Partido loco el vivido el pasado sábado en el debut liguero del Promesas en Segunda División b contra otro recién ascendido como el Atlético Astorga. A los diez primeros minutos de haber comenzado el choque ya se habían anotado dos goles, uno en cada portería, y el segundo y a la postre definitivo gol local no tardaría en llegar. A la media hora de juego, 2-1, y los tres puntos se quedaban por tierras leonesas.

Poco juego de equipo y gol anulado de una manera especial

En La Eragudina se pudo ver dos planteles completamente diferentes. Los leoneses funcionaron como bloque, al ser de la partida diez jugadores del año pasado, mientras que en el filial vallisoletano muchas son las caras nuevas de este nuevo proyecto y eso se notó y mucho. Ramiro, Sekou, Javi Navas, Ángel, Guille Andrés... muchas novedades que todavía están por pulir para que el engranaje del ex del Guijuelo pueda competir como un verdadero equipo.

Pero mirando el lado positivo del encuentro, el resultado pudo ser otro muy distinto, si los minutos hubieran pasado de una manera normal. Corría el minuto 70 cuando el colegiado del encuentro se lesionaba y tenía que ser sustituido por un juez de línea. Al no haber otro trencilla, se pedía por megafonía la presencia de alguien con licencia para poder continuar con el choque. En esas apareció el Concejal de Juventud del Ayuntamiento de León, Miguel Alonso Castro, con su licencia de arbitraje y colocándose en la banda requerida, se pudo continuar. El gol del Promesas llegaba tras la insistencia del equipo de la mano de Javi Navas, pero el ´nuevo´ juez de línea, con una decisión que nadie entendió, anulaba el mismo para desesperación blanquivioleta.

Tres puntos vitales para coger confianza

Con una nueva incorporación al plantel, el Real Valladolid b, buscará este domingo agradar a la parroquia pucelana que se dé cita en los Anexos del José Zorrilla. Dani Espinar, procedente del Málaga CF donde el año pasado jugaba en el Juvenil de División de Honor, llega a Valladolid para completar el medio del campo pucelano. A sus 19 años de edad, llega a Zorrilla por dos temporadas y según ha comentado el propio club, Espinar será la última incorporación para el míster gallego.

En frente, otro rival de la comunidad, como es el Zamora CF. Escuadra consolidada en la categoría de bronce, también cuenta su primer partido por derrota. 2-3 fue su resultado el fin de semana pasado en su propio estadio ante el CD Guijuelo. El plantel zamorano, no querrá dejarse intimidar y su único deseo es aumentar la pequeña brecha abierta en el seno del filial albivioleta, volviéndose a la capital del Duero con unos más que ansiados tres puntos. A su favor cuentan con una dilatada experiencia en la categoría pero en contra cuentan con el hambre de ganar de los chicos de De la Barrera.

Varios reencuentros se van a dar cita por parte pucelana. El primero de ellos es el de Jorge Hernández. Uno de los primeros fichajes de Braulio Vázquez como director deportivo del Real Valladolid. Ha estado desde que llegó a la disciplina blanquivioleta entrando en los planes de Rubi, pero tras la lista de convocados para el partido del primer equipo ante al CD Lugo de éste próximo sábado en la que no ha aparecido, será pieza fundamental el domingo en los Anexos. Desde los 17 años en Segunda B con el equipo de su ciudad, harán que el partido sea muy especial para el zamorano, más si cabe, después de haber salido ovacionado por su gente en el Memorial Agustín Villar de este verano.

Jorge Hernández celebrando un gol con la elástica zamorana (Foto: Zamora 24horas)

Otro que ha recalado en la disciplina castellana, después de haber militado en el Zamora CF, es el autor del gol de la pasada jornada, Ramiro Mayor. El zaragozano comienza su andadura en el club albivioleta tras dos años por la ciudad del Duero. 47 partidos en Segunda B con el plantel blanquirojo son los números del central de 23 años.

Como campeones de la provincia, el Promesas, debe hacer valer su condición de local y salir desde el primer minuto a por el partido. Calidad tienen y eso hay que demostrarlo. Jugando como saben, los resultados van a llegar y que mejor manera que en la mañana del domingo se pueda ver a un Real Valladolid competitivo y luchador. Los nervios son malos consejeros por lo que durante toda la semana el entrenador y sus ayudantes, han tenido que incidir sobre ello para que cuando el balón ruede, se noten lo menos posible. El verse en la tabla clasificatoria con cero puntos no ayuda, pero si el lunes se encuentran en la mitad del listado, ya con los primeros tres, el siguiente partido se preparará con otra mentalidad y esa ansiedad que los puede hacer mucho daño, irá desapareciendo poco a poco.