Tercera victoria en tres partidos en Zorrilla y cuarta en cinco del Real Valladolid en este arranque de la Segunda División. La escuadra que comanda Rubi suma puntos en su camino que le ha de llevar de nuevo a la Liga BBVA con más pegada que fútbol a tenor de lo visto en el último choque ante el Tenerife.

Los pucelanos sumaron tres puntos pero perdieron, se espera que no por mucho tiempo, a Jeffren , que se tuvo que retirar del terreno de juego por unas molestias musculares. Parece que vuelven los viejos fantasmas en forma de lesión para una de las piezas claves del conjunto de la capital del Pisuerga.

Jugando a ratos

Tras el 1-0 logrado apenas dos minutos después de que el árbitro diera el silbatazo inicial, el Real Valladolid puso el tanto inicial con un gran gol de falta de un hombre que no se caracteriza por ser especialista en la materia como es Jesús Rueda sin que Jacobo, que no tuvo su mejor noche en su regreso a Pucela, pudiera hacer nada.

A partir de ahí, el Valladolid volvió a firmar veinte minutos buenos de fútbol, sobre todo en el juego por bandas, gracias a las entradas de Bergdich por la izquierda y de Alfaro, sustituto de Jeffren tras su lesión, por la derecha y la movilidad de un Roger, que a pesar de no estar acertado de cara a gol, siempre se ofreció y fue una descarga para sus compañeros.

Sin embargo, el Pucela volvió a adolecer de una constancia en su fútbol de la que ya estuvo falto en choques anteriores ante Mallorca, Racing o Lugo. El Tenerife se hizo con la batuta del partido y llegó a dominar en ciertas fases del mismo al conjunto local.

Parte de culpa la tiene un André Leao que en las últimas fechas anda desaparecido, ya sea por el tapete impoluto del Estadio José Zorrilla o por el resto de campos cuando a la escuadra vallisoletana juega como visitante. Por calidad, al portugués ha de exigírsele apariciones mucho más constantes y que sean de importancia para el juego del Real Valladolid.

El balón parado, amigo y enemigo

Esta vez fue amigo. Jesús Rueda primero con un gran ejecución en un lanzamiento de falta y Timor después en otra, sirvieron para que el Valladolid hiciera dos tantos y demostrase que es uno de los equipos más fuertes de Segunda en lo que a la pizarra se refiere. A pesar de esto, los pupilos de Rubi siguen sufriendo a la hora de defender las jugadas a balón parado con las que cuenta el rival. En este caso el Tenerife remató a portería en muchas de las acciones de las que dispuso a su favor ante la, en ocasiones, pasividad de la defensa pucelana.

Fallos de concentración, despistes o lo que sea, se ha de entrenar muy y mucho la defensa de este tipo de jugadas. Marc Valiente y el propio Jesús Rueda han de ganar en confianza no solo con ellos mismos, si no con un Javi Varas, al que como se ve, su debut le ha hecho mucho daño y aún se muestra dubitativo en sus salidas. Ha de paliarse esta carencia porque en esta categoría y en cualquier partido cerrado ante un rival, de los que puede calificarse como “pillos”, te puede hacer un gol y llevarse los tres puntos, ya sea del santuario blanquivioleta o lejos de tierras pucelanas.

(Foto: Real Valladolid).

Lo mejor, los puntos

A pesar de que al juego aún le queda un largo camino para que sea lo necesariamente constante que todo aficionado del Real Valladolid quiere y que se sigue sufriendo cuando toca defender un balón parado, el equipo sigue sumando y ya se ha colocado en la segunda posición de la clasificación tras Las Palmas.

Doce puntos de quince posibles, olvidado el lunar de Lugo, los de Rubi caminan con paso firme en su camino por conseguir el ascenso. Al final lo que mandan son los puntos y el arranque en lo que a los mismos se refiere no puede ser más positivo.

Ahora le vienen dos partidos complicados a los pucelanos, ante Sporting fuera y Betis en casa, dos equipos que serán seguro rivales por el ascenso y ante los que hay que sumar, si puede ser con un buen juego constante, mejor, pero sobre todo, sumar.