El conjunto blanquivioleta es muy consciente de que la temporada es larga y dura, de que habrá momentos en los que las fuerzas flaqueen y el vestuario deba estar preparado para afrontarlos con entereza, si bien es cierto que por ahora la situación en la tabla de los pupilos de Rubi es cuando menos envidiable. Tras la disputa de las 11 primeras jornadas del campeonato doméstico en la categoría de plata del deporte rey a nivel nacional, el Pucela ocupa el liderato de la clasificación con un total de 24 puntos (sobre 33), después de haber acumulado siete triunfos, tres empates y una sola derrota, la cosechada en la segunda cita de la competición en el fortín del Lugo.

La plantilla está exhibiendo un nivel sensacional en este tramo inaugural del curso futbolístico, aunque en parte se acusa la falta de pegada que está teniendo el cuadro castellano en la presente campaña. No obstante, seis son los goles anotados por los vallisoletanos en las últimas dos batallas ligueras, una vez que fueron capaces de vencer al Albacete Balompié a domicilio por tres tantos a cuatro y de doblegar al Girona, el que hasta la semana pasada era el líder de la Liga Adelante, por un ajustado 2-1 bajo la atenta mirada y la expectación de la parroquia albivioleta.

Es evidente que las cosas se están haciendo bien a orillas del Pisuerga, pero ningún integrante del Real Valladolid, ya sea del cuerpo técnico, de la directiva, de los jugadores o de la propia afición desea bajar el nivel en ningún instante de la temporada 2014/2015. Por lo tanto, una de las razones fundamentales para mantener la confianza mostrada hasta la fecha y aspirar a regresar nuevamente a la máxima división del balompié en España es la profundidad de banquillo que Rubi pueda tener a su disposición, un aspecto que no es precisamente sencillo de lograr en un equipo como el pucelano. A pesar de ello, nadie pone en entredicho que los castellanos son uno de los bloques más sólidos y compactos de Segunda, una cuestión que se está poniendo de manifiesto cada vez que ha de enfrentarse a cualquier rival que se cruce en su camino.

Y aquí es donde entra en juego Jeffren Suárez, uno de los componentes más talentosos de todo el plantel blanquivioleta, aunque parece que todavía no ha sido capaz de encontrar su mejor versión desde que llegó a la ciudad que vio nacer a Miguel Delibes. El extremo se ha visto relegado a un segundo plano desde que arribara a tierras castellanas, ya fuera por motivo de las lesiones o porque sus compañeros se encontraran en un estado de forma más óptimo, pero da la sensación de que el canterano de la Masía desea dar un paso al frente y convertirse en un recambio de auténticas garantías para que Rubi cuente seriamente con él durante esta temporada.

Jeffren aún tiene que mostrar su mejor versión en la capital de Castilla

Por ahora, parece que Johan Mojica y Zakarya Bergdich son las opciones inamovibles del once pucelano en los flancos de ataque, debido a que el jugador cedido por el Rayo Vallecano y el franco-marroquí están cuajando unos encuentros espectaculares. Tal vez no posean la técnica y la clase que Jeffren atesora en sus botas, pero es innegable que ambos están conquistando el corazón de la hinchada vallisoletana a base de trabajo constante, perseverancia, entrega, sacrificio y unos registros que no dejan indiferente a nadie. Esto se debe a que están adquiriendo una gran relevancia tanto a nivel colectivo como individual, algo que puede ejemplificarse en las dianas que están materializando o en las asistencias que están repartiendo a sus compañeros.

Jeffren vio un pequeño rayo de esperanza el domingo anterior en el José Zorrilla ante el Girona FC, un choque muy importante para corroborar las verdaderas aspiraciones del bando dirigido por Rubi, precisamente ante su exequipo, en la que fue una batalla bastante igualada que se decantó a favor de los intereses locales. El que fuera jugador del FC Barcelona o del Sporting de Portugal saltó al campo al cuarto de hora del segundo acto en detrimento de Óscar Díaz, un hombre que se encuentra un poco ansioso al no ser capaz de momento de hacer olvidar la ausencia de Roger Martí, y no desaprovechó la oportunidad de dejar destellos de lo que es capaz en los poco más de 30 minutos que permaneció en el tapete verde.

Corría el minuto 81 cuando Óscar González se inventó un pase magistral que descolocó por completo a la zaga gerundense, una situación de la que se benefició Jeffren Suárez para batir al guardameta rival y conseguir de esta manera su primer tanto oficial luciendo la casaca con rayas blancas y violetas. Mojica y Bergdich están a día de hoy en un momento muy dulce, por lo que no será fácil ganarse un sitio fijo en la alineación del Pucela, aunque está claro que el hispano-venezolano va a hacer todo lo que esté en su mano para evidenciar los galones que se le presuponen en la capital de Castilla. El curso es exigente, largo e intenso, por lo que no cabe duda de que será básico que todos los integrantes del club presidido por Carlos Suárez estén totalmente enchufados de cara a hacer realidad el sueño de obtener el ascenso a Primera.

Junto con Jeffren, en lo que hace alusión a los posibles recambios para Bergdich y Mojica en ambos costados, no se puede pasar por alto la aportación que profesionales de la talla de Alejandro Alfaro u Omar Ramos pueden llegar a hacer con el transcurso de la actual campaña. Aun así, se están teniendo que conformar con disfrutar de un papel ligeramente más secundario en lo que respecta a los minutos de los que están gozando por ahora en el terreno de juego. Las sensaciones y la imagen desplegadas por el '11' del Real Valladolid en el enfrentamiento ante las hordas encabezadas por Pablo Machín fueron completamente positivas, por lo que se prevé que sea la hora de que alcance la convicción y la decisión necesarias para entrar con mayor frecuencia en los planes de Rubi. ¿Llegará a convertirse en su jugador número 12?