Mucho frío aquel 29 de noviembre de 2009 en el coso pucelano, a las 17 horas, cuando arrancaba el encuentro, pero dos horas después, el ambiente se tornaría gélido tras lo acontecido en el terreno de juego. Nino, Ángel y Ayoze, colocaban las tablas en el marcador, en apenas 23 minutos, para llevarse un punto de Valladolid, el cual no contaban según corría el curso del partido. Los dos goles del ahora mismo futbolista del Chelsea, Diego Costa, más otro de Canobbio, no fueron suficientes para que los tres puntos se quedaran en casa.
Buena primera parte de los de Mendilibar
Después de haber presenciado un empate insulso y sin goles ante el Xerez, la parroquia pucelana estaba deseosa de ver goles y sobre todo de ver ganar a su equipo. Lo primero lo encontrarían pero lo segundo fue más complicado. La primera mitad del duelo de esa jornada 12 iba a ser muy productiva para los pupilos de Mendi. Con muchos errores en defensa, los albivioletas, manejaron a su antojo a los chicharreros.
La aparición de Manucho y Costa juntos en el XI, sería determinante para que cada vez que pisaran el área rival, el peligro fuera constante. En el minuto 27, el hispano brasileño robaba un balón en el centro del campo para plantarse ante el guardameta del equipo canario y anotar el primero. El segundo llegaría a través de los once metros. Canobbio ejecutaba de forma magistral la pena máxima y el equipo local se marchaba a los vestuarios con un gran sabor de boca y con un resultado encarrilado.
Un segundo acto para olvidar
Si con todo esto no era suficiente, el tercero llegaba a la salida de un córner. Nauzet botaba el saque de esquina y de nuevo Diego Costa remataba a la red para aumentar distancias. La victoria parecía cada vez más cercana pero un partido en el José Zorrilla no está cerrado nunca. Mendilibar y compañía se las prometían muy felices pero el entusiasmo se tornó en pesadilla en tan sólo unos minutos.
Nino, Ángel y Ayoze empataban el choque en apenas 23 minutos
Todas las acciones que había fallado el CD Tenerife en los primeros cuarenta y cinco minutos, las mejoraría y de qué forma en la última media hora. Nino remataba solo en otro córner, Ángel se aprovechaba de un desorden en la defensa blanquivioleta y Ayoze finalmente centraba al área que defendía Justo Villar para que el balón se terminara envenenando y sobrepasara al cancerbero paraguayo. 3-3 en el minuto 86 y la desolación acababa por extenderse por toda la grada castellana.El partido acabó con empate, pero si llega a durar diez minutos más, los tres puntos con casi total seguridad habrían volado de Valladolid. De aquí lo bonito del deporte rey. Se puede estar muy arriba y sin darte cuenta, se pude salir de un estadio con el rabo entre las piernas.
Omar y Alfaro, testigos en primera línea
Los ahora jugadores del plantel de Rubi, el 29 de noviembre de 2009, visitaban el coso albivioleta con la casaca visitante. Los dos eran de la partida y fueron de lo mejorcito de su equipo. Omar era sustituido en la segunda mitad, pero Alejandro Alfaro disputaría los noventa minutos. Ocupando gran parte de los tres cuartos delanteros del Tenerife, llevaban peligro cada vez que tocaban el balón e intentaban combinar con Nino a la mínima ocasión.
Este domingo, con un esguince producido en Alcorcón, Omar Ramos no podrá enfrentarse a sus ex compañeros pero el último fichaje de Braulio Vázquez, Alejandro Alfaro, tendrá minutos seguro y es posible que Joan Francesc Ferrer lo coloque de inicio para golpear cuanto antes con su gran calidad técnica y su poderosa velocidad.
Un mal recuerdo aquel noviembre del 2009 que nadie quiere que se vuelva a repetir. Para ello, los noventa minutos cuentan y la relajación no tiene lugar en la filosofía de Rubi. Minuto a minuto deben de forjar la cuarta victoria del curso y afrontar con las máximas garantías posibles la siguiente salida a un campo ya conquistado esta temporada como es El Molinón.