Está claro que no hay un día tranquilo a orillas del Pisuerga en las oficinas del Estadio José Zorrilla. Si todo era alegría con el filial blanquivioleta, que culminó una magnífica temporada con el ascenso a la división de bronce del fútbol español (la 2ª División B), esta se torna ahora en preocupación.

Y es que el conjunto que preside Carlos Suárez se ha levantado en la mañana de hoy, sábado, con la triste noticia de que la práctica totalidad de los canteranos que formaban parte de la plantilla del Real Valladolid B, la pasada campaña, han decidido denunciar al club blanquivioleta ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) debido a los cinco meses de nómina que aún tienen pendientes de cobro.

Hasta el miércoles 25 de junio tenían futbolistas del Promesas para remitir a la AFE la documentación que el club debía haberles abonado en concepto de salario el año anterior. 5 meses aproximadamente por jugador.

Así, la AFE ha comunicado a los futbolistas de Tercera División que el caso se resolvería en un plazo de 60-75 días desde su presentación gracias a la rapidez de los comités jurisdiccionales. Si dicho comité estima las denuncias se procedería a la suspensión de los derechos federativos del club hasta el pago íntegro de la deuda, o si no es así, se llevaría a cabo el descenso de categoría del filial del Real Valladolid.

De esta manera, el Promesas podría perder en los despachos lo que de forma brillante se ganó sobre los terrenos de juego, el ascenso a la Segunda División B del fútbol español. Le crecen los enanos al conjunto que Carlos Suárez preside.