Cuando el Real Valladolid cayó derrotado ante el Lugo en el Anxo Carro, muchas eran las valoraciones que se hacían. La dificultad de la segunda, el no poder jugar siempre al toque o la mala racha fuera de casa. Esta última, especialmente, preocupaba a la parroquia pucelana, pues un ascenso se consigue en casa, pero también hay que pelearlo lejos de tu propio feudo. El enfrentamiento ante el Racing permitía remontar el vuelo y recuperar las sensaciones, agridulces al final, por la expulsión de Varas y la agonía de los últimos minutos.

Vencer al Racing volvió a ilusionar a la hinchada de Zorrilla, que veía como se superaba a uno de los rivales de la categoría. Pero la Copa escondía un nuevo triunfo. La visita a El Molinón tenía una doble visión. Por un lado, oportunidad de oro para los menos habituales en este arranque de temporada para brillar y buscar minutos; y a la vez, ocasión magnífica para alejar los fantasmas del pasado que atormentaban a un equipo que no vencía, fuera de casa, desde la visita a Vallecas el curso pasado.

(Foto: Real Valladolid).

Todo esto se cumplió. La competencia en la plantilla es máxima, los jugadores rayaron a un gran nivel y se volvió a golear. Después de las dos primeras jornadas de Liga Adelante, el miedo estaba situado en la delantera, que no había visto puerta, solo a balón parado. Los tres goles ante el Sporting despejan esa duda, pues se consiguieron dos en jugada de estrategia y uno en una gran combinación entre Roger y Alfaro.

Los debutantes cumplieron, marcaron y ponen a Rubi en una cuestión. ¿Qué alineación plantar en Alcorcón? Esta duda, siempre positiva, será resulta instantes antes del envite, peor el técnico catalán cuenta ahora con un ramillete de opciones muy jugosas para decantarse. La victoria fuera de casa no hace otra cosa que dar moral al equipo, que se dará otro tentempié de Copa el próximo mes.

Sabor a Cantábrico, tras vencer a dos equipos cuyas playas bañan este mar. Dos victorias que afianzan a una plantilla que ha comenzado con muy bien pie, a pesar del tropiezo, la campaña para regresar a Primera. Las aguas del Cantábrico volverán a ver al Real Valladolid temprano, a finales de este septiembre, en un nuevo envite, esta vez de Liga, ante el conjunto asturiano. De momento, el rumbo estará dirección sur, hasta Alcorcón, equipo que trae buenos recuerdos a la hinchada albivioleta.