Tras un largo tira y afloja, tan propio del Real Valladolid desde que el mundo es mundo, Javier Varas ha firmado su vinculación con el club castellano para el próximo curso, con opción de dos más en caso de ascenso. Las estrecheces económicas de Zorrilla conllevan que hasta el último céntimo reciba la atenta mirada de los despachos, que tienen que elaborar una plantilla de garantías bajo el mínimo coste.

El adiós de Jaime y la fuga de Mariño dejaron desguarnecida la portería castellana, solo ocupada por un Dani Hernández que no cuenta con la confianza de la dirección deportiva y por el canterano Julio. Después de no pocos nombres ocupando las páginas de los diarios vallisoletanos, por fin se ha hecho oficial que Varas formará bajo los palos del equipo, así que Rubi tiene ya al guardameta que tendrá la responsabilidad de ayudar con sus paradas al Pucela.

Trayectoria

Este cancerbero alcanzará en septiembre las 32 primaveras, una edad más que válida para un portero, ya que siempre se ha asegurado que en estos jugadores la madurez llega rondando la treintena. El sevillano, sin embargo, no lleva toda la vida jugando en las grandes categorías del fútbol español, sino que ha irrumpido en los últimos años en la esfera nacional. Su andadura comenzó en Heliópolis, ya que Sevilla ha sido la escuela en la que se ha formado con unos guantes enfundados en sus manos. Tras cuatro años en el equipo filial, al que llegó después de una campaña en el C.D. Alcalá, su buen hacer lo llevó a defender los colores de los mayores, de un equipo entrenado por Manolo Jiménez.

(Foto: Mercadofichajes.com).

2008 fue un año glorioso para la portería sevillista, ya que por un lado Palop se convertía en campeón de la Eurocopa y por otro, Javi Varas recibía la confirmación de que contaban con él como suplente del ex del Valencia. Los dos siguientes cursos no le otorgaron un papel protagonista, si bien en 2010 consiguió aumentar su peso en el equipo y demostrar que tenía capacidades para defender con éxito el arco del Pizjuán. A día de hoy aún se recuerda su exhibición en el Camp Nou, pues en ese estadio amargó la existencia de Messi, toda vez que el astro argentino chocó una y otra vez con sus manos y sus pies, hasta el punto de detenerle un penalti.

A día de hoy aún se recuerda su exhibición en el Camp Nou

No obstante, al cierre de la temporada de 2012, se le buscó un destino que lo llevó cedido a la otra punta del país: a Vigo. En Balaídos mostró una seguridad que no vieron en su antigua casa, ya que no estaban plenamente conformes con su rendimiento. Este año en tierras gallegas le otorgó minutos y confianza, dos baluartes que todo portero necesita sentir. De este modo llegó de nuevo su oportunidad en el club sevillano, aunque prácticamente siempre a la sombra del luso Beto, que llevó a los suyos a ganar de nuevo la Europa League.

De este modo llega a Zorrilla Javier Varas, un portero cuyo perfil muestra luces y sombras, que se analizan a continuación desde la perspectiva de las redacciones de Sevilla y Celta.

Varas en Sevilla: reflejos inseguros

Desde la ciudad de la Giralda aseguran que es un portero más que válido para la Segunda división, y que el Real Valladolid cuenta con su fichaje a un gran guardameta para acometer la aventura de la división de plata. Desde los ojos de los aficionados sevillanos, Javi destaca por sus grandes reflejos y su felina reacción cuando la pelota parece que va a hospedarse en las redes de su portería.

Sin embargo, a su modo de ver cuenta con ciertos puntos débiles que lo alejan de los grandes guardametas.

(Foto: Number1sport).

Cuenta con ciertos puntos débiles que lo alejan de los grandes guardametas

Por un lado, su juego de pies. En el fútbol moderno no vale un muro bajo el larguero, sino que se exige que sea una suerte de líbero -como es el caso del germano Neuer- a quien no le queme la pelota cuando llegue a sus botas. La intención de Rubi, su nuevo entrenador, es empezar el juego desde la retaguardia, así que Varas ha de entrenar duro esa faceta.

Otro de sus puntos flacos es el de la seguridad, un intangible que se aprecia mucho en este deporte, ya que la firmeza del último hombre en defensa ayuda a que su zaga sepa que tienen un bombero a sus espaldas en caso de que no puedan controlar las llamas del oponente. Los seguidores del Sevilla entienden que esto podría deberse a sus carencias en juego aéreo, ya que su estatura, 1.82, no lo convierte en un coloso en balón parado, de modo que la defensa de las jugadas de estrategia será fundamental para este Real Valladolid.

A pesar de estas flaquezas, lo definen como "un porterazo para el Valladolid", de modo que el hueco dejado por Jaime y por Mariño tiene un ocupante de calidad.

Varas en Vigo: sobriedad y personalidad

En cuanto a su año defendiendo la elástica del Celta de Vigo, las sensaciones que en Balaídos recuerdan son más brillantes, quizá a causa de que en Sevuilla aspiran a unas cotas tan altas que cualquier elemento que no cumpla unos requisitos altísimos queda señalado. Varas dejó un buen poso agradable allá por Galicia, dado que mostró una seguridad y una estabilidad que choca con la opinión que tienen sobre él en Heliópolis. Quizá fuese a causa de la inercia o de la confianza de la grada, pero el caso es que Javi además aportó presencia en el vestuario y carácter fuera del campo.

Un episodio que dice muy bien de su personalidad es que en el entrenamiento posterior a un derbi contra el Deportivo en el que Aspas fue expulsado por agredir a Marchena, el guardameta se encaró con Iago y le hizo saber que lo que había hecho era inadmisible para los intereses del grupo. Su rendimiento como celeste, un club de una entidad similar a la pucelana (salvo la evidente diferencia de categoría actual), podría ser similar al que pueda brindar este curso en la Segunda División del fútbol nacional.

Rubi ya tiene portero. ¿Será capaz Javier Varas de remediar las pequeñas grietas que se le observan desde Sevilla y convertirse en la muralla que aún recuerdan en Vigo? Zorrilla será su juez.