poner en aprietos a la dupla formada por Valiente y Rueda, llamada a ser titular siempre que no abandonen el club.  Su trayectoria futbolística ha tenido lugar en Álava, Alicante, Elche y Vigo, si bien se ha visto perjudicada por sendas y graves lesiones de ligamentos, esa cruz que atormenta a los futbolistas de élite.

Una vez estampe su firma y confirme su vínculo con los pucelanos por 365 días se embarcará en un reto con un objetivo claro, el ascenso. Su incorporación engrosa la lista de caras nuevas en el vestuario castellano, formada por André Leao, Roger, y Chica a falta de que la secretaría deportiva siga creando un plantel válido para Rubi. 

Su incorporación deja en la rampa de salida al testimonial Heinz, cuya aportación el año pasado fue prácticamente nula, una vez Víctor Pérez también ha salido cedido de Zorrilla en dirección al Levante. Su futuro podría estar en Albacete, ya que los manchegos se han interesado por el suizodominicano, a quien le queda un año de contrato.