El José Zorrilla acoge este fin de semana un encuentro a priori apasionante entre dos de los principales candidatos a regresar a la máxima categoría del deporte rey a nivel nacional, dos conjuntos que el año pasado claudicaron en la Liga BBVA y que ansían cuajar una buena temporada para que sus respectivas aficiones vuelvan a pasearse por los campos de Primera. Pucelanos y sevillanos se verán las caras prácticamente cinco meses después de la última contienda entre ambos, la cual tuvo lugar en el Benito Villamarín, un escenario que sirvió de antesala para confirmar definitivamente el descenso del cuadro dirigido por aquel entonces por Juan Ignacio Martínez.

Por lo tanto, con el recuerdo de aquel fatídico 4-3 en territorio bético afronta el Real Valladolid este choque contra el cuadro verdiblanco, un duelo en el que casi con total seguridad se podrá corroborar la sed de venganza que todavía a día de hoy se siente a orillas del Pisuerga, sobre todo con motivo de lo ocurrido en la penúltima jornada del campeonato doméstico de la campaña anterior en Primera División. Cambio de categoría, aunque no de rivalidad, para el compromiso del próximo domingo en la capital de Castilla, una batalla que corresponderá a la séptima cita del torneo de la regularidad en la Liga Adelante.

Los blanquivioletas llegan a este asalto con sensaciones bastante positivas, especialmente si se tiene en cuenta el pobre arranque liguero que completaron el pasado curso. 13 de 18 puntos es el bagaje hasta la fecha obtenido por los pupilos de Rubi, aunque podría haber sido aún mayor de haber aguantado la mínima ventaja que campeaba en la última jornada a su favor en el luminoso de El Molinón. El tanto de Bergdich, el primer gol oficial que anotaba el franco-marroquí con la casaca del Pucela, parecía que serviría para sellar el triunfo en tierras asturianas, pero finalmente sería Guerrero el que a falta de cinco minutos para que el colegiado decretara la conclusión del envite permitiera que el Sporting firmara las tablas en el marcador (1-1).

Por su parte, el Real Betis Balompié ha remontado el vuelo después de un comienzo algo titubeante, lo que hizo saltar las alarmas en Heliópolis y empezar a recordar los fantasmas que a lo largo del último año estuvieron planeando continuamente en la cabeza de aficionados, directiva, cuerpo técnico y jugadores del plantel verdiblanco. Sin embargo, uno de los auténticos ídolos de la parroquia sevillana, Rubén Castro, quien aceptó quedarse en el club bético para llevarlo de vuelta a plazas tan imponentes como el Santiago Bernabéu, el Camp Nou o el Vicente Calderón, entre otras, logró materializar un doblete delante de su hinchada frente al Mirandés para hacer que los tres puntos permanecieran en tierras andaluzas.

Sombras despejadas a base de goles

El equipo dirigido por Julio Velázquez inició su andadura en Segunda División venciendo a domicilio al Sabadell por dos tantos a tres, merced a las dianas transformadas por Cejudo, Matilla y Rubén Castro. El ariete grancanario se convertiría en el héroe de los suyos en la siguiente parada del calendario, la cual le enfrentaría al Numancia a orillas del Guadalquivir. Fue un partido realmente igualado y disputado entre los dos conjuntos, pero fueron definitivamente los verdiblancos los que pudieron imponer su ley por un ajustado 2-1, a pesar de que el gol visitante (obra de Palanca) hizo enmudecer momentáneamente a la marea heliopolitana.

La tercera jornada iba a suponer el primer mazazo de la temporada para los béticos, una visita que en un primer momento hacía pensar que la entidad presidida por Manuel Domínguez Platas partía con cierto aire de favoritismo ante su rival. Se trataba de la SD Ponferradina, un oponente que se hizo grande en El Toralín y que le endosó nada más y nada menos que cuatro dianas a un Adán que únicamente pudo observar cómo el esférico se colaba una vez detrás de otra en el fondo de las mallas de su arco. Jorge Molina había adelantado a los verdiblancos a la media hora de juego, pero un hat-trick de Yuri y el acierto de Acorán humillaron por completo al cuadro visitante.

La tercera jornada iba a suponer el primer mazazo de la temporada para los béticos

Pero el naufragio y el hundimiento de la tripulación de Velázquez iban a ser aún mayores cuando llegó la hora de encarar la siguiente cita del campeonato doméstico, un duelo que tendría lugar en el Estadio Benito Villamarín contra el Albacete. Fue un encuentro tosco y algo trabado, si bien es cierto que en este tipo de pugnas es donde muchas veces se acaba dilucidando el futuro de una plantilla durante el resto de la competición. Los manchegos salieron decididos a realizar su partido y a incomodar a su contrincante desde el pitido inicial del trencilla, algo que tuvo sus frutos en el ecuador de la segunda mitad, justo cuando Chumbi desató la locura y la euforia de los seguidores de El Queso Mecánico al darle tres puntos de oro.

El pesimismo volvía a reinar nuevamente en Heliópolis, una sensación que empezaba a sembrar de dudas la ilusión con la que todo el mundo había encarado el presente curso futbolístico en la Liga Adelante. No obstante, se comenta que los grandes equipos se crecen ante las adversidades, lo que les permite demostrar que son capaces de efectuar hazañas y gestas inigualables en situaciones demasiado contradictorias. El Betis llegaba a Montilivi para medir sus fuerzas con las del líder a esas alturas del trofeo que premia la constancia y perseverancia de sus participantes, el Girona, quien había obtenido 10 de los 12 puntos que se habían disputado hasta esa fecha.

Una vez más, Rubén Castro sería el elegido de encabezar el triunfo verdiblanco con otro doblete, una cuestión que resultó fundamental para asaltar el feudo del conjunto catalán y hacer que la victoria fuera a parar al zurrón de los béticos. Triunfo por 1-3 que devolvía por completo la esperanza y la confianza en un vestuario que deseaba hacer algo importante durante toda la temporada, un sentimiento que volvió a hacerse efectivo en el último compromiso en su propio fortín frente al Mirandés. Los de Miranda de Ebro no pudieron hacer absolutamente nada ante las oleadas verdiblancas a lo largo de los 90 minutos de la contienda, una lucha que acabaría con dos tantos de diferencia para los locales, gracias de nuevo al olfato goleador del '24' del Real Betis Balompié.

Liderato compartido con Las Palmas

El Real Valladolid arrancó con buen pie el campeonato doméstico al derrotar en su campo al RCD Mallorca por dos tantos a uno, debido a que Óscar González amplió la ventaja en el electrónico que había concedido Pau Cendrós en el primer acto al batir a su propio guardameta. El defensor bermellón pudo resarcirse en cierto modo al superar poco después a Dani Hernández a la salida de un saque de esquina, aunque no fue suficiente para devolver la equidad al luminoso. Daba la impresión de que la parroquia albivioleta podría volver a sonreír tras la mala experiencia sufrida el pasado curso en la Liga BBVA, unas vivencias de las que esperaban reponerse en la campaña 2014/2015.

Luego llegaría el tormento de los choques disputados lejos del José Zorrilla, en esta ocasión en el Anxo Carro, un lugar en el que Óscar Díaz adelantó a los pucelanos, aunque su obra fue anulada al estar ubicado en posición antirreglamentaria. Carlos Pita sería quien devolvería a los de Rubi a la triste realidad cuando les tocaba ponerse el mono de trabajo fuera de su hogar, pero hay que reconocer que la imagen desplegada no fue para nada negativa. Tercera jornada, esta vez en casa, frente a un Racing de Santander que llegaba realmente tocado a esta cita. El Promesas había conseguido imponerse en tierras santanderinas al Tropezón ese mismo domingo, por lo que el primer equipo vallisoletano no quería ser menos y acabó derrotando a los cántabros por tres dianas a una.

El maleficio fuera de casa se había hecho olvidar con un triunfo entre semana en la segunda fase de la Copa del Rey en Gijón, donde el Pucela pasó por encima del Sporting para vencer por un claro 1-3 (Jony; Timor, Alfaro y Samuel Llorca). Sin embargo, los blanquivioletas llevaban sin vencer a domicilio en Liga desde el 25 de octubre de 2013, cuando las hordas entrenadas a esas alturas por Juan Ignacio derrotaron en Vallecas al Rayo por cero tantos a tres (Ebert, Javi Guerra y Larsson). Tocaba desplazarse a Santo Domingo para enfrentarse al Alcorcón, un conjunto que iba a ponerle las cosas muy complicadas al conjunto castellano pero que se vería superado debido al acierto goleador de Roger Martí, un delantero al que se va a echar muy en falta en tierras vallisoletanas a causa de la lesión que ha sufrido en su rodilla.

El Pucela pasó por encima del Sporting para vencer por un claro 1-3

La quinta cita de la competición enfrentó al Real Valladolid con el Tenerife en la capital de Castilla, un duelo que se saldó por la mínima a favor de los pucelanos (2-1) gracias a dos extraordinarios lanzamientos de falta ejecutados por Jesús Rueda y Timor. Y la anterior jornada sirvió para que el plantel albivioleta empatara a uno en su visita a El Molinón para cruzar su camino con el de las huestes del 'Pitu' Abelardo, donde Bergdich adelantó a los visitantes pero Guerrero firmó la paridad en el luminoso en los compases finales de la contienda. De esta manera, los castellanos se encuentran colíderes en la tabla junto con la UD Las Palmas.

Posibles alineaciones

Rubi ha citado a 19 futbolistas para el encuentro de este domingo en el José Zorrilla, por lo que deberá realizar un descarte de cara al choque ante el bando verdiblanco. Estos son los elegidos por el míster catalán: Javi Varas, Dani Hernández, Chica, Rueda, Samuel Llorca, Chus Herrero, Valiente, Mojica, Peña, Lluís Sastre, Timor, Álvaro Rubio, André Leao, Alfaro, Óscar, Bergdich, Omar Ramos, Óscar Díaz y Guille Andrés (dorsal nº 34). Jeffren Suárez, quien atraviesa la recta final de su recuperación, y Roger Martí, el delantero valenciano que estará fuera de los terrenos de juego durante los próximos seis meses, serán las bajas del Pucela para este partido.

Por lo que respecta al Real Betis Balompié, Julio Velázquez ha realizado la siguiente convocatoria para verse las caras con el Real Valladolid en tierras pucelanas: Adán, Dani Giménez, Molinero, Caro, Bruno, Perquis, Jordi Figueras, Casado, Matilla, N'Diaye, Lolo Reyes, Cejudo, Pacheco, Kadir, Ceballos, Chuli, Rennella, Rubén Castro y Jorge Molina. Xavi Torres, Piccini y Álex Martínez son los futbolistas que no podrán ayudar a los de Heliópolis en su visita a un equipo que hasta ahora se ha mostrado realmente intratable en su feudo.

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