El conjunto dirigido por Rubén de la Barrera continúa con su puesta a punto para llegar en perfectas condiciones al comienzo de la temporada oficial en la categoría de bronce del deporte rey a nivel nacional, una competición a la que ha regresado después de permanecer durante varios años enclaustrado en Tercera División. Los blanquivioletas darán el pistoletazo de salida el próximo domingo, día 24 de agosto, contra el Atlético Astorga lejos de los Anexos al José Zorrilla, por lo que habrá que comprobar si las buenas sensaciones desplegadas durante la preparación veraniega se confirman en la primera cita del campeonato doméstico.

De todos modos, habrá que esperar para ver cuál es la resolución de la RFEF en relación con el "Caso Real Murcia", sobre todo teniendo en cuenta que esta decisión podría suponer una alteración en el calendario de la Liga Adelante y de la Segunda División B española. Cabe recordar que el Real Valladolid Promesas se encuentra encuadrado en el Grupo 1 de dicha categoría, un grupo en el que en principio podría recalar el conjunto pimentonero en caso de que el dictamen que deberá resolverse el próximo lunes (18 de agosto) confirme el descenso administrativo de los murcianos.

Mientras tanto, el filial pucelano ha realizado un nuevo ensayo de pretemporada para seguir perfilando las nociones tácticas que el cuerpo técnico tiene previstas de cara a cuajar un exitoso curso futbolístico, especialmente porque el segundo plantel del club presidido por Carlos Suárez llega a la Segunda División B con la intención de quedarse durante mucho tiempo. El rival de este sábado era el CD Coria, un equipo perteneciente a la Tercera División, concretamente al grupo de la CCAA de Extremadura, del que se puede afirmar que es uno de los bloques más sólidos y competitivos de dicho territorio.

El Promesas salió decidido desde el pitido inicial del colegiado a decantar la balanza hacia su favor, por lo que exhibió una gran intensidad en todo momento y apostó por una filosofía de juego basada en el buen manejo de la posesión del cuero. Parecía que el dominio castellano pronto daría sus frutos, debido a que la superioridad de los visitantes era bastante notable en determinados tramos del encuentro, si bien es cierto que sería el bando cacereño el que se adelantaría en el marcador por medio de una diana materializada por Santos. El futbolista del Coria se aprovechó de un despiste en la zaga vallisoletana y completó un contragolpe de manual, lo que provocó que el míster del cuadro albivioleta se lamentara de la acción desde el banquillo.

Lo que se hizo evidente en el terreno de juego fue que las tornas cambiaron por completo, puesto que el conjunto extremeño se desmelenó totalmente y pasó a la acción sin ningún remordimiento, mientras que el filial del Pucela únicamente era capaz de contener las acometidas de su adversario como buenamente podía. Sin embargo, el equipo local aumentaría su distancia en el electrónico justo antes del descanso, un tanto que causaría de inmediato una enorme satisfacción entre los aficionados que se dieron cita en el campo y que llevaría nuevamente la firma de Santos.

Reacción extraordinaria tras la reanudación

Pese a ello, el Real Valladolid B no se vino abajo y salió con la convicción de remontar el choque y de corroborar la buena línea mostrada en los anteriores test de la pretemporada. Poco a poco empezaron a sucederse las ocasiones a favor de los pucelanos, lo cual era un síntoma claro de que la charla de Rubén de la Barrera en el vestuario había calado hondo en todos y cada uno de los integrantes del filial blanquivioleta. Teto sería el encargado de allanar el camino a través de un buen gol a los cinco minutos de que empezara el segundo acto, una cuestión que generó una buena dosis de nerviosismo en las filas del CD Coria.

El bando pucelano siguió probando fortuna con la finalidad de al menos igualar la contienda, aunque el verdadero objetivo era tratar de llevarse la victoria de su visita a tierras cacereñas. El destino quiso que fuera Toni el responsable de establecer las tablas en el marcador, un aspecto que se convirtió sin ningún atisbo de duda en una recompensa al esfuerzo y al sacrificio que el murciano había llevado a cabo a lo largo de todo el duelo. Sekou Gassama tuvo en sus botas la posibilidad de haber culminado la remontada y sellar el triunfo de los castellanos, aunque el ariete nacido en Granollers no pudo batir al guardameta rival.

Finalmente, el luminoso no se volvería a alterar y luciría al concluir los 90 minutos un resultado de empate a dos tantos, lo que puede traducirse en una serie de vibraciones realmente satisfactorias para el Promesas, principalmente por el hecho de que tuvo la entereza suficiente para devolver la equidad al electrónico tras encajar dos dianas en la primera mitad. Los pupilos de Rubén de la Barrera volverán a competir el próximo lunes, día 18 de agosto, desde las 19:00 horas en Rueda para verse las caras con el Atlético Tordesillas, una cita que corresponderá a la primera semifinal del Torneo Diputación que se disputa en la ciudad que vio nacer a Miguel Delibes.