André Leao fue el protagonista del día en los micrófonos, con un español entre algodones, pero evidenciando una aclimatación veloz y constante a Valladolid, a sus nuevos compañeros y técnico. El luso destacó, desde el principio, la gran acogida que ha tenido tanto en el equipo como en la ciudad: “Fui recibido muy bien por los compañeros, estoy muy contento, la ciudad es muy bonita. Mi mujer está contenta también, estamos a tres hora y media de Portugal, por eso decidí venir aquí también”.

Respecto al trabajo de esta pretemporada, afirmó que está siendo exigente, como todas aquellas que ha completado en el pasado, algo positivo para el grupo: “Todas las pretemporadas que he hecho han sido muy exigentes, es normal que esta sea también, creo que será bueno para nosotros en el futuro”.

Precisamente, uno de los detalles que Rubi subrayó del portugués antes de partir hacia Mondariz, fue que este estaba un punto por debajo del resto en el aspecto físico, algo que Leao ha conseguido igualar: “Estuve un tiempo lesionado, un mes antes de terminar en Portugal, después jugué poco el final de temporada pasada. Ahora me encuentro mejor, he hecho todos los entrenamientos, me siento bien”.

"Lo importante es hacer un bloque fuerte"

En cuanto a la salida de Mariño del equipo, y la forma en que se produjo, explicó que el vestuario se lo ha tomado bien, sin que haya llegado a afectar: “No le conocía muy bien, sé que es muy buen portero, pero no ha afectado. Sabemos que vendrá otro buen portero”. “Todos queremos jugar, eso a Rubi le gusta. Para nosotros es bueno”, indicó, sobre la competitividad que están teniendo durante las sesiones de trabajo.

Según avanzaba la rueda de prensa, el luso mostraba un vocabulario fluido, con algún problema que otro, pero evidenciando que no tiene problemas para seguir las explicaciones del técnico catalán: “He aprendido ahora, durante estas semanas, pero hablo poco -risas-“.

Comentando la posibilidad de formar pareja en la medular con Álvaro Rubio, señaló al manchego como un ejemplo a seguir, un ídolo dentro del campo al que ya seguía antes de recalar en el Real Valladolid: “Ya lo conocía de verle a través de la televisión, Álvaro Rubio es un crack para mí, es un ídolo. Puedo aprender mucho con él y creo que también puede aprender conmigo. Todos estamos continuamente aprendiendo. Tenemos que hacer nuestro trabajo, si podemos jugar los dos, mejor”.

Para finalizar, comentó que desde antes de producirse el descenso, la dirección deportiva ya había contactado con él para sumarle a la disciplina del Real Valladolid: “Hablaron conmigo, me dijeron que me querían en Primera o Segunda, porque si bajaban querían ascender lo más rápido posible. Eso es lo que me hizo venir aquí”.