La Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha dado la razón a Diego Mariño y al Levante UD en la cesión del primero al conjunto granota. El guardameta gallego decidió hacer efectiva la cláusula que le permitía abandonar el Real Valladolid, en calidad de cedido a un Primera División, si el equipo pucelano descendía de categoría a Segunda División. Cabe destacar que el Real Valladolid entendió que esta cláusula solo podía hacerse efectiva durante la temporada del descenso, y esto sucedio el 16 de julio, cuando en teoría la nueva campaña ya había comenzado, dejando atrás el curso aciago del descenso.

El portero, que tiene contrato con el Real Valladolid hasta 2018, jugará cedido en el Levante la temporada 2014/15, según han informado fuentes del club pucelano a EFE; y podría continuar vistiendo la elástica granota siempre y cuando su club de origen no logre el ascenso a Primera. El club que preside Carlos Suárez tiene un plazo de 48 horas para recurrir la resolución de la LFP ante el Comité de Licencias y el servicio jurídico del club está estudiando ya dicha resolución.

De esta manera, pasadas estas 48 horas, el Levante sumaría a su disciplina a Diego Mariño, dos semanas después de que este abandonara el Real Valladolid de forma fulgurante y casi de improviso. Mientras, la dirección deportiva del conjunto pucelano continúa peinando el mercado en busca de un sustituto para el gallego, que podría confirmarse en las próximas horas, con el nombre de Javi Varas, procedente del Sevilla.