Nuevo empate sin goles, el tercero ya de la temporada para un Real Valladolid apagado de tres cuartos de campo para arriba. Mal envite de los hombres de Rubi, que no supieron cómo superar la presión local durante los primeros 45 minutos, y cuando lo lograron, tampoco sobrepasaron la línea defensiva de un Mirandés muy bien cerrado en torno a su portería. Apenas hubo ocasiones para los albivioletas, por el contrario, los rojillos gozaron de varias acciones de estrategia que obligaron a Javi Varas a dar lo mejor de sí mismo.

Dos opciones en punta

Tras muchos encuentros sin ver portería, Rubi decidió sentar a Óscar Díaz, dejando paso a un Jeffren en la posición del ‘9’, donde había tenido estreno con gol una jornada antes. Su actuación en esta demarcación fue más bien nula. El Real Valladolid apenas tuvo el cuero durante la primera parte, y el hispano-venezolano no pudo aparecer. A pesar de ello, realizó buenos movimientos, bajando a recibir, tirando desmarques y asociándose con Óscar, con quien parece tener una facilidad terrible.

Con la vuelta de los vestuarios, el técnico catalán dio entrada a Guille Andrés, desplazando a Jeffren a la banda y retocando todo el equipo con ligeros movimientos. Como más referencia, el canterano tuvo varios remates de delantero centro, repelidos por Razak, pero que abrieron una ventana de esperanza como opción muy a tener en cuenta en el futuro. El conjunto pucelano fue mejor con el joven futbolista en el campo, liberando a Jeffren, que se movió por toda la zona de mediapunta. Ya en el tramo final del encuentro, entró Óscar Díaz, que continúa con un grado de precipitación y ansia excesivo. El madrileño realizó un disparo, muy alto, y quizá poco acertado por la situación del equipo en esa jugada.

El principal problema para que los delanteros no vieran portería fue que estuvieron desasistidos. Óscar, que participó mucho en el juego, estuvo muy errático, fallando pases que parecen sencillos para él. Bergdich, más atareado en labores defensivas que ofensivas, nunca encontró su lugar. Tan solo Mojica, con su velocidad, y Omar, con más toque, crearon peligro por el costado izquierdo. El cafetero llegó más y mejor cuando actuó más retrasado, explotando su punta de velocidad y el factor sorpresa que es ver al lateral llegar desde atrás. Sin embargo, ese último pase o centro, que en jornadas anteriores ha llegado, volvió a faltar.

(Foto: Real Valladolid).

Defensa segura a pesar de los cambios

Sorpresa en la alineación titular. Chus Herrero partía de inicio, en una jugada parecida a la de Rubi en Soria, situando a un lateral con centímetros para defender las acciones aéreas del Mirandés. Esto tiene sus pros y sus contras. A favor, que Herrero es un seguro en defensa en ese sentido, y se mostró muy expeditivo. En contra, que el lateral derecho, en el aspecto ofensivo, no sumó. A diferencia de Chica, el exjugador del Girona no tiene esa punta de velocidad ni facilidad en el centro, por lo que resultó inservible que el lateral diestro subiera la banda. En ese sentido, el costado derecho, con Bergdich y Jeffren siempre cayendo hacia el centro, y Chus Herrero sin capacidad de ataque, quedó totalmente anulado y no ayudó a romper el entramado defensivo del conjunto burgalés.

Tampoco estuvo realmente acertado Samuel Llorca, una semana más, denotando que quizá vuelva al banquillo en el momento en el que Marc Valiente esté recuperado. El Real Valladolid concedió varias oportunidades por errores del jugador cedido por el Celta, que fue el sacrificado en el descanso para dar entrada a un jugador más ofensivo y cambiar el esquema. Carlos Peña, muy seguro como lateral, pasó al eje de la zaga, donde completó una gran segunda parte con un Jesús Rueda que es el verdadero valedor de la defensa pucelana. Como ya se ha destacado anteriormente, Mojica, desde el lateral en el segundo periodo, llevó más peligro y en ocasiones parecía que el conjunto blanquivioleta jugaba con tres defensas, pues el cafetero pisó más campo contrario que propio. Destacar también que, el capitán vallisoletano, actuó sin problemas en el central zurdo, durante la primera parte, y en el diestro, en la segunda.

Varas echa el cierre

Como nota positiva del encuentro, la actuación de Javi Varas. Dos paradas de mucho mérito y prestigio para un arquero que en la jornada pasada no estuvo del todo acertado. Primero, evitó el tanto de César Caneda, con una gran estirad a bocajarro. Y después, evitó el descalabro pucelano en el descuento de la segunda mitad. Su actuación individual, la mejor del equipo en Anduva, permitió a su equipo llevarse un punto, pues haber perdido en el campo del Mirandés hubiera sido un fracaso. Encuentro que sirve al portero sevillano para ganar en moral y volver a dejar su meta a cero, algo que no lograba desde hace unas semanas ya.