El flamante ariete pucelano fue presentado esta misma mañana y, como ya es tradicional, se sentó ante los medios locales para hablar sobre su fichaje, expectativas y función dentro del grupo. Braulio fue su acompañante en los micrófonos y objeto también de agradecimientos por parte del ex lucense: "Agradecer a Braulio y al míster que son los que han apostado por mí". El punta madrileño viene de hacer una magnífica temporada con el Lugo y es gran conocedor de la división de plata, hecho que seguramente ayude a un Valladolid que desea volver a Primera cuanto antes, aunque para ello no vale la precipitación: "Hay que ir paso a paso", sentenció.

Hace ya dos temporadas llegó a coincidir con Rubi, cuando éste era el ayudante de Javi Salamero y la semilla de gran entrenador comenzaba a brotar de las entrañas del Montilivi: "El míster me da muy buenas sensaciones, lo conozco perfectamente", concluyó Díaz, que guarda buenos recuerdos del de Vilassar de Mar pese a no haber tenido participación con los blanquivermells y acabar cuajando su peor temporada como profesional. Ahora toca la reválida con Rubi, que tendrá que decidir si en su once ideal figura Óscar Díaz, Roger, o ambos: "Tengo que demostrarle esa confianza en el campo y ganármela".

Asimismo, comentó su paso frustrado por el Girona. El cambio desde Andalucía hasta Cataluña no le vino bien y acabó por no acostumbrarse a un Club que miró el acantilado muy de cerca pero no llegó a desguazarse por el abismo: "Fue un cambio que hice de Jerez a Girona por motivos personales", alegó el nuevo jugador blanquivioleta, que según comenta, se llevó un grato recuerdo del que hoy es su director técnico: "La experiencia fue negativa en lo personal, pero positiva respecto a Rubi".

Real Valladolid
Fuente: Real Valladolid

El Anxo Carro de Lugo y el Juegos del Mediterráneo de Almería han sido los últimos feudos que ha defendido, con mayor eficacia que el gerundense. En el equipo de Quique Setién desbarató las defensas de Segunda y dejó salvado al conjunto gallego unas jornadas antes de la conclusión del curso. Un aprobado raspón que para un recién ascendido sabe a gloria. En las baldías tierras de Tabernas, la empresa se antojó más complicada porque había delanteros por delante de él, aunque nunca desistió de la tarea y acabó siendo el titular: "Tuve que esperar mi momento", reconoció Óscar Díaz, que también declaró que en una primera ocasión no vio puerta y no convenció, pero después, tomó las riendas de la ofensiva rojiblanca, haciendo suyo el dicho de "a la segunda va la vencida": "La segunda oportunidad la aproveché y acabé jugando", y además, volvió a ayudar para que el bólido almeriense no perdiera fuelle y terminase entre los tres últimos: "El Almería se salvó, acabé bien, como quería".

En cuanto al papel que juega en el terreno de juego, Díaz dejó claro que ha ido evolucionando conforme su carrera maduraba, pero las tres posiciones más ofensivas son las parcelas donde más suelto se siente para emprender su ataque: "Llegué al Elche y por circunstancias o de la plantilla o del entrenador empecé a jugar en banda", aunque como él mismo confiesa, desde pequeño siempre prefirió jugar de delantero. Su escasa velocidad punta le hizo ser reconvertido en ariete, aprovechando así su envergadura: "En Lugo jugaba de segundo punta". Cuando empezó a consolidarse como uno de los grandes killers de Segunda, Setién decidió integrarle definitivamente en el área, donde incomodara a los centrales a los centrales: "En Lugo, por falta de una lesión grave que hubo del delantero pues empecé a jugar ahí y gracias a ello estoy aquí".


Como ya hicieran con Roger, los periodistas presentes intentaron sacar parecidos a Díaz con Javi Guerra, dos delanteros que, de primeras, son totalmente diferentes: "Javi Guerra es Javi Guerra, y yo, soy yo". La nueva incorporación se molestó por momentos, y fue tajante con el tema de las comparaciones odiosas con el que ha sido durante mucho tiempo un referente en la punta albivioleta: "No he venido aquí para que me comparen con Javi Guerra". Igualmente, este trotamundos nacional, "no se pone límite" en lo que ha registro goleador se refiere. Como buen compañero, no se mojó vertiendo juicios sobre sus nuevos compinches en el verde y quiso hacer patente su neutralidad, alabando las características de algunos de ellos, como Jeffren u Óscar: "Cada jugador tiene su currículum y los números hablan por sí solos". Para cerrar la faceta más severa de la entrevista, en la que fue cuestionado por los trámites de su fichaje, Díaz dijo: "Ofertas de Segunda sí que he tenido pero desde que se pusieran en contacto conmigo aquí, lo he tenido muy claro".

Por último, en un ambiente más distendido, se habló de la posibilidad de que él fuera el tirador oficial de las faltas del equipo, amén a su gran potencia y precisión con el disparo lejano. Lejos de aceptar, se mostró como un lanzador secundario a merced del resto: "Si me dejan alguna vez, podré tirar alguna falta".