Una copa de balón. Hielos. Una rodaja de limón o de naranja, a gusto del consumidor. Nuestra ginebra favorita. Bien cargada, que nos apetece distraernos. Y tónica hasta rellenar la copa y proceder a meditar profundamente. El Real Valladolid necesita alejar los malos humos que han traído consigo dos de los últimos doce puntos en juego, una mala racha cuyo primer paso para olvidar es asumir, reflexionar y activar la dinámica para salir del bache.

¿Y qué mejor bar para hacerlo que el siempre fiel Nuevo José Zorrilla? Las 26.512 sillas que hay suelen ocuparse por unos ocho o doce mil parroquianos, depende del día y de las ganas, pero siempre hay alguien dispuesto a echar una mano cuando las cosas parecen complicarse y hacernos ver que no es para tanto, que cuatro partidos sin ganar no implican la mayor de las depresiones, sino que una copa bien servida puede ayudarnos a recuperar el ánimo.

¿Y cuándo disfrutar de ese gin-tonic, si los futbolistas tienen vetado el alcohol en fines de semana? No queda otra que entre semana, y dado que el lunes es un día cansado, podemos aprovechar y tomarnos libre el martes por la noche, acudir a nuestro santuario de la avenida del Mundial '82 y catar este delicioso líquido, que a tantos hombres en apuros rescató y a tantas musas hizo acudir en su apoyo.

Ginebra, tónica, hielos y buena compañía

Sin embargo, el martes habrá un invitado inesperado: de traje verde, contrastará con el blanco y violeta que distingue al Valladolid, siempre elegante y bien vestido cuando acude a Zorrilla. El Elche puede ser ese desconocido que se presta a la conversación, que invita a la consumición y acaba, de forma inesperada, dando respuesta a los enigmas que atormentan la cabeza del necesitado e incluso se porta y asume el pago de las bebidas.

La visita ilicitana puede ser ese gin-tonic que tanto necesitan los de Rubi, ese alivio que relaje la reciente trayectoria del Real Valladolid. En la medianoche del martes para el miércoles, una buena hora para tomar una copa bien servida, el Pucela puede haber espantado parte de sus dudas gracias a una oportunidad que no todo el mundo tiene: salir de Copa entre semana.