El Promesas paga cara su fragilidad defensiva

Encuentro de alto voltaje en A Malata, con goles, con alternativas y, sobre todo, con errores en defensa. El Promesas llegaba a tierras gallegas con necesidad de vencer, pero no lo pudo hacer, merced a una fragilidad defensiva que empieza a preocupar en los de Rubén de la Barrera. 

Comenzó el Promesas intentando tocar, dominando el choque mediante la posesión. Amenazaba el Racing de Ferrol con la salida rápida, así lo plasmó tras varios robos, sin suerte, pues el colegiado señaló fuera de juego. El primer aviso lo dio el conjunto gallego, con un centro de Adrián Cruz, dentro del área, que se fue contra la red. Ninguno de los dos equipos abría sus filas, ordenándose bien en defensa para cerrar espacios. La premisa era clara, evitar el error.

Del primer tanteo, se pasó a los primeros ataques por banda. Precisamente, en uno de ellos, el Racing de Ferrol encontró un temprano premio. Maceria recorrió el costado zurdo y gracias a un gran centro, Marcos Álvarez cabeceó a la red. Un tanto que llegó apenas pasados los diez primeros minutos y dejó tocado al Promesas, pues desde ese momento empezó a perder balones en campo propio. Fue así como, el jugador más en forma del Racing de Ferrol, hizo su jugada personal y puso más de cara el choque para los locales. Pablo Rey regateó en la frontal, y sin presión de su marcador, remató dentro del área, superando a Julio que pudo hacer algo más en ese disparo. Quizá, demasiado castigo para el Promesas, que había empezado con la idea clara de dominar y no dejarse amedrentar.

Parecía muy tocado el Promesas, pero igual que había dado facilidades defensivas el conjunto pucelano, las dio el gallego. Una pérdida en el centro del campo facilitó el contraataque de Javi Navas, al que no le tembló el pulso y superó a Mackay para recortar distancias, pasado el minuto veinte de juego. No se contentó con eso el equipo de Rubén de la Barrera, y aprovechando la fuerza que da un gol, se lanzó a por el segundo. Lo pudo hacer Jorge, pero no acertó en el remate en el área pequeña, y el cuero se marchó a córner. Sin embargo, el lanzamiento de esquina buscó al zamorano en los dominios de Mackay, y tras un gran recorte, Jorge Hernández disparó, con la fortuna que el balón impactó en un defensa, superando por alto al arquero local. Empate, en apenas dos minutos, y todo volvía a comenzar.

Vuelta al guion inicial

Tras el sorprendente inicio y el huracán de goles, el encuentro se calmó en ese sentido, pero continuó muy abierto con opciones para los dos. Eso sí, quién llevó el peso del encuentro fue el Promesas, de nuevo con la posesión a su favor, buscando las conexiones en campo contrario que le permitieran  crear una nueva ocasión clara. Los locales, más a fogonazos, tenían también sus opciones de amenazar la portería e Julio, especialmente Joselu, siempre muy vertical hacia la portería de Julio.

Con el empate, el Promesas era mejor y perdonó; no lo hizo Pablo Rey

Con este dominio, el Promesas pudo voltear del todo el electrónico. La tuvo Javi Navas, en el segundo palo, pero su tiro impactó en un defensa gallego y no encontró portería. Y cuando dominas, y perdonas, más en un partido con las defensas tan lejos de su mejor nivel, suele pasar lo peor. Merecía el gol el filial albivioleta, pero quien lo encontró fue el equipo verde. En una acción calcada a la del primero, pero por la derecha, el Racing tiró un buen centro que Pablo Rey remató dentro de la portería. Entre los dos defensas, sin presión y sin el acierto que suele tener Julio en jugadas tan rápidas. Se volvía a adelantar el cuadro local, con más demérito de la defensa rival, que acierto suyo, pues el centro en sí no debió generar tanto peligro. Un resultado que no se movería ya antes del descanso, a pesar del intento de Joselu, que se quería sumar a la fiesta goleadora en A Malata. 

Con la reanudación, Rubén de la Barrera decidió cambiar las cosas, y dio entrada a Anuar, por un Juanjo desafortunado durante todo el primer tiempo. Pudo ampliar ventaja Joselu, en un gran disparo desde la frontal, que se fue lamiendo la escuadra. De haber entrado, uno de los goles de la temporada. Otro que disparó bien fue Brian, pudiendo empatar. Pero el que acertó fue, otra vez, Pablo Rey. Una vaselina que no obtuvo respuesta de Julio, quien solo pudo ver cómo le superaba por arriba. El tercero personal de Pablo Rey, que dinamitó del encuentro. Un 4-2 nada más volver del descanso que ponía las cosas muy complicadas al Promesas, casi imposibles.

Lo siguió intentado el Promesas, ya con Ángel sobre el campo, y siempre con la posesión como mejor arma. También con Sekou, que volvía a jugar con la elástica pucelana mucho tiempo después, en un cambió ya a la desesperada. Lejos de recortar distancias, quien pudo marcar fue, cómo no, Pablo Rey. Esta vez lo evitó Julio, con su equipo totalmente partido en dos. Esto beneficiaba las contras de los locales, que seguían con hambre de más. En ningún momento se dio por derrotado el equipo visitante, eso sí, con el paso de los minutos el juego era más desordenado.

Pasaban los minutos, y a pesar del dominio del juego, las ocasiones no llegaban para el Promesas, mientras que el Racing amenazaba siempre con salir rápido y maquillar el resultado. La tuvo Sekou, en un mano a mano ante Mackay, pero no decidió bien la finalización y el arquero local pudo sacar el pie para evitar el tercero visitante. En esa pudo estar la segunda reacción del Promesas en este encuentro, pero esta vez no se dio, para felicidad de la hinchada local.

Emoción final

Cuando no parecía que pudiera suceder nada más, Sekou cayó dentro del área, señalando el colegiado el punto de penalti. Con apenas dos minutos por delante, Jorge Hernández convirtió la pena máxima, poniendo picante al tramo final. Sin nada que perder, el Promesas se lanzó con todo el ataque. Eso lo aprovechó el Racing para salir a la contra, en la que Fortes fue derribado, pero el árbitro no vio nada. Acto seguido, Jorge la tuvo en sus botas, frente a Mackay, mano a mano, con el portero local de nuevo como vencedor.

Siguió apretando hasta el final el equipo de Rubén de la Barrera, con envíos largos, pero no pudo, no obró el milagro, como ya hizo en la primera parte, de igualar dos goles de desventaja en dos minutos. Se pitó el final del encuentro, cuando restaban diez segundos de los tres de añadido, algo que desató las protestas visitantes. Cuarta victoria consecutiva del Racing de Ferrol en A Malata, y cuarta jornada sin ganar del Promesas, que frena en seco el buen arranque del filial albivioleta. 

Puntuaciones VAVEL Segunda B