Diez temporadas vestido de perico bastaron para que un joven lateral derecho arribara a orillas del Guadalquivir. Ese chico tenía un futuro asegurado en los campos de fútbol. A los 16 ya prestaba sus botas en la Segunda B y amén a su buen rendimiento, Valverde lo pescó de las aguas del filial para llevarle a un mar de Primera. Corría la 2006/2007, que parece cercana, pero sus notas ya se pierden en el rumor del tiempo.

Mejores onces que los de aquella campaña no se recuerdan en el Olímpico de Montjuic. Rufete, Riera, De la Peña, Luís García, Tamudo, Pandiani, Zabaleta, el incipiente Chica, y el siempre recordado Dani Jarque. Para Francisco Javier Chica no hubo temporada como la primera vestido de blanquiazul. Se fue consolidando en el escorzo defensivo diestro, sin rival durante cinco años. Titular fue también en su adiós, con Pochettino, cuando al Espanyol, más que nunca, le llegaban buenos aires, tanto en el campo (con Duscher, Forlín, Osvaldo, Cristian Álvarez, Dátolo y el míster Mauricio), como en la clasificación; octavos y a pique de entrar en la pugna por la UEFA Europa League.

Chica en un lance con Messi. (Fuente: Fuerzaperica.com).

Un nuevo mañana de éxitos y decepciones

Desde Las Ramblas, Chica viajó hacia el sur. Eficiencia catalana cambiada por sangre, arte y farándula andaluza. Sevilla tiene un color especial, sin embargo, el joven catalán vio un color diferente. Primera temporada en blanco a las órdenes de Pepe Mel. Su concepción de la zaga dejaba fuera del esquema al barcelonés. 56 goles en contra y una decimotercera posición hicieron que el madrileño, ahora en el West Bromwich Albion, se decantara por un arriesgado 3-4-3 con Paulao, Amaya y Chica en defensa.

Sin ser titular indiscutible en el Benito Villamarín, el periquito con pasaporte trianero dio por bueno el viaje por La Diagonal española. Ángel le relevaba a veces, apenas fueron ocho partidos, para que el todavía pupilo no se cargara de trabajo. Llegaba ya la última, la temporada del sufrimiento, la temporada con más imploraciones a la Virgen de La Esperanza de Triana. Y a falta de algunas jornadas, el indeciso Betis caía al pozo sin ayuda divina, ni terrenal de los tres santos que pasaron por la bancada verdiblanca.

Y así se derrumbaba prematuramente un histórico, tres cursos después de remar río arriba tras ser tirados a la iracunda catarata de Segunda División por un archiconocido, el Real Valladolid. Juntos de la mano fueron a la plata, con un tercer seguidor procedente de Pamplona. Un triunvirato difícil de batir, con las miras puestas desde el minuto uno en volver a su fastuosa morada de galantes invitados.

Nuevo enfrentamiento contra el Barça, ahora vestido con la camisola bética. (Fuente: ABC)

Recuerdos de un pasado cercano en una categoría inferior

Corrían prisas en la capital de Castilla por hacerse con un lateral derecho. El correcaminos balcánico, Rukavina, se despidió pronto y Alcatraz, ya en invierno, con el equipo aún en Primera, volvía a Colombia. La necesidad de cubrir las lagunas reinantes en los desérticos parajes del Zorrilla era imperiosa. Chica resultó ser el elegido para vigilar la parcela derecha más retardada, a los mandos de un catalán que en su día fue su comandante en el antiguo Parc de Migdia.

Cambio repentino una vez más. De presidir en el Guadalquivir a hacerlo en el trémulo Pisuerga. Sin mucha dilación y por carestía de efectivos en su posición, Chica ancló su particular barco en el lateral derecho del estadio de 'Las Pulmonías'. Y de ese trozo de verde se hizo dueño y señor. Con el trabajo conjunto, sin pocos contratiempos y escollos que saltar, su actual equipo, el de blanco y no verde que sí de violeta, es co-líder.

Esta es la oportunidad de que el joven pupilo que se convirtió en maestro se redima, contra un rival directo que, precisamente, se trata de su ex equipo. La victoria se antoja vital para el transcurso de la temporada de retorno a la elite, tanto para locales como para visitantes. Si el Valladolid gana y Las Palmas pierde o empata, los hombres de Rubi asaltarán la locomotora que tira de 21 vagones. De ser el Betis quien gane y los que están por encima de él pinchen, pueden ser ellos quienes se alcen líderes.

Chica con el Real Valladolid durante la pretemporada. (Fuente: Real Valladolid).

Chica se enfrentará a sus recuerdos. Tres años cargados de emociones, positivas por su trayecto en competición europea y negativas por el magnífico tropiezo que postró los corazones béticos en el paredón de Segunda. Es ahora cuando la historia del zaguero barcelonés empieza de cero y los objetivos marcados han de materializarse.

Todo ello en un nuevo equipo, en una nueva y más humilde ciudad, en un estadio más descolorido pero igual de pasional con aires de épico sufridor, estadio que el domingo será testigo y juez de cómo dos gallitos de estos bajos lares se enfrentan en duelo y quien salga victorioso, podrá dar un serio golpe sobre una mesa tallada con materiales de Primera. Javi Chica: desde Las Ramblas, pasando por Triana, hasta el José Zorrilla.